Con sólo 22 años vendió su auto y hoy construye una ciudad de 15 minutos

Fuente: La Nación – Magdalena Day acababa de tener a su primer hijo y estaba cerca de obtener un título en Marketing cuando concretó su primer proyecto inmobiliario

En el 2005, la desarrolladora salteña Magdalena Day tenía 22 años. En ese entonces su vida era ajena al mercado inmobiliario ya que un puñado de materias la separaba de su diploma de la carrera de Marketing. Ante la alerta de un embarazo riesgoso -que terminó con la llegada de su primer hijo- la joven pausó la universidad y le dedicó tiempo a su salud y familia. En sus primeros pasos como casada y con un bebé recién nacido, Day experimentó una necesidad que atravesaba y sigue impactando en los jóvenes hoy en día: tener una vivienda.

“Me tocaba de cerca empezar a formar mi familia y mi hogar”, contó en diálogo con LA NACION, y agregó: “Me quedó grabado un aprendizaje del marketing: que uno tiene que desarrollar un producto o servicio con una necesidad genuina. En Salta y en el país, la necesidad genuina para mí era la posibilidad de acceder a la casa propia”.

Magdalena Day fundó su desarrolladora cuando tenía 22 años
Magdalena Day fundó su desarrolladora cuando tenía 22 años

Pero en la provincia norteña los productos básicos partían de una vara monetaria muy alta. “En Salta se estaba dando la aparición de los primeros barrios cerrados con terrenos tipo quinta desde los 5000 m² y analicé qué podía aportar como proyecto para darle una solución a los jóvenes. Entonces empecé a estudiar unas 100 hectáreas de tierras que eran de mi familia en la circunvalación oeste, que es como hoy la zona de Nordelta y Pilar, a donde se fueron trasladando familias jóvenes. Estaban pegadas a comercios y colegios pero no tenían infraestructura, por lo que propuse instalarla y crear opciones de lotes de 1500 a 2000 m² que fueran más accesibles y que en ese momento eran inexistentes en la zona”, cuenta sobre sus inicios.

La única alternativa accesible con la que contaba la provincia “eran los barrios del Instituto Provincial de Vivienda con terrenos de 250 metros pero tenías que estar dentro de un colegio profesional para inscribirte, por lo que la clase media no tenía opciones viables”, dice.

Su primer emprendimiento fue la urbanización de tierras familiares
Su primer emprendimiento fue la urbanización de tierras familiares

La experiencia y el conocimiento en el rubro era nula pero la pasión por su misión le dio la fuerza necesaria para poner su proyecto en marcha. Fue así como tercerizó ingenieros para dirigir las obras, agrónomos y profesionales del sector y en menos de un año ya había equipado La Merced Chica -su primera urbanización con agua, gas y servicios básicos- y conformado el Grupo MDay que hoy lidera.

A pesar de gestar su proyecto en una Salta conservadora, Day como madre y profesional en un rubro mayormente de varones, agradece el consejo de sus padres “que siempre promovieron la mirada de que no existían los imposibles y no me marcaron un techo por ser mujer ni nada de eso”, celebra.

El secreto de empezar sin nada

Mientras balanceaba su vida laboral con la de madre primeriza, la ambición y su propósito de ayudar a los jóvenes la motivaron a sus cortos años a ir más allá. En las tierras vecinas a las tierras familiares, por las que había pasado por la puerta al instalar los nuevos servicios, se encontraban entre ocho y 10 hectáreas de una familia salteña que vivía en Uruguay. Pero comprarlas de la forma tradicional no era una opción. El valor de esa tierra rondaba los US$800.000 en el momento y ella solamente había ahorrado el dinero para su primer auto, un Citroen C3 cuyo valor era apenas el 1% del monto que tendría que pagar.

A los 23 años logró negociar la compra de tierras por su propia cuenta con solo una promesa a cambio y un tiempo limitado
A los 23 años logró negociar la compra de tierras por su propia cuenta con solo una promesa a cambio y un tiempo limitado

“Cuando empecé no tenía auto, tenía que ir en colectivo hasta la Iglesia y ahí les mostraba las propuestas a los clientes entonces mi primera herramienta tenía que ser la movilidad”, cuenta. Los dueños de la tierra estaban conectados con una de las constructoras más importantes de la zona y ella, con la poca experiencia en su portfolio, tenía que demostrar que iba a poder concretar sus promesas.

“Me acerqué al apoderado de las tierras y le conté lo que había desarrollado con mi familia, que tenía un proyecto propio y que quería comprar esas tierras. Le dije que si usaba los ahorros de mi auto, lo perdía todo y le pedí tiempo para juntar permisos y potenciales compradores. Me dijo que buscara otra forma de darle una garantía así que me fui de ahí desilusionada; pero creo que haberle ofrecido el dinero de mi primer auto lo ablandó. Entonces llamó a los dueños para contarles la propuesta disparatada de una chica de 23 años y nos conocimos”, relata.

Finalmente, el acuerdo llegó con una condición. Si lograba reunir los permisos y clientes en seis meses, las tierras eran suyas para comprar. “Yo veía una montón de jóvenes interesados en comprar tierras sin expensas y pegadas a un centro urbano consolidado, así que sabía que la demanda existía. Dicho y hecho, me dieron seis meses y al tercer mes ya había juntado todo”, dice orgullosa de sus logros, los cuales reconoce que “fueron una muestra de que doy todo lo que tengo habiendo encarado el rubro sin tener casi experiencia”. ¿La mejor parte? Nunca le aceptaron sus ahorros para el auto como pago.

Así logró materializar su primer emprendimiento propio de 50 lotes nuevos para jóvenes y desde entonces nunca frenó. Reconoce que muchos de sus proyectos de urbanización se construyen principalmente con líneas de créditos Procrear, una de las opciones más asequibles entre las familias jóvenes del país.

Qué necesitan los jóvenes hoy

Un dato no menor en este tipo de proyectos es que la desarrolladora financia a seis años después de la posesión. “El joven hoy necesita cuotas. Creo que hace falta acompañamiento del sector público-privado donde el sector público apoye proyectos viables de los privados con créditos. Por ejemplo, en vez de los cuatro años de financiación promedio de los desarrollos inmobiliarios necesitemos 20 años como se hacía históricamente con las políticas de acceso a la vivienda. Hoy, el joven llega a la compra del terreno pero necesita el monto de construcción subsidiado”, concluye.

La emprendedora cree que lo que más le hace falta a los jóvenes hoy son créditos a largo plazo
La emprendedora cree que lo que más le hace falta a los jóvenes hoy son créditos a largo plazoJavier Corbalan

En ese sentido, desarrolló el proyecto Chancas, en el que pagan un anticipo, cuotas bajas hasta que se mudan mientras ellos inyectan dinero para completar un año y medio de obra y los clientes pagan en seis años en cuotas pesificadas actualizadas por la CAC. En un terreno de 6000 m² levantó 40 departamentos y lofts de hasta 70 metros cuadrados con jardín propio y amenities indispensables para mantener bajos los costos de expensas. Este proyecto ya fue todo entregado y actualmente se encuentran replicando el mismo modelo en otros puntos de la ciudad.

Un paso más allá

Sin embargo, con el crecimiento de la desarrolladora vino la ampliación de su cartera de productos.Hace unos años empezó el boom de minería en Salta y vimos que las familias que se mudaron a la zona empezaron a demandar servicios, comercios, oficinas. Para ellos empezamos hacer productos de usos mixtos con el fin de generar consolidación en una ciudad de 15 minutos. La circunvalación oeste, nuestra mayor zona de influencia, se conecta con las vías que suben a las minas y por derrame terminó siendo la zona demandada por el corporativo minero, lo que acelera mucho el enriquecimiento de la zona”, señala sobre el área donde se encuentran desarrollando proyectos corporativos y residenciales.

Uno de los proyectos de usos mixtos en Salta en los que está trabajando la desarrolladora
Uno de los proyectos de usos mixtos en Salta en los que está trabajando la desarrolladora

“La rubita que vendía ilusiones”, como la llamaban cuando era joven, demostró que ser una mujer con convicciones y sueños firmes y que venir de otro rubro no significa ninguna limitación si se tiene un propósito definido. Hoy en día, el grupo tiene 1200 hectáreas urbanizadas -de las cuales 800 están dirigidas a jóvenes-, más de 25 proyectos entregados y más de 15.000 familias que se convirtieron en propietarias. La mitad de su cartera sigue apuntada a su misión original, darle una solución de vivienda a los jóvenes, y la otra encontró la forma de adaptarse al mercado y se destina a barrios cerrados para el público que busca seguridad, proyectos comerciales y corporativos.

En ese contexto es que analiza sus próximos pasos y no ve en el gigante de Buenos Aires una inversión cercana, sino que se inclina por la seguridad jurídica de Montevideo, la capital uruguaya, donde hay créditos para proyectos, eximición de impuestos por 10 años y políticas que fomentan la inversión.

Carlos Ott: el reconocido arquitecto habla de todo; cómo ve a la ciudad de Buenos Aires y qué lugar deben tener las torres

Fuente: La Nación – El uruguayo, Carlos Ott, creador de proyectos como Ópera de la Bastilla en París, el hotel siete estrellas Burj Al Arab (La Vela) y el National Bank de Dubái pasó por la Argentina y tuvo un mano a mano en exclusiva con LA NACION

El célebre arquitecto Carlos Ott, que tiene entre sus creaciones más notables la Ópera de la Bastilla en París, el hotel siete estrellas Burj Al Arab (La Vela) y el National Bank de Dubái, visitó Buenos Aires para supervisar los proyectos que llevan su firma en tierras argentinas y LA NACION accedió a un mano a mano exclusivo.

Es uruguayo y luego de obtener su título de grado en Montevideo, Ott emigró a estudiar a los Estados Unidos y se radicó en Toronto, Canadá, donde en 1983 montó su propio estudio. Desde entonces diseñó proyectos icónicos en las principales ciudades de Europa, Oriente Medio, Asia y América.

En un breve recorrido por sus actuales desafíos internacionales están Waldorf Astoria Residences, un complejo hotelero siete estrellas y de viviendas de lujo que con sus 99 pisos será el más alto de Miami. También cuenta con proyectos en Denver y en el sureste de los Estados Unidos, y otros en Brasil, Colombia, Perú, México y Uruguay.

