Construcción: apuntan a bajos costos como incentivo al blanqueo

Fuente Ámbito ~ La primera etapa del blanqueo de fondos no declarados destinados a la construcción culminó con “poco éxito”, según describieron fuentes del sector. A este ritmo, estiman que no se llegará a los u$s5.000 millones que espera el Gobierno. Sin embargo, todavía quedan dos meses para “exteriorizar”, como lo llaman los contadores. Si bien en esta segunda etapa el impuesto será más alto, el gran incentivo pasará por los costos de la construcción y de las propiedades, bajos con respecto a años anteriores.

“Cuando el Congreso aprobó la ley, había mucho interés, pero ahora la expectativa es menor”, describió a Ámbito José Rozados, presidente de Reporte Inmobiliario. La primera etapa, que culminó el lunes, era la más atractiva, debido a que blanquear fondos en una cuenta bancaria ante la AFIP tenía un impuesto del 5%, y ningún reclamo contable o judicial. Sin embargo, la reglamentación de la ley llegó recién en la última semana de abril. “Las cuentas bancarias para hacer el depósito recién empezaron a abrir entre jueves y viernes de la semana pasada, por lo que hubo solo una semana para depositar”, agregó Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU).

Desde ayer, el impuesto pasó al 10%. Y, desde el 10 de junio, será del 20%. Pese al lobby del sector empresario, que fue el que inicialmente acercó la propuesta a Economía a mediados del año pasado, por ahora el gobierno no accedió y los plazos se mantienen igual. “No tuve ningún caso que pudiera ingresar con el impuesto del 5%, ese primer tramo fracasó”, describió el tributarista Alberto Mastandrea. Sin embargo, agregó: “El impuesto del 10% es igual de atractivo”.

El aumento de la alícuota no se presentaría como un obstáculo, debido al incentivo relacionado a costos. “El costo de la construcción es un efecto que le suma atractivo al blanqueo, dado que se redujo en las sucesivas devaluaciones desde 2018 y llegaron a un piso el año pasado”, explicó Rozados. En los últimos 7 meses, los costos subieron 51% en dólares, y pasaron de estar 62% por debajo de 2017 a ubicarse un 43% por debajo. “Los últimos meses la estabilidad e incluso baja del dólar paralelo, junto con un aumento fuerte de los costos en pesos, disminuyeron esa ventaja”, describió.

En la misma línea, Daniel Bryn, titular de Invertire Real Estate, afirmó que las construcciones que más bajaron su precio fueron las de pozo, por lo que los precios “son atractivos”. El precio del metro cuadrado en pozo está en u$s2.584, lo que significa una baja del 9% interanual, aunque en barrios como Núñez, Palermo, devoto, Villa Urquiza y Recoleta la baja es aún superior y varía entre 14 y 19%. “Hay precios atractivos donde hay potencial para buenos proyectos”, describió.

Lo que se presenta como un verdadero desincentivo es la incertidumbre en medio de la pandemia. En la misma semana donde salió la reglamentación de la ley, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el distrito más atractivo de inversión, frenó las obras mayores a 2500 metros cuadrados. “Existe el riesgo que una obra se pare por la pandemia, y después esté en problemas para volver a arrancar. También en el medio el ministro de vivienda habló de un impuesto a la vivienda ociosa. Genera interferencia”, describió Rozados.

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