Fuente: BAE ~ El sector de la construcción espera captar USD5.000 millones durante el próximo año.
Tras la prolongación, por un año, del régimen de blanqueo en la construcción con la intención oficial de incentivar la reincorporación tanto de pesos como de dólares al sistema formal, hay una gran expectativa en el mercado inmobiliario con respecto a las ventas que puedan generarse en este último cuatrimestre del año.
«Hasta que Argentina no cambie su sistema tributario, siempre va a haber gente que necesite blanquear. Esta es una nueva oportunidad para que los que tienen dinero no declarado puedan hacerlo a un costo muy bajo. Resulta conveniente aprovechar los primeros 90 días, que rigen hasta el 19 de noviembre de 2022 y tributan el 5%, al dólar oficial, y si vamos al dólar libre termina quedando casi en un 2%. Su principal atractivo es el costo, que es prácticamente marginal», especificó Gabriel Brodsky, CEO de la firma Predial.
Dentro de las consideraciones que hay que tener en cuenta es que el blanqueo contempla una alícuota progresiva de acuerdo con los plazos en los que se ingrese. Por ejemplo, los ingresados desde el día siguiente de vencido el primer plazo y hasta transcurrido otros 90 días (17 de febrero de 2023), la tasa será de 10%; y los declarados desde el día siguiente de vencido el segundo plazo y hasta transcurrido 180 días corridos (16 de agosto de 2023), abonarán una alícuota de 20 por ciento.
Las principales diferencias con el blanqueo anterior es que el dinero declarado se va a poder invertir «por etapas», con tiempo hasta fines de 2024, lo que da un período de dos años de inversión. Además, también podrán aplicar aquellas obras que habían ingresado al blanqueo anterior y están avanzadas en más del 50% o ya terminadas.
«Esto lo hace más atractivo y masivo. Le otorga al comprador más opciones para elegir dónde invertir su dinero y dinamiza mucho más la actividad inmobiliaria», enfatizó Brodsky, quien considera que el sector más beneficiado va a ser el de las viviendas.
En el blanqueo del año pasado, que fue publicado en el Boletín Oficial el 12 de marzo pero reglamentado 46 días después se perdió el 80% del tiempo para hacerlo al 5%.
Según datos de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), en los diez días que duró la primera etapa se captaron USD200 millones y en esta oportunidad las proyecciones llegan hasta los USD5.000 millones.
«Es una excelente oportunidad para quienes quieran adelantar parte de la herencia a sus hijos comprándoles departamentos o, desde la parte comercial, blanquear dinero como una forma de dolarizar flujos en pesos que se tienen y comprar activos que cotizan en dólares», aconsejó Brodsky ya que el costo de la construcción sigue resultando conveniente.
Al hacer un análisis de la situación actual, Brodsky recordó que la industria viene muy golpeada desde hace varios años. «Se movilizó fuertemente con los créditos UVA y después de eso todo fue descendente. Si esto logra funcionar sería una bocanada de aire. No una solución de fondo pero por lo menos un paliativo», consideró.
Para Brodsky el principal motivo que podría atentar contra la extensión del blanqueo es que el país atraviesa una crisis de confianza más allá de los problemas económicos y políticos. «Hay mucha gente que tiene demorada la decisión por una cuestión de confianza en el país. Hay que ver si simplificando los pasos y emprolijando lo que estuvo mal la vez anterior con el blanqueo», dijo en alusión a que muchos terminaron pagando impuestos que el gobierno de turno prometió que no iban a pagar.
Frente a este panorama, el Gobierno aclaró que las personas que accedan a este régimen para iniciar o completar proyectos inmobiliarios privados van a quedar eximidos del pago del Impuesto a los Bienes Personales, entre otros beneficios.