Carlos Ott posa en Madero Harbour, el proyecto que GNV Group construye en Puerto Madero
Carlos Ott posa en Madero Harbour, el proyecto que GNV Group construye en Puerto Madero PATRICIO PIDAL/AFV

Galardonado con varios premios internacionales y obras emblemáticas que conceptualizó en destinos tan diversos como Abu Dhabi, París, Manila, Hangzhou y Miami, entre otros destinos, el arquitecto tiene fuertes lazos con la Argentina.

En el Dique 1 de Puerto Madero, dentro del complejo de usos mixtos Madero Harbour, avanza la construcción de Harbour Tower, un proyecto diseñado por el propio Ott cuya altura, geometría irregular, fachada completamente vidriada y exclusivas residencias promete distinguirse en el skyline porteño.

Es una torre alta y con una piel diferente. Sabíamos que iba a ser un proyecto caro de construir porque la relación entre metros cuadrados y fachada es muy alta. Además, al ser un diseño con tantas esquinas lo hace más complicado. Hay mucha superficie de fachada exterior y complejas conexiones pero esto permite vistas de 90°, 180º y 360° así que el costo del edificio también supone una mejor calidad”, describe Ott.

Además, agrega que como “el lugar es único y una gran torre podía ser un pivote en la zona, tenía que pensar una arquitectura que sea exclusiva. Cada departamento es diferente, tiene su propia personalidad y los compradores pueden elegir qué vista, orientación o desarrollo de planta prefieren”.

Pero ese no es el único emprendimiento que lleva su sello, fuera de la ciudad de Buenos Aires, se desarrollan otros diseños con su firma: Unkanny, una torre ubicada en la ciudad de Mar del Plata, un barrio privado en Mar Chiquita, y Fisherton Park, en el noroeste de Rosario.

Hacia adelante, se encuentra negociando “algunos otros proyectos que aún son confidenciales”, aclara y se dispone con amabilidad y gran locuacidad a la charla con LA NACION.

Carlos Ott en la entevista exclusiva que compartió con LA NACION
Carlos Ott en la entevista exclusiva que compartió con LA NACION PATRICIO PIDAL/AFV

-Usted diseño proyectos en los Emiratos Árabes, ¿cómo es el mercado inmobiliario en ese país?

-En Dubái hay mucha gente de todo el mundo y con mucho dinero. En este momento hay numerosos rusos y siempre hay ciudadanos de Europa, de Asia (de Japón, Singapur, China e India) y de los países limítrofes de Medio Oriente. El mercado inmobiliario de Dubái es enorme y hay mucho inversor extranjero. Por ejemplo, estoy con un proyecto grande haciendo casas flotantes en varias islas dentro del Golfo. Generalmente ese tipo de inversores son de los Emiratos pero también hay extranjeros asociados. Hasta hace poco tiempo en los Emiratos Árabes se requería tener un socio local para hacer una inversión pero en Dubái (no en el resto) se permite hacer un proyecto propio, sin asociarse a un local. ¡Es excepcional! Esto es nuevo y hace que haya grupos extranjeros que se decidan a participar en el boom que vive esa ciudad.

-En función de su experiencia internacional, ¿el real estate sigue siendo un resguardo de valor?

-Por supuesto que es una muy buena inversión porque las tasas y las acciones suben y bajan en una crisis y la piedra o el ladrillo siempre es un refugio. No hay duda de que el metro cuadrado de tierra es un commodity que no se incrementa, la tierra es limitada y por eso creo en salvaguardarla.

-¿Hay un antes y un después de la pandemia?

-Sin ninguna duda. Sé que el departamento que te diseñe tendrá que contar con un espacio multiuso para comer y trabajar, además de grandes balcones. Y en las oficinas habrá que incluir espacios abiertos.

-¿Y cómo impacta la evolución tecnológica?

-Tenemos que proyectar el departamento y el edificio para incorporarles tecnologías que hoy no conocemos. La flexibilidad es muy importante para poder adaptarse a cosas que hasta dentro de 10 años no sabemos cómo serán.


La Harbour Tower que se construye en el dique uno de Puerto Madero fue diseñada por Ott
La Harbour Tower que se construye en el dique uno de Puerto Madero fue diseñada por Ott PATRICIO PIDAL/AFV

-Durante la pandemia la gente se mudaba hacia los suburbios, ¿las ciudades recuperarán protagonismo y la gente volverá de los countries?

-Si. Tenemos que respetar el verde. Cada vez la población es mayor y necesitamos comida, por lo que hay que ir hacia un proceso de densificación. Ciudades de 200 kilómetros de largo como Los Ángeles, son un absurdo.

Todas las ciudades del mundo están creciendo en altura. En Nueva York se están haciendo edificios de 100 pisos. Lo mismo pasa en Singapur, en Hong Kong, en Dubái, y en ciudades chinas como Shanghai o Beijing, y sucederá también en Buenos Aires. Por eso Harbour Tower tiene mucha lógica.

La construcción de torres es un fenómeno que se hará realidad y ya se ve en Dubái. Hay cada vez torres más altas. Aparte, si por ejemplo en Bombay todos vivieran en countries, se ocuparía toda la India.

-¿Se puede revertir el vaciamiento de los centros urbanos de las ciudades?

-Sí, creo que la gente volverá a trabajar en las oficinas. Puede ser que uno o dos días por semana les interese hacerlo desde su casa pero se necesita ver a la persona y la intercomunicación. Creo en el híbrido. Además, las oficinas cambiaron.

-¿Le ve potencial al microcentro porteño?

El microcentro de Buenos Aires es exclusivamente comercial pero podría volver a tener residencias. Hay lugares fabulosos, como la Plaza San Martín que es una belleza y los edificios de los alrededores, por avenida Santa Fe, Esmeralda, Juncal y Arenales, que son espectaculares.

-¿Y cómo imagina que serán los centros comerciales?

-Con la llegada de Mercado Libre y de Amazon, la gente muchas veces compra desde su casa y no va al centro comercial. Hoy los shoppings ya no son los típicos establecimientos cerrados y con aire acondicionado, sino abiertos como Bal Harbour, que pasó a ser un ejemplo a seguir. Y las tiendas ya no son grandes porque tú vas a ver el producto pero no lo compras ahí, después lo adquirís desde tu celular.

Evolución con sello propio

-Sus proyectos tienen una fuerte identidad, ¿cómo definiría su impronta?

No me gusta repetirme, me parece absurdo abrir el cajón y sacar un proyecto de un edificio que no se hizo antes para volverlo a usar. Además, en arquitectura tienes que estudiar el lugar, lo que en latín se llama genius loci: el genio o la lógica del lugar.

-Si tuviera que armar un Top Five de los proyectos suyos que más le gustan, ¿cuáles elegiría para integrarlo?

-La respuesta es muy fácil: el próximo, el que está en la mesa de dibujo.

-¿Por qué?

-Yo siempre admiré a Pablo Picasso porque -a diferencia de muchos otros pintores- cambiaba de estilo, tenía períodos y nos asombraba continuamente con su evolución, lo cual creo que es muy lógico porque nació en el siglo XIX pero vivió todo el siglo XX, con dos guerras y la caída de los imperios coloniales. Después de la bomba de Hiroshima y Nagasaki él no podía volver al mismo estilo. El mundo había cambiado muchísimo y él también lo hacía.

Ahora sucede lo mismo. La pandemia nos ha transformado mucho y esta guerra estúpida del siglo XXI (N. de R.: entre Ucrania y Rusia) también nos obligará a cambiar.

-¿Cómo refleja estos cambios en los proyectos arquitectónicos?

-Buscamos que las unidades tengan mucho sol, naturaleza y poder abrir ventanas para tener ventilación cruzada. En un momento hicimos torres herméticas porque era más fácil controlar la temperatura y el aire acondicionado, pero ahora -pospandemia- nos damos cuenta de que eso es absurdo. También hubo cambios después del ataque a las Torres Gemelas del 9-11: nos enseñó, por ejemplo, que no podíamos evacuar un edificio por las escaleras. Aprendimos que tenemos que presurizar ascensores y usarlos para descender porque es la forma más rápida de hacerlo. En el 9-11 los bomberos subían mientras la gente quería bajar y fue trágico. Son cambios que nos obligan a repensar todo.

Los departamentos del proyecto que ideó en Puerto Madero son todos distintos
Los departamentos del proyecto que ideó en Puerto Madero son todos distintos PATRICIO PIDAL/AFV

Creo que lo que se hizo en el siglo XX no se puede repetir en esta primera, segunda y tercera década del XXI. Se va a otro tipo de producto, con materiales diferentes y con una visión -hasta ética- distinta, como los proyectos que minimizan el impacto negativo en la ecología.

Visión urbana

-¿Qué valores o qué conceptos busca transmitir por medio de sus proyectos? ¿Qué lo motiva?

-La adaptación, imaginar cómo será el futuro para poder preverlo y tener flexibilidad para incorporar lo que en la actualidad no sabemos. Estamos obligados a hacer edificios que se adapten a cambios desconocidos. Entonces, repetir lo que ya hicimos es absurdo.

-¿Cómo ve la arquitectura actual de Buenos Aires?

-Yo siempre admiré la arquitectura histórica de Buenos Aires. Es una ciudad muy rara, europea pero en el extremo de América del Sur. Ahora veo a colegas jóvenes que hacen cosas magníficas con poco costo. En la Argentina en general, hay edificios de departamentos realmente con mucho diseño, con mucha imaginación e inventiva siempre. Se ve no solo a nivel residencial sino también comercial y en pequeñas tiendas. Es mucho más complejo hacer lindos proyectos con presupuesto limitado, así que les admiro eso. Creo que es una ventaja, no es lo mismo que trabajar con presupuestos ilimitados como los de Dubái, por ejemplo.

-¿Cómo es su mirada sobre el modelo de “ciudad de 15 minutos” que los urbanistas proponen?

-Estamos en un momento donde necesitamos adaptarnos a cambios que ni pensábamos. Creo que el Covid nos tomó a todos sin estar preparados y también después del 9-11, la seguridad pasó a ser importantísima.

