Fuente: Clarín ~ La mayoría de los empresarios del sector destaca el bajo valor de la construcción en dólares. Pero hay sobre oferta en el mercado inmobiliario y se frenan las nuevas obras.
La Construcción sigue mostrando indicadores de recuperación y está entre el selecto grupo de actividades que traccionan la recuperación del empleo. Para los desarrolladores, el costo para construir se mantiene bajo en dólares (US$ 600 el m2) mientras que los precios de las propiedades -si bien están en caída- descienden en menor medida. Estas razones hacen pensar que sigue siendo conveniente construir. Sin embargo, el contexto de un mercado inmobiliario con muy pocas ventas, genera dudas entre quienes deben iniciar una nueva obra. ¿En qué casos, entonces, resulta conveniente destinar la plata a los ladrillos?
“Si una persona tiene que invertir dinero en su propia casa para construir o refaccionar, sí es conveniente porque cambia sus dólares “blue” y le rinden los pesos con los que construye”, advierte Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO). De hecho, en el interior del país, la autoconstrucción de vivienda tiene un gran impacto. «Pero para los desarrolladores que piensan encarar una nueva obra, “hoy no es muy buen momento: los edificios que están en marcha se iniciaron hace bastante tiempo, antes de la caida del mercado inmobiliario que hoy está demasiado tranquilo. Por eso, los inversores se retiraron en gran medida porque hoy no es negocio comprar en el pozo y vender el producto terminado, dice el directivo. «Antes se hacia una diferencia importante pero ahora ya no existe y por otro lado, los usuarios finales tampoco tienen créditos hipotecarios como para comprar, excepto unos pocos».
Desde el Consejo de Profesionales de Arquitectura y Urbanismo (CPAU) advierten que “en un contexto de incertidumbre cambiaria y regulaciones a la compra de moneda extranjera, la inversión en la construcción es una alternativa sencilla para dolarizar los ahorros en pesos”. Además, según esta visión, se espera que el Gobierno siga apostando al sector como principal motor del crecimiento no solo por la generación de empleos sino también por la posibilidad de captar fondos provenientes del “blanqueo” de capitales, una medida de estímulo a la actividad que prorrogó hace pocos días.
Santiago Levrio, gerente general de TBT Real Estate cuenta que, en el caso de CABA, desde la modificación del normativa urbana se han incorporado una gran cantidad de terrenos a la oferta y ello conllevó una caída abrupta de los precios (50% en cinco años)”, describe. “Respecto del costo de construcción, aún se encuentra en el promedio inferior de los últimos 20 años. Ambas caídas fueron incluso más abruptas que las caídas de precio de venta, por lo cual, si se logra acertar en lo comercial en cuanto al producto, los márgenes potenciales son oportunos. Por otro lado, para quien busca refugio de sus recursos la construcción aún tiene insumos valorizados al dólar oficial, por lo cual tener un activo -en este caso inmueble- que pueda capturar esa oportunidad es conveniente”, opina.
¿Pero se vende lo que se construye?, consultó Clarín. “Poco, la mitad de los registros de planos se convierten en obras efectivas, y de esas obras no todas poseen un flujo de ventas que permitan financiarse sin el apoyo del capital de quien lo desarrolla. Sin embargo, existen segmentos específicos que tienen demanda sostenida, pero es sólo eso, segmentos específicos”, dice el empresario.
Fernando Cueto, director comercial de la desarrolladora Qubo, se entusiasma con las posibilidades que se presentan ahora con el blanqueo. «Es una medida que puede ayudar a captar inversores del sector, aunque también esperamos que se complemente con algún impulso a créditos que ayuden a los clientes a acceder a sus hogares y solucionar el acceso del usuario final a su vivienda”, dice. Y Sebastián Cantero, de TBSA Toro Brokers SA añade que “la buena noticia es que los dólares que se depositen en las cuentas que se generen por el blanqueo cuando le llegan al desarrollador, éste los cambia al tipo de cambio MEP, y eso es un gran alivio para continuar con la obra”.
Cueto señala que, “si bien los últimos años los precios están a la baja, es necesario seguir invirtiendo en el país porque el mercado inmobiliario nos ha demostrado que es el sector más estable y de mejor resguardo de valor de las inversiones», dice. «Los desarrolladores estamos poniendo el foco en la forma de comercializar, muchos tenemos departamentos de ventas propios, además de partners tradicionales como las inmobiliarias». El empresario considera que «hay que ser muy preciso para saber que vender y cuándo para defender lo mas posible el precio y que el negocio siga siendo rentable.»
Otro empresario del sector, Oscar Puebla, también adhiere a la conveniencia de construir ahora. “En 2023 va a haber una suba de los valores y la capitalización será excelente. Hoy la construcción de dólar blue a pesos esta mas barata que nunca aunque no va a durar mucho», advierte. Por eso ahora es una buena oportunidad para construir. Además el blanqueo va a apurar a las obras que están en el camino .Sin dudas, los ladrillos son la mejor inversión en 10 años”, opinó.
Acerca de hacia qué productos y zonas se están orientando los desarrolladores, Levrio dice que en el diseño, «se busca capturar los valores de una casa en un departamento. Respecto del precio, los desarrolladores están buscando bajar los costos absorbiendo tareas que antes tercerizaba. En lo referido a la financiación, se están observando incipientes intentos de financiar a mayor plazo el pago de las unidades”, señala.
Finalmente, sobre las zonas mas elegidas, el empresario agrega que ”además de los barrios clásicos que siempre tienen mayor o menor demanda pero siempre algo, se sumaron barrios más próximos a la Av. Gral Paz que disponen de gran calidad ambiental por menor densidad poblacional. De hecho Villa Urquiza y Villa Devoto hoy se encuentran en el podio de los barrios dónde más planos se registran”, dice.