No hay una única solución, existen diferentes necesidades por lo que hay que dar diferentes usos. Creo que el modelo de multiusos es bastante lógico. Jane Jacobs escribió hace tiempo el libro The death and life of great american cities (La muerte y la vida de las grandes ciudades americanas) donde sostiene que las ciudades al estilo de Le Corbusier donde se hace un área de viviendas, otra de deportes y otra de trabajo, resultó en que viernes, sábados y domingos los centros de las ciudades estaban vacíos.

En contraste, ella citaba el ejemplo de París donde en la planta baja están los comercios, en el primer piso los servicios profesionales (como el dentista y el abogado) y arriba, las residencias. Pero eso lo vamos aprendiendo poco a poco. Es un momento donde estamos probando diferentes opciones y creo que todas son válidas.

-¿Cómo se perfilan las ciudades y la arquitectura del futuro en el resto del mundo?

-Cambia en todos lados pero yo creo en la densificación, la gente busca volver al contacto entre ellos. Creo que la extensión en countries es limitada. Hay que proteger la tierra fértil, no podemos pavimentar por todos lados. Por lo tanto pienso que -si bien en algunos lugares hay que hacer countries– en muchos otros vamos a tener que seguir con modelos de densificación, aunque estoy seguro de que no mucha gente estará de acuerdo conmigo.

"Densificar no necesariamente implica mucha altura, París es una ciudad densa y los edificios tienen solo ocho o nueve pisos", afirma Ott
«Densificar no necesariamente implica mucha altura, París es una ciudad densa y los edificios tienen solo ocho o nueve pisos», afirma Ott PATRICIO PIDAL/AFV

-¿Se refiere a densificar mediante la construcción de más torres?

-Por supuesto que no, densificación significa más personas por metro cuadrado pero eso de tener las torres más altas es un infantilismo. Densificar no necesariamente implica mucha altura, París es una ciudad densa y los edificios tienen solo ocho o nueve pisos.

Creo que hay que ir al modelo multiusos. La solución corbuseriana es un absurdo, si hubiesen dejado a Le Corbusier hubiese tirado todo París abajo y hubiese hecho una ciudad con torres gigantescas.

-En su carrera diseñó la arquitectura de museos, óperas, teatros, hoteles, residencias, bancos, oficinas, centros comerciales e industrias, aeropuertos y hasta un centro de salud, ¿qué es lo que más le gusta?

-Todo porque todo es interesante. No tengo una fórmula (para proyectar); si la tuviese, sería un genio. Me ha tocado hacer todo tipo de tipologías en todo tipo de ciudades y es muy diferente hacer proyectos en cada país ¡e incluso en el mismo país! No es lo mismo construir en Mar de Plata que en Buenos Aires o en Rosario.

Así que aprendí que sería un petulante y absurdo si yo llegara a algún lado y dijera conocer la solución. Por eso, mi modus operandi, la forma en que trabajo, es que me asocio con arquitectos locales que conocen muy bien la zona y con ingenieros y expertos de esa ciudad.

-La última, ¿cuál es el proyecto que aún no realizó y sueña poder hacer?

-Me quedan muchos de todo tipo por hacer. En este momento estamos intentando realizar un proyecto de vivienda económica en Uruguay, que es algo que me interesa mucho.

También me apasiona la arquitectura totalmente prefabricada. Creo que, tarde o temprano, tendremos que ir hacia ella. Nosotros seguimos construyendo como se hacía en la Mesopotamia, edificios únicos, ladrillo sobre ladrillo y no repetitivos, pero estamos atrasados.

No hay que trabajar en la obra, hay que hacerlo en las fábricas que es donde el trabajador se desempeña mucho mejor, mejora el producto y luego se instala en el terreno, sin tener que ir a colar hormigón bajo la lluvia, con viento o con -30° C.

Creo que esa parte es muy apasionante y que, poco a poco, llegaremos a eso porque podríamos bajar el costo de la unidad y subiría drásticamente la calidad y eficiencia del producto, como sucede con la fabricación de los automóviles, de los teléfonos celulares o de los aviones.

Empresarios de la construcción apuntan contra dos ministros y piden reunión urgente con el Presidente

Fuente: Cronista – La Cámara Argentina de la Construcción alertó sobre la cesación de pagos, problemas con la inflación y una parálisis de obras en todo el país. Cuáles serían las zonas más afectadas. La tajante respuesta de la Casa Rosada

Preocupados por los elevados niveles de inflación y un importante retraso en la cadena de pagos de parte del Estado, los empresarios que integran la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) pidieron una reunión de «carácter urgente» con el Presidente Alberto Fernández para evaluar el impacto inmediato que sufren: la parálisis de la obra pública a lo largo de todo el país.

El pedido de reunión con el Presidente que canalizaron los 1.400 socios de Camarco por medio de sus autoridades servirá para alertar y visibilizar de una vez la problemática de «terribles consecuencias» que afectan al sector, tal como lo advirtieron hace unos días por medio de un documento.

El titular de Camarco, Gustavo Weiss, explicó a El Cronista que a raíz de «la difícil situación de inflación» y el retraso en el pago a proveedores de parte del Estado nacional y de algunas provincias existe una «preocupante ralentización» de la obra pública. Esto es: la parálisis directa o el freno en el ritmo de tiempos de ejecución de proyectos.

Los cuestionamientos que hizo Weis apuntan a los Ministerios de Obras Públicas y el de Desarrollo territorial y Hábitat, Gabriel Katopodis y Santiago Maggiotti, respectivamente. Ya hubo planteos concretos de las autoridades de Camarco a estos ministros pero como no recibieron respuestas suficientes recurrirán al Presidente.

En líneas generales, Weiss alertó al Gobierno que hay una «profunda preocupación de los empresarios de la construcción por el impacto extremadamente grave que ocasiona en las empresas la insuficiencia de los pagos de los trabajos realizados, a causa de la alta inflación y el tardío reconocimiento y compensación de sus efectos, tanto por parte del gobierno nacional como de los provinciales y municipales».

Todo esto se vio agravado por una creciente morosidad en los pagos en muchas reparticiones y esa mora «no es compensada debido al no pago de los intereses establecido por la Ley de Obras Públicas».

La obra pública está demorada o paralizada según los empresarios de Camarco

Consecuencias inmediatas

Según advirtió Camarco, las consecuencias inmediatas de toda esta situación son:

-Un fuerte impacto sobre el empleo.

-Parálisis de las obras.

-Afectación de la continuidad de las empresas y la cadena de valor de la industria.

«Es muy difícil luchar contra la inflación, sustentar la falta de pagos de uno o dos meses y encarar las trabas burocráticas en los trámites de pago que necesita cada uno de los proyectos», acotó Weiss.

En este sentido, las autoridades de Camarco dijeron a El Cronista que no hay un dato concreto de la cantidad de obras paralizadas en el país aunque advirtieron que más allá de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe o Mendoza que son distritos de alta disponibilidad de fondos, en el resto de la Argentina hay graves problemas de ralentización de la obra pública.

Gustavo Weiss de Camarco alertó sobre graves problemas en la construcción

Respuesta oficial

Desde el Gobierno admitieron que hay problemas con el desarrollo de la obra pública como consecuencia de la inflación.

Sin embargo, desde el Ministerio de Obras Públicas que dirige Katopodis rechazaron de plano las objeciones de Camarco y desecharon ante El Cronista que exista una parálisis de obras en el país.

«No hay problemas de pagos desde nuestro Ministerio. Es probable que algunas provincias o municipios tengan esos inconvenientes. Pero en general no se ven obras paralizadas», dijo un allegado al ministro Katopodis.

A la vez, desde el Ministerio de Obras Públicas admitieron que los problemas de inflación «exceden hoy a toda la economía» pero remarcaron que en el 2019 había unas 628 empresas trabajando en el rubro de la construcción y hoy existen más de 1.500 compañías vinculadas a la obra pública.

«Los empresarios de Camarco hacen presión para quejarse pero desde hace cuatro años que hay obra pública ininterrumpida», dijeron los funcionarios cercanos a Katopodis.

El ministerio de Katopodis rechaza las acusaciones de Camarco

A la vez, desde el Ministerio de Obras Públicas destacan que tan sólo en el Norte Grande hubo un aumento de la inversión en estos 4 años del 766% en la obra pública, muy por arriba del 633% que fue el aumento promedio del ministerio.

El plan de 5258 obras públicas que se impuso la Casa Rosada para desplegar en todo el país no se detendrá, dijeron en el Ministerio de Obras Públicas que ya recibió el visto bueno del Presidente y del ministro de Economía Sergio Massa para profundizar los proyectos en marcha y avanzar con las nuevas obras en 2023.

Vendió todo para construir su primer proyecto en Mataderos y hoy levanta uno de US$23 millones a metros de Figueroa Alcorta

Fuente: La Nación – Empezó en Mataderos, pegó el salto a Palermo y Núñez y hoy construye en Bajo Belgrano y Coghlan, con la convicción de que no solo hay que crear viviendas sino también generar comunidad

Arrancó solo con un emprendimiento en Mataderos. Para cumplir el sueño de su primer proyecto vendió su propia casa y se fue a alquilar. Corría el 2004 y decidió invertir US$1 millón en un emprendimiento ubicado en Larrazabal al 1100. “Fue un esfuerzo de tres años donde aprendí el valor de emprender, comprometerse y cumplir”, recuerda. “Cumplir es lo que más vale”, sigue la charla Ariel Acri, el desarrollador que ahora construye en las zonas más buscadas de la ciudad: Bajo Belgrano y Coghlan, dos proyectos que suman casi US$50 millones en inversión.

Tras la experiencia de Mataderos, saltó a la zona más top: Palermo Hollywood. Su segunda apuesta fue en Soler y Arévalo, y la tercera en el barrio de Núñez. “Construía con el excedente que me generaban mis otros negocios y me quedaba con los departamentos para alquilarlos hasta que me di cuenta de que la renta pasiva no era el negocio del próximo ciclo”, relata quien hasta ese momento era un entrepreneur del real estate, pues no eran su negocio principal.

Ariel Acri, desarrollador inmobiliario
Ariel Acri, desarrollador inmobiliarioAnibal Greco

Pero recién decidió patear el tablero de lo que venía haciendo en 2017 en una de sus sesiones de terapia, cuando en pleno diván su terapeuta lo invitó a pensar en lo que realmente le gustaba.

Acri ya sabía de la “montaña rusa” que genera emprender en la Argentina. En la década de los 90 había creado una empresa que fabricaba uniformes para empresas, colegios y hoteles. Pero la crisis del 2001, lo fundió y tuvo que arrancar de nuevo. “Me fui a Estados Unidos a trabajar y ahorrar para honrar deudas” recuerda. El camino no fue fácil, reconoce.

El proyecto que está llevando a cabo en Coghlan
El proyecto que está llevando a cabo en Coghlan

“El modelo cambió: ya no se trata de construir un edificio e irse. Hay que generar comunidad y para eso trabajamos: esa es mi pasión, desarrollar integrando la trama urbana”, afirma hoy el empresario que tras esas experiencias creó Saltum, la empresa que construye dos emprendimientos en la ciudad de Buenos Aires y que es consultora en otros dos en la zona norte. ¿A qué se refiere? “Hay que generar marca y entorno”, insiste.

Terraza con piscina en el edificio de Coghlan
Terraza con piscina en el edificio de Coghlan

Por ejemplo, para definir a las marcas que se instalaron en el zócalo comercial del emprendimiento de Coghlan, ubicado en Washington y Nuñez, consultó a los propietarios si estaban de acuerdo en instalar un supermercado de una conocida cadena en versión Express. “No se trata de ganar un partido, sino de quedarse en la cancha, involucrarse y hacerlo funcionar, atendiendo las expectativas de todos los actores de esa comunidad”, reflexiona y asegura que en el real estate siempre hay oportunidades.

Otro proyecto vertical desarrollado por Saltum
Otro proyecto vertical desarrollado por Saltum

Explica que como “refugio de inversión” el ladrillo no tiene precedentes, aunque es clave no tener la necesidad de salir en un momento inadecuado, es decir, en un momento de precios bajos. “La tasa de capitalización es muy apetecible”, asegura.

Hoy construye H Bajo Belgrano en Echeverría al 800. Un proyecto de US$23 millones con un frente de más de media cuadra que estará terminado en 2025 con unidades que se venden en preventa desde US$3800/m². Y WH Coghlan, que está en etapa de entrega, es un complejo de viviendas y espacios de trabajo en la esquina de Washington y Núñez. “El proyecto generó un polo comercial con locales de gastronomía de marcas top of mind, además de tener un gran parking público y un supermercado en su enorme zócalo comercial”, detalla el emprendedor que vende desde los US$2500/m².

La elección del corredor Balbín tiene su explicación. Acri es un convencido de que la zona norte de la ciudad tiene aún gemas de ser descubierta y fue uno de los primeros en llegar a Coghlan, donde la infraestructura de transporte, conectividad, calidad de vida y esparcimiento tienen margen de crecimiento.

Con foco y acción, Acri mira nuevas oportunidades en el sector.

Inversiones inmobiliarias: ¿qué se espera del Real Estate este año?

Fuente: Cronista – Directivos de Crowdium y Cushman & Wakefield analizan el mercado inmobiliario actual. En esta nota, las oportunidades de inversión.

En medio de una economía incierta y una sociedad en constante cambio, el mercado inmobiliario se presenta como una alternativa atractiva, tanto para las empresas como para las personas que encuentran en él la posibilidad de generar valor.

En un encuentro moderado por Belén Fernández, José Ignacio Viñas, director general de Real Estate Comercial para Argentina y Uruguay de Cushman & Wakefield, empresa global de servicios inmobiliarios corporativos, y Damián Lopo, CEO de Crowdium, plataforma de crowdfunding inmobiliario, conversaron sobre las nuevas oportunidades que presenta el mercado, las rentabilidades del sector y sus desafíos.

En cuanto al mercado de las oficinas, según Viñas éste se fue transformando desde la pandemia y los precios han sufrido un cambio importante en los últimos tiempos.

«El mercado de alquiler siempre en lo que es oficina clase A, se manejó a dólar oficial por lo cual hoy está muy económico, lo que beneficia a los inquilinos al pagar pero perjudica a los propietarios. Hoy las rentabilidades para los propietarios bajaron muchísimo al estar los precios de compra-venta establecidos en dólares a un tipo de cambio MEP o «contado con liqui», y las rentas o los alquileres a un tipo de cambio BNA. La brecha es mucho más grande y la rentabilidad bajó. Actualmente las oficinas están entre el 3% y 4% de rentabilidad. Históricamente estaban en el doble, alrededor del 7% u 8%», puntualizó. 

A pesar de esto hay empresas que hoy están apostando a la compra de metros cuadrados para canalizar el sobrante de pesos y diversificar sus inversiones.

En ese sentido, adelantó que las perspectivas para este año son positivas en lo que respecta a los alquileres: «Se está viendo una tendencia a volver a ocupar las oficinas porque las empresas se dan cuenta de que tener un espacio de trabajo en el que los equipos puedan compartir e intercambiar ideas más ágilmente es una ventaja competitiva. A su vez se están empezando a liberar metros de edificios más viejos y ocupar en edificios Premium a precios muy convenientes. En el mercado este movimiento se llama Fly to Quality, (salto de calidad) y actualmente muchas empresas lo están haciendo con el objetivo de mejorar la calidad y la ubicación de las oficinas, al mismo tiempo que lo utilizan como parte de sus estrategias de retención y atracción de talentos».

En el caso del sector residencial, Lopo remarcó la dificultad que presenta el contexto local: «La rentabilidad en Argentina en el sector residencial nunca fue muy buena. Los alquileres en Argentina son y fueron baratos y si bien ahora van a estar aumentando, toda la suba que acompaña al dólar neutraliza la suba que puedas tener, con lo cual los propietarios no suelen apostar a la rentabilidad del alquiler sino a la regularización. Invertir en metros cuadrados en una ciudad siempre es un buen negocio pero no así el alquiler«.

En este escenario destacó la oportunidad que presenta el crowdfunding inmobiliario: «El crowdfunding tiene un sinnúmero de ventajas a mi forma de verlo y por eso hace 7 años que lo hacemos: la primera es que le das la oportunidad a la gente a entrar al mercado inmobiliario».

Así el crowdfunding se traduce en una herramienta de inclusión financiera en un contexto inflacionario y de gran incertidumbre económica, brindándole a gran porcentaje de la población la oportunidad de invertir en metros cuadrados con retorno de rentabilidad en dólares y la posibilidad de invertir desde pequeños montos.

«Por primera vez en bastantes años tenés una inflación en dólares relevante del 8% o 9%, lo que afecta los ahorros de manera sensible en caso de no invertirlos», agregó.

Consultado por el crecimiento de los centros logísticos luego de la pandemia, Viñas señaló que hoy se presentan como una gran oportunidad para el inversor: «Los centros logísticos, dentro del mercado de inmuebles corporativos, fueron los que más demanda tuvieron en la pandemia y la siguen teniendo, principalmente por el crecimiento sostenido del e-commerce. Hoy la oferta de disponibilidad en Buenos Aires está tendiendo a cero y cuesta mucho conseguirlos debido a la demanda que hay».

Este fenómeno genera un consecuente aumento en los precios de alquiler y de venta y se presenta como un negocio más seguro. «Hoy el corredor Pilar-Escobar y Triángulo San Eduardo son unas de las zonas más demandadas».

En esa línea agregó: «Hay algunos emprendimientos nuevos para construir centros logísticos. Hay empresas que están desarrollando más metros en su misma propiedad y hay otras que directamente están construyendo en terrenos nuevos».

En cuanto a la repercusión del contexto local y su incidencia en el Real Estate, Lopo remarcó dos segmentos que se encuentran en alta demanda dentro del mercado residencial: uno es el destinado a proyectos de Airbnb, un sector muy activo por las rentabilidades que genera y hoy ampliamente discutido. El segundo sector es el de la vivienda corporativa que volvió con fuerza, especialmente en la región de Vaca Muerta, debido principalmente a la construcción del gasoducto y los valores del petróleo.

El crecimiento de la población y las necesidades de las compañías que se instalaron en la zona generaron una gran demanda de residencias y servicios para sus trabajadores. En una zona en la que por día cruzan el pueblo alrededor de 25000 personas que viajan desde la ciudad de Neuquén con traslados de casi 2 horas de ida y de vuelta, el desarrollo inmobiliario se presenta como una necesidad y una oportunidad única.

Por último, destacaron las nuevas tendencias en el mercado residencial. El auge de los barrios privados verdes continúa siendo una tendencia después de la pandemia ya que cada vez más personas optan por vivir en casas, rodeadas de espacios verdes. Puntualmente Lopo destacó el proyecto Estancia-Villa María, un desarrollo de 656 hectáreas ubicado en Canning que se volvió cada vez más popular entre los compradores de propiedades.

«Nosotros somos parte desde hace muchos años de Estancia-Villa María que es el desarrollo más importante de la Zona Sur. El desarrollo cuenta con 1.250 lotes, una cancha de golf de 18 hoyos, 5 canchas de polo, 8 canchas de tenis y una arboleda de 75 hectáreas. Invertir en un lugar como Estancia-Villa María puede ser muy rentable a largo plazo», concluyó.

Propiedades: el negocio impensado en el que desembarcan las familias dueñas de Russoniello y del grupo Piero

Fuente: La Nación – Verónica Vara y Alberto Russoniello construyen un megaproyecto inmobiliario en donde funcionaba Molinos, en Panamericana y Uruguay, en pleno zona norte

Son dos familias que marcaron historia en las industrias en las que desembarcaron. Los Piero manejan las principales marcas de colchones de la Argentina, y además tienen negocios en la industria de la espuma de poliuretano y, entre otras actividades, abastecen de químicos a las principales potabilizadoras de agua. Los Russoniello son referentes en la industria automotriz pero también tienen inversiones en el agro y desde hace años apuestan por el real estate.

Pero esta vez rompieron el molde con un objetivo claro: construir la primera ciudad sustentable y vertical de 15 minutos del país. Hoy avanzan con el megaproyecto en el terreno en donde funcionaba Molinos, la empresa del grupo Pérez Companc. Son nueve hectáreas y media a pocos pasos Uruguay y Panamericana, tierras en una de las zonas más altas -entre cinco y seis metros- de zona norte lo que genera vistas abiertas y diferentes.

El acceso será una de las fortalezas del proyecto
El acceso será una de las fortalezas del proyectoGentileza

Cultores del low profile, Verónica Vara y Alberto Russoniello eligieron a LA NACION para compartir los detalles del emprendimiento inmobiliario con el que sueñan desde hace años: construyen Bliss Buenos Aires.

El principio de un sueño

Las negociaciones por la compra de la tierra arrancaron en 2016 pero la operación se cerró cuatro años más tarde, en junio 2020, en plena pandemia en un contexto de economía freezada y nadie mirando oportunidades de negocios.

“Hasta ese momento no nos habíamos logrado poner de acuerdo en el precio pero en pandemia los dueños de la tierra decidieron vender el predio y pudimos firmar la operación porque estaban en el rubro de los alimentos que era esencial”, recuerda Verónica Vara, la mujer que lidera los negocios de la familia Piero que emplea cerca de 1400 personas. “Nos movemos en los momentos difíciles porque los vemos como una oportunidad”, agrega Alberto Russoniello, fundador del grupo de concesionarios de autos que tiene 350 empleados.

El 62 por ciento de la tierra será destinada a áreas verdes
El 62 por ciento de la tierra será destinada a áreas verdesGentileza

Se los ve entusiasmados, recorren la tierra, miran el avance de la obra y recuerdan que en donde hoy se trabaja en los cimientos funcionaba una de las plantas logísticas más modernas del país. Tuvieron paciencia pero una vez firmada la operación, las familias tenían todo listo para “poner el primer ladrillo”.

Cómo será el proyecto

El emprendimiento diseñado por el arquitecto Mario Roberto Álvarez y Asociados se desarrollará por etapas y tendrá 16 edificios en tres tipologías residenciales: torres de 21 pisos; edificios de 8 pisos; y los que actualmente se encuentran en construcción que tienen 10 pisos con unidades de entre 70 y 150 metros cuadrados.

Así será la mini ciudad vertical de 15 minutos de zona norte

También tendrá un paseo comercial, una laguna de 12.000 metros cuadrados, un restaurante flotante y hasta un área deportiva. “Será una mini ciudad en altura de 400.000 metros cuadrados. En la primera etapa se avanzará con 55.000 metros cuadrados y se entregará en dos años”, detalla con pasión el propio Russoniello, quien aclara que solo el 38 por ciento del terreno será destinado a construcciones, el restante 62% serán áreas verdes. “El cálculo es un edificio y medio por hectárea”, aclara.

 La senda aeróbica de dos kilómetros que tendrá el proyecto
La senda aeróbica de dos kilómetros que tendrá el proyectoGentileza

Los empresarios definen al emprendimiento como una verdadera ciudad de 15 minutos, walkings distance, y -aseguran- está aislada de la Panamericana por un pulmón verde de cuatro hectáreas que disminuye el impacto sonoro, con distancias accesibles y servicios que van desde la educación, la salud y el ocio hasta micromovilidad con circulación de vehículos eléctricos, cargadores, seguridad y una senda aeróbica de dos kilómetros, además de un corredor de 1,8 kilómetros doble mano que bordea todo el barrio para que circulen los vehículos.

Será una mini ciudad del futuro: con poca circulación de autos, cargadores eléctricos, áreas deportivas, una senda aeróbica lateral de dos kilómetros de extensión, un área comercial y la laguna que reutilizará el agua de lluvia para el riego de las plantas.

En la primera etapa -en marcha- se desembolsarán US$38 millones y se avanzará con dos edificios unidos por una pileta colgante: tendrán 278 unidades de entre dos y cuatro ambientes, además de un centro comercial de 1200 metros cuadrados.

Los dos edificios de la primera etapa estará unidos por una pileta aérea
Los dos edificios de la primera etapa estará unidos por una pileta aéreaGentileza

Los tiempos y los precios

La entrega de esta etapa está planteada para mediados del 2025. Con el 50 por ciento de la oferta vendida en apenas un año, los precios de los departamentos en pozo arrancan en los US$170.000 por una unidad de dos ambientes y 70 metros cuadrados hasta unidades de tres ambientes que van de los 105 m² a 150 m² con precios de US$250.000 a los US$350.000 -para por ejemplo, un cuatro ambientes-. Una inversión que hoy, en etapa de preventa, tiene la opción de pagarse en forma financiada: un adelanto del 30 por ciento y 30 cuotas en pesos ajustadas por CAC.

A la hora de hablar de plazos, los empresarios aseguran que estará totalmente terminado en entre ocho y 10 años. Una vez finalizado, esperan que circulen cerca de 3500 personas por día e insisten en que no habrá prácticamente movimientos de autos en la superficie. El tránsito se generará en los dos subsuelos con hasta 400 espacios de cortesía. “La sustentabilidad es parte del proyecto que cuenta con una laguna que contrarresta el efecto de la isla de calor”, detalla Vara y enumera algunos de los amenities.

Además, los departamentos estarán preparados para funcionar con baterías de litio para que cada unidad tenga autonomía energética, más allá del grupo electrógeno. “Se generará un ecosistema que inclusive baja los grados de la zona, disminuye la inercia térmica de la tarde y la de la mañana “, afirma Russoniello.

“Este es un proyecto que es autónomo en sí mismo, pero no deja de estar conectado a la ciudad. Es un modelo urbanístico que puede llegar a ser replicado. No es un proyecto aislado, sino que es una nueva visión urbanística”, sintetiza Fernando Sabatini, socio del MRA+A, el estudio de arquitectura que lo diseñó.

Jesús Leal, sociólogo: “La escasez de propiedades es mundial y el impuesto a la vivienda vacía está condenado al fracaso”

Fuente: La Nación – El impuesto a las casas vacías en las grandes capitales no sería rentable, según calcula el sociólogo colombiano Jesús Leal, experto en desigualdad urbana: “Las ciudades con poca mezcla social se vuelven más ingobernables”, defiende

Jesús Leal (Cartagena, 79 años) vive en el límite de la ciudad de Madrid. Cuando sube hasta el campo de golf colindante, se asoma a 60 kilómetros de bosque, sobre todo de encinas, hacia el norte. Cuando se gira al sur: 40 kilómetros de ladrillo y asfalto. El campo le gusta para respirar, a la ciudad ha dedicado su vida de sociólogo: catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, investigador y profesor invitado en París y Berkeley (California, Estados Unidos), ha colaborado con diversas administraciones, del ayuntamiento del Madrid de Juan Barranco al Gobierno autonómico del Partido Popular, siempre preguntándose si lo que construye el presente servirá a los ciudadanos del futuro. Autor de los libros La dimensión de la ciudad, La política de vivienda en España y Housing and Welfare in Southern Europe, fue redactor del pionero Libro Blanco de la Vivienda en España. La calidad de la democracia, dice, afecta a la segregación urbana. Y viceversa. La ley de vivienda en trámite le parece una promesa ineludible.

- En 2020, sostenía usted que lo que define la política de la vivienda en España desde hace 60 años es “la continuidad”.

-Sí, es cierto. En política de vivienda no hubo transición. No existió la transición. La figura de alguna manera clave, la vivienda de protección oficial, siguió siendo la misma.

- La dificultad de acceso a la vivienda también se mantiene. ¿Cuáles diría usted que son sus causas?

. La producción de vivienda es muy costosa. Y además tiene un problema: la mayor parte de los promotores construyen a crédito. De alguna forma, la rentabilidad de la producción viene dada en parte por la existencia de cierta escasez. Y en España eso ha agudizado ese proceso.

Barrio Salamanca en Madrid
Barrio Salamanca en MadridShutterstock

- Pero ¿no es España uno de los países con más vivienda vacía?

Eso es una falacia. Vamos a ver: ¿dónde están esas viviendas vacías? Te aseguro que en Madrid y Barcelona, no. Yo hice una encuesta a partir de los datos de Madrid sobre las viviendas vacías y resultó que, de las supuestamente vacías, un tercio era un error censal; otro tercio estaban en venta, vacías, efectivamente, pero para que funcione el mercado tiene que haber un periodo en el que esté vacía; y el otro, tenía detrás una casuística judicial, sobre todo de herencias. […] Aunque es cierto que a veces los fondos o el Sareb han retenido sus viviendas.

- Es más bien un problema de escasez de vivienda en las ciudades.

 Hay un problema brutal de escasez de vivienda en Madrid. Y en las otras grandes ciudades como Barcelona, exactamente igual. Yo siempre he dicho que el coste de encontrar esas viviendas vacías y de ponerles un impuesto no sale rentable. Esa medida, tan espectacular, en las ciudades grandes está condenada al fracaso.

Construcción de viviendas residenciales en Barcelona
Construcción de viviendas residenciales en BarcelonaShutterstock

 ¿Qué espera de la ley de vivienda que el Gobierno quiere aprobar?

- El borrador va un poco en todas direcciones. Toca las viviendas vacías. Toca o intenta tocar el límite al alquiler y toca lo que yo creo que es la única salida que tenemos a la crisis de vivienda, que es una inversión pública muy fuerte de vivienda social. Desde mi punto de vista, había que centrarse más en el palo fundamental que es la producción de un parque de viviendas sociales. Es decir, de viviendas cuyo alquiler sea independiente del mercado y se adecue de alguna manera a las posibilidades de los inquilinos. Aquí se llama vivienda pública. Pero no tiene que ser completamente pública ni tiene que ser pública la gestión. Es más, yo recomendaría una público-privada.

Madrid y Barcelona son ya lo que Saskia Sassen llamó “ciudades globales”. ¿El precio de la vivienda tiene que ver con eso?

- Claro, con eso lo que está habiendo es un posicionamiento creciente de los fondos de inversión en el inmobiliario. Porque ven que es más seguro, por una parte, y, por otra parte, a veces es incluso más rentable que la inversión en los fondos mobiliarios.

Desde el Park Guell de Gaudí se puede ver Barcelona
Desde el Park Guell de Gaudí se puede ver Barcelona iStock

- ¿Y qué pasa con la estructura social de esas urbes que atraen a capitales y formas de trabajo desterritorializadas…?

Ha habido un grupo de arriba que se ha enriquecido brutalmente, en todos los países. Luego, unas clases profesionales que se han estancado. Y una clase trabajadora en la que ha aparecido un nuevo sector que tiene que ver con los servicios personales, que es el nuevo proletariado. Pero ya no es un proletariado sindicado. En EE. UU., ni siquiera se les permite, los echan. Aquí pueden, pero con trabajos tan precarios, muchos de ellos, no tienen estructuras…

Madrid y Barcelona, decía en un artículo en la Revista Española de Investigaciones Sociológicas de 2019, se han polarizado y tienen menos mezcla social. ¿Es importante esa mezcla?

– Es básica. Es decir, en la medida en que la sociedad esté más polarizada, yo creo que va a ser más ingobernable, porque lo que tienes son grupos sociales que no se encuentran, y en cualquier momento uno de ellos se rebela, saliendo a la calle, rompiendo y haciendo todas las historias que hemos visto en Francia, por ejemplo, con los chalecos amarillos. Lo curioso es que en España no ha habido vivienda social y todo se da al mercado, tienes dos mercados, por ejemplo en Madrid: el del sur y el del norte, con precios distintos, calidades distintas, estructuras distintas, servicios distintos. Y eso contribuye a crear un proceso de malestar y de polarización.

- La ciudad es el lugar de la política. ¿La segregación urbana puede provocar exclusión política?

- Sí. David Harvey [antropólogo y geógrafo británico], cuando habla de los procesos urbanos, dice: “La ciudad genera desigualdad”. No solo desigualdad económica, también desigualdad política. Porque si yo tengo mucho capital, voy a tener tiempo y energía para luchar por mis intereses. Si vivo de alquiler, ¿qué interés defiendo? ¿Qué ciudad? Mi capacidad y mi fuerza interior para presionar es menor. Cuando tengo un negocio y trabajo por él, tengo una capacidad de influencia política, incluso en los grupos de izquierda, mayor que el que vive al día. Esa es la historia. Y eso se da en la ciudad y se da por zonas. Las zonas con más abstención son las de renta más baja.

- ¿El decrecimiento llegará a las ciudades o encontrarán al menos un punto de equilibrio sostenible?

 Cuando estuve la primera vez en Berkeley, a comienzos de los 90, pensamos que el desarrollo de la informática iba a traer consigo una dispersión enorme de la población porque la gente podía trabajar fuera de la ciudad. Pero esto no ha sucedido. Aquí, de hecho, la gente ha aireado mucho esto de la deslocalización, pero lo vamos a ver estadísticamente con el próximo análisis con los datos del reparto de la población. Los que se han ido a trabajar al campo son una minoría. Las ciudades siguen atrayendo brutalmente, aquí es donde se están creando los empleos con más futuro.

Para la Cámara de la Construcción, el discurso de Macri no tiene asidero en la realidad


Fuente: Telam – El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss, afirmó este jueves que el discurso de Macri sobre «dinamitar todo» es «un discurso que no tiene asidero en la realidad».

«Frases rimbombantes en cualquier discurso no me interesa escuchar, frases que no tienen fundamento, yo quiero que me digan cosas concretas de lo que se va a hacer. Dinamitar todo es un discurso que no tiene asidero en la realidad«, dijo Weiss en declaraciones a radio AM 750, al ser consultado sobre el discurso pronunciado este miércoles por el expresidente Mauricio Macri en La Rural

, en el marco de un encuentro en el que diferentes precandidatos a la presidencia expusieron sus ideas y propuestas.

El dirigente también se refirió a lo dicho por el líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, y dijo que «no» compartía su pensamiento y que lo que mucho de lo que propone «no se puede llevar a cabo».

«Las cosas que dice (Javier) Milei en particular no las comparto y muchas no se pueden llevar a cabo, como por ejemplo que no va a haber más obra pública, eso no existe en ningún lugar del mundo; en el mundo, la obra pública hecha por privados no excede el 20%, el 80% restante siempre está a cargo del Gobierno«, puntualizó.

En cambio, señaló que «(el gobernador de Jujuy) Gerardo Morales, (el ex diputado Miguel Ángel) Pichetto, (el gobernador de Córdoba Juan) Schiaretti compartieron bastante lo que hay que hacer, el diagnóstico de lo que hay que arreglar en la Argentina para liberar la actividad privada y traer mayor inversión y generar empleo».

El empresario opinó que «el gobierno de (Mauricio) Macri tuvo dos períodos concretos: 2016 fue un año muy regular, 2017 fue un muy buen año, en el que se batieron récords en ciertos indicadores hasta mayo de 2018 que vino el crack financiero que todos conocemos».

«A partir de ahí empezó un período de crisis que se prolongó hasta 2020, hubo un repunte con este Gobierno y hubo muy buenos indicadores también el año pasado, el empleo está muy cerca del pico máximo, el consumo de cemento fue récord histórico el año pasado, ladrillos y cerámicos también fueron récord», sostuvo, y agregó que «ahora empezaron a caer todos los indicadores».

Afirmó que «la obra pública tuvo efectivamente mucha actividad desde mediados de 2020, nunca paró y tuvo un enorme dinamismo hasta mediados del año pasado; post (Martín) Guzmán empezamos a tener problemas por la inflación, el aumento de costos y el atraso de los pagos, que complica seriamente las obras».

«(El ministro de Economía Sergio) Massa agarró una economía con muchas distorsiones y muchos problemas y trata de hacer lo posible con las variables que tiene; las variables empeoraron drásticamente post Guzmán por la sequía, que complica seriamente la marcha de la economía argentina», concluyó.

Emprendedora: consiguió sus primeras tierras a los 22 años, arma barrios y construye viviendas para jóvenes

Fuente: La Nación – Magdalena Day tenía 22 años, acababa de tener a su primer hijo y estaba cerca de obtener un título de Marketing cuando concretó su primer proyecto inmobiliario

En el 2005, la desarrolladora salteña Magdalena Day tenía 22 años. En ese entonces su vida era ajena al mercado inmobiliario ya que un puñado de materias la separaba de su diploma de la carrera de Marketing. Ante la alerta de un embarazo riesgoso -que terminó con la llegada de su primer hijo- la joven pausó la universidad y le dedicó tiempo a su salud y familia. En sus primeros pasos como casada y con un bebé recién nacido, Day experimentó una necesidad que atravesaba y sigue impactando en los jóvenes hoy en día: tener una vivienda.

“Me tocaba de cerca empezar a formar mi familia y mi hogar”, contó en diálogo con LA NACION, y agregó: “Me quedó grabado un aprendizaje del marketing: que uno tiene que desarrollar un producto o servicio con una necesidad genuina. En Salta y en el país, la necesidad genuina para mí era la posibilidad de acceder a la casa propia”.

Magdalena Day fundó su desarrolladora cuando tenía 22 años
Magdalena Day fundó su desarrolladora cuando tenía 22 años

Pero en la provincia norteña los productos básicos partían de una vara monetaria muy alta. “En Salta se estaba dando la aparición de los primeros barrios cerrados con terrenos tipo quinta desde los 5000 m² y analicé qué podía aportar como proyecto para darle una solución a los jóvenes. Entonces empecé a estudiar unas 100 hectáreas de tierras que eran de mi familia en la circunvalación oeste, que es como hoy la zona de Nordelta y Pilar, a donde se fueron trasladando familias jóvenes. Estaban pegadas a comercios y colegios pero no tenían infraestructura, por lo que propuse instalarla y crear opciones de lotes de 1500 a 2000 m² que fueran más accesibles y que en ese momento eran inexistentes en la zona”, cuenta sobre sus inicios.

La única alternativa accesible con la que contaba la provincia “eran los barrios del Instituto Provincial de Vivienda con terrenos de 250 metros pero tenías que estar dentro de un colegio profesional para inscribirte, por lo que la clase media no tenía opciones viables”, dice.

Su primer emprendimiento fue la urbanización de tierras familiares
Su primer emprendimiento fue la urbanización de tierras familiares

La experiencia y el conocimiento en el rubro era nula pero la pasión por su misión le dio la fuerza necesaria para poner su proyecto en marcha. Fue así como tercerizó ingenieros para dirigir las obras, agrónomos y profesionales del sector y en menos de un año ya había equipado La Merced Chica -su primera urbanización con agua, gas y servicios básicos- y conformado el Grupo MDay que hoy lidera.

A pesar de gestar su proyecto en una Salta conservadora, Day como madre y profesional en un rubro mayormente de varones, agradece el consejo de sus padres “que siempre promovieron la mirada de que no existían los imposibles y no me marcaron un techo por ser mujer ni nada de eso”, celebra.

El secreto de empezar sin nada

Mientras balanceaba su vida laboral con la de madre primeriza, la ambición y su propósito de ayudar a los jóvenes la motivaron a sus cortos años a ir más allá. En las tierras vecinas a las tierras familiares, por las que había pasado por la puerta al instalar los nuevos servicios, se encontraban entre ocho y 10 hectáreas de una familia salteña que vivía en Uruguay. Pero comprarlas de la forma tradicional no era una opción. El valor de esa tierra rondaba los US$800.000 en el momento y ella solamente había ahorrado el dinero para su primer auto, un Citroen C3 cuyo valor era apenas el 1% del monto que tendría que pagar.

A los 23 años logró negociar la compra de tierras por su propia cuenta con solo una promesa a cambio y un tiempo limitado
A los 23 años logró negociar la compra de tierras por su propia cuenta con solo una promesa a cambio y un tiempo limitado

“Cuando empecé no tenía auto, tenía que ir en colectivo hasta la Iglesia y ahí les mostraba las propuestas a los clientes entonces mi primera herramienta tenía que ser la movilidad”, cuenta. Los dueños de la tierra estaban conectados con una de las constructoras más importantes de la zona y ella, con la poca experiencia en su portfolio, tenía que demostrar que iba a poder concretar sus promesas.

“Me acerqué al apoderado de las tierras y le conté lo que había desarrollado con mi familia, que tenía un proyecto propio y que quería comprar esas tierras. Le dije que si usaba los ahorros de mi auto, lo perdía todo y le pedí tiempo para juntar permisos y potenciales compradores. Me dijo que buscara otra forma de darle una garantía así que me fui de ahí desilusionada; pero creo que haberle ofrecido el dinero de mi primer auto lo ablandó. Entonces llamó a los dueños para contarles la propuesta disparatada de una chica de 23 años y nos conocimos”, relata.

Finalmente, el acuerdo llegó con una condición. Si lograba reunir los permisos y clientes en seis meses, las tierras eran suyas para comprar. “Yo veía una montón de jóvenes interesados en comprar tierras sin expensas y pegadas a un centro urbano consolidado, así que sabía que la demanda existía. Dicho y hecho, me dieron seis meses y al tercer mes ya había juntado todo”, dice orgullosa de sus logros, los cuales reconoce que “fueron una muestra de que doy todo lo que tengo habiendo encarado el rubro sin tener casi experiencia”. ¿La mejor parte? Nunca le aceptaron sus ahorros para el auto como pago.

Así logró materializar su primer emprendimiento propio de 50 lotes nuevos para jóvenes y desde entonces nunca frenó. Reconoce que muchos de sus proyectos de urbanización se construyen principalmente con líneas de créditos Procrear, una de las opciones más asequibles entre las familias jóvenes del país.

Qué necesitan los jóvenes hoy

Un dato no menor en este tipo de proyectos es que la desarrolladora financia a seis años después de la posesión. “El joven hoy necesita cuotas. Creo que hace falta acompañamiento del sector público-privado donde el sector público apoye proyectos viables de los privados con créditos. Por ejemplo, en vez de los cuatro años de financiación promedio de los desarrollos inmobiliarios necesitemos 20 años como se hacía históricamente con las políticas de acceso a la vivienda. Hoy, el joven llega a la compra del terreno pero necesita el monto de construcción subsidiado”, concluye.

La emprendedora cree que lo que más le hace falta a los jóvenes hoy son créditos a largo plazo
La emprendedora cree que lo que más le hace falta a los jóvenes hoy son créditos a largo plazoJavier Corbalan

En ese sentido, desarrolló el proyecto Chancas, en el que pagan un anticipo, cuotas bajas hasta que se mudan mientras ellos inyectan dinero para completar un año y medio de obra y los clientes pagan en seis años en cuotas pesificadas actualizadas por la CAC. En un terreno de 6000 m² levantó 40 departamentos y lofts de hasta 70 metros cuadrados con jardín propio y amenities indispensables para mantener bajos los costos de expensas. Este proyecto ya fue todo entregado y actualmente se encuentran replicando el mismo modelo en otros puntos de la ciudad.

Un paso más allá

Sin embargo, con el crecimiento de la desarrolladora vino la ampliación de su cartera de productos.Hace unos años empezó el boom de minería en Salta y vimos que las familias que se mudaron a la zona empezaron a demandar servicios, comercios, oficinas. Para ellos empezamos hacer productos de usos mixtos con el fin de generar consolidación en una ciudad de 15 minutos. La circunvalación oeste, nuestra mayor zona de influencia, se conecta con las vías que suben a las minas y por derrame terminó siendo la zona demandada por el corporativo minero, lo que acelera mucho el enriquecimiento de la zona”, señala sobre el área donde se encuentran desarrollando proyectos corporativos y residenciales.

Uno de los proyectos de usos mixtos en Salta en los que está trabajando la desarrolladora
Uno de los proyectos de usos mixtos en Salta en los que está trabajando la desarrolladora

“La rubita que vendía ilusiones”, como la llamaban cuando era joven, demostró que ser una mujer con convicciones y sueños firmes y que venir de otro rubro no significa ninguna limitación si se tiene un propósito definido. Hoy en día, el grupo tiene 1200 hectáreas urbanizadas -de las cuales 800 están dirigidas a jóvenes-, más de 25 proyectos entregados y más de 15.000 familias que se convirtieron en propietarias. La mitad de su cartera sigue apuntada a su misión original, darle una solución de vivienda a los jóvenes, y la otra encontró la forma de adaptarse al mercado y se destina a barrios cerrados para el público que busca seguridad, proyectos comerciales y corporativos.

En ese contexto es que analiza sus próximos pasos y no ve en el gigante de Buenos Aires una inversión cercana, sino que se inclina por la seguridad jurídica de Montevideo, la capital uruguaya, donde hay créditos para proyectos, eximición de impuestos por 10 años y políticas que fomentan la inversión.

La ciudad que viene: los barrios que cambiarán y por qué hay que terminar con la grieta, también en el urbanismo

Fuente: La Nación ~ En un mano a mano con LA NACIÓN, Álvaro García Resta, el funcionario de desarrollo urbano de Horacio Rodriguez Larreta, adelanta los cambios que prepara en la ciudad.

“Gobernar es explicar”. Esta frase de Fernando Henrique Cardoso, ex presidente de Brasil, es una de las preferidas de Álvaro García Resta, el secretario de desarrollo urbano de la ciudad de Buenos Aires en el gabinete de Horacio Rodríguez Larreta y un convencido de que otra ciudad es posible.

El arquitecto y urbanista de 44 años asegura que desde su lugar pone freno ante situaciones o reclamos que no comparte si detrás observa “intereses políticos” de algunas organizaciones evidentemente partidarias. “No estoy a favor del populismo urbano”, confiesa. Consultado por los convenios urbanísticos, el funcionario defiende la herramienta y sin esquivar la polémica que genera asegura que, en algunos casos, las excepciones “me parecen bien”.

A cargo de la secretaría de Desarrollo Urbano desde 2019 -y con más de 10 años en la gestión pública-, se han logrado “destrabar” proyectos que durante muchos años parecían no tener solución, desde el Elefante Blanco, en Ciudad Oculta, pasando por el Parque de la Estación y la Manzana 66 en el barrio de Once, o la mudanza del Tiro Federal, en Núñez, para dar paso al Parque de la Innovación.

Álvaro García Resta y Horacio Rodríguez Larreta comparten su pasión por el running todas las mañanas
Álvaro García Resta y Horacio Rodríguez Larreta comparten su pasión por el running todas las mañanasGentileza Gobierno de la ciudad

-¿Cuáles son los desafíos que se presentan hoy en la ciudad de Buenos Aires?

-En la Argentina, el 92 por ciento de las personas vive en centros urbanos. Por eso es importante gestionar mejor las ciudades porque son el territorio elegido por la mayoría. En los países más desarrollados se puede vivir en zonas rurales porque las infraestructuras están preparadas para la población. Podés vivir lejos porque igual estás cerca de todo. En países subdesarrollados, la gente tiene la necesidad de vivir en las ciudades para estar cerca de los servicios y de las oportunidades. Por eso el gran desafío es acercar la urbanidad a la gente y no la gente a la urbanidad. En las ciudades está la posibilidad de mejorar la vida de la gente. Y ahí hay una oportunidad, entonces, de transformar el país.

-¿Cómo se generan estas nuevas urbanizaciones?

-El año pasado durante la Cumbre Global de Alcaldes de C40 presentaron un proyecto para crear un nuevo polo urbano en la Ciudad Olímpica en Lugano, en la que participó la UNSAM y una delegación de Harvard.

Cuando nos reunimos con los referentes del Centro de Estudios Económicos Urbanos para hablar sobre la propuesta lo que tratamos de transmitirles es que la importancia estaba en el cambio en la mirada hacia la ciudad. Por ejemplo, en zonas como Lugano que se suelen ver como el borde de la ciudad, en realidad el ejercicio es mirarlas objetivamente como el centro de un área metropolitana. Así, para la persona que vive en un municipio cercano, Lugano es una oportunidad.

-¿Cuál es esa oportunidad?

-Darle a la gente la urbanidad que no tiene. Porque la gente demanda vida urbana, entendiendo que esa vida urbana de alguna manera compite con la suburbana, una vida que en la teoría te permitiría vivir con los pies en el pasto y salir a hacer ejercicio en contacto con la naturaleza. Pero en los hechos concretos termina generando un mayor costo por los traslados y la distancia a las áreas de servicios. Por eso es clave replantear esa idea que vivir en ciudades no es lo sostenible cuando en realidad la ciudad hace sostenible al modelo, y además deja el suelo para la producción.

Las obras en el Paseo Gigena, frente al hipódromo de Palermo y sobre la avenida Dorrego
Las obras en el Paseo Gigena, frente al hipódromo de Palermo y sobre la avenida DorregoRicardo Pristupluk

-¿Cuáles son los proyectos para este año?

-Para que Buenos Aires sea sostenible necesitamos al mismo tiempo generar densidad y vida urbana, crear más espacios verdes y públicos. Hemos creado herramientas para que proyectos de articulación público privada puedan suceder, como el de la ex sastrería militar con la creación de comercios, torres y la primera plaza de las Cañitas, por ejemplo. Durante la actual gestión recuperamos 100 hectáreas de espacios verde. Sólo 50 hectáreas fueron sumadas con el proyecto de Costa Urbana en la ex ciudad deportiva de Boca, tierra que originalmente era pública, pero que el Estado nacional había cedido a manos privadas. Arrancamos con la plaza en la calle San Isidro Labrador, que acabamos de inaugurar, y después vienen la plaza de la ex sastrería militar en Cañitas y después el Paseo Gigena, los bajo viaducto, Parque del Vega, Plaza AMIA.

¿Este tipo de desarrollos repercuten en el desarrollo inmobiliario?

La ciudad de Buenos Aires tiene una trama predecible, con un determinado ritmo y con ciertas rupturas. Lo que rompe la trama continua son las infraestructuras urbanas, como por ejemplo, un estadio de fútbol, una vía de tren, o cualquier otra infraestructura urbana obsoleta en su uso o función. Así es que hay un desafío en reformular las infraestructuras para aggiornarlas a la vida urbana actual. Casi nadie quiere vivir frente a una cancha de fútbol, pero todos quieren vivir frente a una plaza. Un caso es el de Plaza Houssay, ubicada entre la zona de las facultades de Economía, Medicina, Farmacia y Odontología. Antes nadie quería vivir ahí por la inseguridad y el estado de abandono de la zona. Hoy, en cambio, se generó un espacio con una oferta variada que se corresponde con la demanda. Así es como hoy, al pasar por ahí, en vez de ver desolación y abandono ves a un montón de estudiantes reunidos disfrutando de un espacio público a toda hora y todos los días de la semana, eso es la vida urbana, que es finalmente lo que atrae y genera mercado.

Otro ejemplo es Plaseo Gigena, el viejo estacionamiento frente al Hipódromo, es algo que va a cambiar radicalmente la dinámica de la zona y si bien todos sabemos que había una oportunidad de mejora, no era algo que generaba problemas ni demanda de vecinos, simplemente era lo que era, o lo que supo ser. Pero no trabajamos solo atendiendo la demanda, sino generándola en muchos casos, y en éste en particular nos anticipamos.

-¿Por qué se generan grietas como por ejemplo entre vecinos y los nuevos proyectos?

-Creemos que podemos generar condiciones para que el mercado y los vecinos estén más cerca, finalmente se escuchen, dialoguen, se conozcan y de esa manera ganen todos. No creemos en las grietas, la de los desarrolladores y los vecinos es otra grieta más creada por los que viven de eso, organizaciones sociales con agenda partidaria, populismo urbano, oportunistas, gente que observa y no hace nada.

Un ejemplo de que con acuerdos se pueden logran cosas transformadoras fue el trabajo de consensos con el Tiro Federal. Sus socios ahora tienen un club mejor, la Ciudad logra materializar el “Parque de la Innovación” (un parque científico tecnológico moderno para I+D) ¡y el vecino recupera ocho hectáreas de espacio público!

Para el funcionario, Chacarita es un ejemplo de un barrio con un crecimiento virtuoso
Para el funcionario, Chacarita es un ejemplo de un barrio con un crecimiento virtuoso Santiago Cichero/AFV

-¿Habrá una playa en la ciudad?

-El Distrito Joven en la costanera es una apuesta central para nuestro plan de recuperación de la costa y la relación de la gente con el Río de la Plata. El plan tiene encadenados muchos proyectos de mixtura de usos y de oferta muy variada, para abarcar a la mayor cantidad de gente y se sienta atraída y decida ir a pasar tiempo al río. El plan incluye además de este proyecto un nuevo sistema de espacios públicos y verdes. La idea de Distrito Joven es concentrar parte de la actividad nocturna que hoy está desperdigada por la Ciudad y complementarlo con usos diurnos para que la gente pueda disfrutar a toda hora y todos los días.

También estamos en obra para que haya una playa, ubicada al lado de Ciudad Universitaria, imaginamos una sinergia parecida a lo que pasa hoy en Río de Janeiro, por la noche gente bailando y en bares y por la tarde jugando al voley por ejemplo. Es un proyecto que forma parte de esta idea de que Buenos Aires recupere la cara al río, uniendo toda la costa de punta a punta.

-¿Cómo afecta la macro al desarrollo de los proyectos, los tiempos y costos?

-La macro no ayuda, hay una excelente oferta pero hace falta la gente y el problema es que la gente no puede acceder a créditos para vivir en la ciudad.

Más allá de la macro, la cantidad de obras en la Ciudad es muy llamativa. En los últimos años, sobre todo después de la pandemiay los cambios en la forma de vida zonas de la ciudad, hay barrios que empezaron a levantar el perfil.

-¿Qué barrios forman parte de este derrame?

-Creo que como producto de los pocos incentivos a la demanda que ofrece la macro, el crecimiento de la ciudad de Buenos Aires se desarrolla por derrames, a diferencia de lo que sucede en otros lugares del mundo, donde se desarrollan barrios enteros.

En Buenos Aires no pasa: cuando la gente logra acceder a la vivienda, busca hacerlo en lugares ya consolidados. Es como una mancha de tinta, parte la gota desde lugar más denso y se derrama. Para hablarte de casos concretos, Chacarita es producto de ese derrame, de Palermo y toda la zona norte de CABA. Pero además este crecimiento es una buena noticia.

 García Resta asegura que pone freno ante situaciones si detrás observa “intereses políticos”
García Resta asegura que pone freno ante situaciones si detrás observa “intereses políticos”Santiago Cichero/AFV

-¿Por qué?

-Porque llegó de forma responsable, con un código urbanístico que reconoce la morfología, con desarrolladores muy conscientes de la identidad de los barrios y con los vecinos como parte de la discusión. Siempre hay que tener en cuenta que hay dos desarrollos, el inmobiliario y el urbano. El desarrollador inmobiliario mira su edificio pero no tanto el entorno, y el urbano hace lo contrario: los proyectos urbanísticos reconocen el entorno como una oportunidad, toman infraestructuras que estaban atrasadas y las actualizan. Creo que se está viviendo un cambio cultural en la forma de desarrollar que desde nuestro lugar intentamos acelerar, necesitamos desarrolladores más responsables y yo veo buenos casos emergentes en esa línea.

-¿Qué otras zonas de “derrames” crecieron tanto que ya no necesitan de Palermo?

-Hay una segunda fila de Palermo que venció la barrera de Córdoba, y después la de Corrientes. Desde el extremo también Devoto, como centralidad y como barrio consolidado, se fue transformando en un barrio con más mixturas de uso, un barrio residencial lindero a la General Paz que se volvió una centralidad del área metropolitana. Claro que hay gente que vive en Devoto que en cierto modo resiste esa transformación y es comprensible, los vecinos de la parte residencial, y por eso estamos en diálogo con todos ellos tratando de equilibrar el impulso del desarrollo y la preservación de la identidad barrial.

También desde Devoto nacen otros derrames, como Villa del Parque o Villa Santa Rita, donde estamos tratando de gestionar la primera plaza. Hace pocos días se despachó en la Legislatura el proyecto de ley para la expropiación de un predio y pasarlo al dominio público para hacer una plaza para el barrio.

La torre Chateau de Puerto Madero, una de las más emblemáticas del barrio más joven de la ciudad
La torre Chateau de Puerto Madero, una de las más emblemáticas del barrio más joven de la ciudad

-Respecto a los convenios urbanísticos ¿en qué se equivocó?

-En nada. Suscribo en todo. Considero que es una herramienta excelente y como toda herramienta innovadora requiere pulirla y ajustarla para ir encontrando el mejor uso. Se presentaron 112 convenios urbanísticos, y de ese total solo 12 se votaron en la Legislatura, otros 70 fueron rechazados y los 30 restantes los vimos viables desde el Poder Ejecutivo. Yo creo que cuando el proyecto presentado mejora la norma y la contraprestación propuesta realmente genera una externalidad positiva, vale la pena la discusión. Hoy por hoy ya estamos viendo las contraprestaciones de los convenios que ya fueron votados, y es impresionante saber que habrá una plaza nueva en Las Cañitas, un barrio que no tenía plazas, o una plaza nueva en la calle San Isidro Labrador, en Saavedra, o un nuevo parque urbano a la vera del Río de la Plata. Con todo eso va a ser más difícil demostrar que no es una buena herramienta.

El convenio urbanístico no permite que se haga cualquier proyecto, por eso rechazamos la mayoría. Obviamente es una herramienta que le permite al privado proponer lo que quiera, lo que no quiere decir que la Ciudad avale, si está mal no se aprueba. Simple.

-¿Y por qué son tan cuestionados?

-En muchos casos la percepción de distorsión también aparece en los beneficios que pueden percibir los vecinos. La discusión que viene ahora tiene que ver con perfeccionar la herramienta, por ejemplo con que si la contraprestación tiene que estar en el mismo barrio o puede estar en otro. Nosotros creemos en redistribuir el activo de la ciudad en distintas zonas para poder incentivarlas, por ejemplo si hacemos un convenio en un lugar donde ya hay mucho espacio verde aprovechar la herramienta para llevar espacios verdes donde no hay, como el caso que conté en Saavedra, se desprende de la permuta de la Manzana 66 que está en el barrio de Once. Esa es la tarea también del desarrollo urbano.

-Hay una discusión que se da mucho hoy en día respecto a la altura de los edificios. ¿Torres sí o torres no?

-No conozco ninguna facultad de Arquitectura que diga que las torres están mal ni ninguna ley que prohíba las torres. La tipología no es el problema. Suelo decir que las torres son como los chistes, cuando las hacés en un lugar que corresponde todo el mundo se ríe y, cuando lo hacés en un lugar que no corresponde, todo el mundo se enoja. Hay lugares donde las torres están bien, por su tipología, por su altura, su eficiencia a la hora de construir. Lo vimos en el mundial en Qatar, donde las torres son un símbolo de futuro, de pujanza, porque son una tipología relativamente nueva, porque después de la revolución industrial, el acero y el ascensor nos trajeron la posibilidad de vivir en altura.

La ciudad antigua se desarrollaba a lo largo del territorio, con el tiempo nos dimos cuenta que no hay nada mas valioso que el territorio. Son densos y no hay altura. La torre es una buena herramienta en el lugar indicado, por ejemplo, en Puerto Madero. O en los bordes o corredores, como ocurre con la ex sastrería militar, que está contra una vía de tren y contra una infraestructura, no está en medio del barrio.

-El tema que genera más ruido siempre en torno a los desarrollos inmobiliarios está en las excepciones…

-Voy a decir algo que es políticamente incorrecto: para mí la excepción no esta necesariamente mal, si está bien el proyecto la excepción está bien. Ninguna ciudad puede aspirar a ser predecible en un 100 por ciento, de hecho ninguna ciudad lo es. Entonces la norma general que aplica sobre una ciudad preexistente, o sea ya construida, tiene oportunidades para mejorar la norma general con una excepción. El problema es cuando la gente te dice que la excepción es para beneficiar a alguien y no para beneficiar a la ciudad. Mirá Costa Salguero, por ejemplo, decían “van a hacer torres en Costa Salguero” y no van a ser torres, son edificios de seis pisos. En los 90 se concesionó por 30 años, ahí no hubo audiencia pública, nada y todos asumieron que eso que pasaba estaba bien. Nosotros ahora estamos recuperando lo que es de los vecinos y con todas las formas posibles de disfrutar de la costa del río: viviendo, comiendo, trabajando, no es sólo con espacios verdes, es mucho más que eso. Hoy la excepción te da una plaza en un barrio que no la tenía o te permite ganar 50 hectáreas de espacios verdes.

También creo que las organizaciones sociales tienen que replantearse la agenda, porque a partir de estos convenios generamos más de 65 hectáreas de espacio público y verde. Creemos que hay mecanismos, como estos, que no son solo expropiaciones, que permiten aumentar el suelo público y verde pero también beneficiando al sector público y al privado.

Yo no creo en el populismo urbano, eso es pura demagogia. Yo soy urbanista, creo en la participación genuina y por eso creamos en la Secretaría la Dirección de Antropología Urbana, para sumar la participación y la mirada de los vecinos a todos los proyectos. Si paso por una esquina y me piden que firme un papel para que no destruyan un barrio, obvio, firmo. Algo parecido pasa con la cuestión patrimonial, hay que dar una discusión seria y de fondo para ver cómo se hace para que ese patrimonio, privado, sea sostenible para sus dueños, porque la gente muchas veces vende su propiedad porque no puede mantenerla.