Fuente: Cronista – Las empresas medianas y más chicas liquidan las últimas unidades de sus proyectos terminados para conseguir flujo de caja y poder lanzar nuevos emprendimientos. Qué precios se manejan.
El mercado de real estate, poco a poco, empieza a acomodarse tras la llegada del nuevo Gobierno. En momentos de transición, hay oportunidades en los precios. Los desarrolladores chicos están liquidando sus departamentos terminados a precios hasta un 15% por debajo de los del mercado para conseguir flujo de caja que les permita activar nuevos emprendimientos.
«Los desarrolladores chicos o medianos arman fideicomisos para construir sus edificios. Estos necesitan liquidarse para formar una nueva sociedad y arrancar, de esta forma, un nuevo emprendimiento. Por eso, suelen venderse las últimas unidades con precios de oportunidad», explicó Alejandro Ginevra, presidente de GNV Group, la mayor desarrolladora de Puerto Madero.
En el sector, coinciden en que, hoy, los departamentos a estrenar se están vendiendo con precios de lista del año pasado. «Están, en promedio, un 10% o 15% por debajo del valor del mercado. Teniendo en cuenta el aumento que tuvieron los costos de la construcción en los últimos tres meses», agregó el empresario.
Es que explicó Ginevra, en los últimos tres meses, el costo de la construcción subió un 50% en dólares. «Hay grandes oportunidades en los casos de quienes necesitan hacerse de flujo de caja», dijo. Los grandes proyectos, en cambio, están acomodando sus lista de precios un 2% mensual en dólares.
«El mercado se está moviendo más. Lo que se está vendiendo son unidades a estrenar o a punto de entregarse, que tienen lista de precios del año pasado. Este año, tuvimos ajustes de entre un 10% y un 15%. Las unidades que quedaron con precios competitivos son las que se están vendiendo», describió Gabriel Brodsky, socio de la desarrolladora Predial.
La expectativa para el corto plazo es positiva. «Estamos vendiendo a valores de hace 12 años. Hoy, quien tiene dólares encuentra en el mercado de real estate una buena oportunidad», agregó Brodsky.
De cara a la recuperación, las desarrolladoras ya están proyectando los próximos años. «En estos momentos de transición, muchos buscan deshacerse de su stock para arrancar una nueva obra y captar un público que, se espera, en tres años se recupere», dijo Ginevra.
Un fenómeno que durará poco.
Adrián Mercado, dueño de la inmobiliaria homónima, también observa la tendencia. «Hoy, las propiedades a estrenar se están vendiendo un 15% por debajo del precio del mercado. Cuando ese stock se agote, los precios se irán recuperando, algo que ya sucede en las unidades usadas», remarcó.
Hoy, en el barrio de Caballito, un monoambiente amplio a estrenar se consigue por u$s 85.000. Una unidad similar usada tiene un precio promedio de u$s 100.000.
En ese sentido, para Brodsky, todavía hay oportunidades. «Venimos de un año en el que llegamos a tener 180.000 propiedades publicadas en venta. Hoy, estamos en 110.000. Ese stock se está achicando. Eso va a ayudar que el mercado se vaya acomodando«.
«El tren está pasando. Las oportunidades se están acabando. Porque los precios de la construcción y de las propiedades están subiendo y seguirán con esta tendencia», agregó
Hay que tener en cuenta que, al derogarse la Ley de Alquileres, las inversiones en ladrillo vuelven a ser una alternativa atractiva. Además, el cambio de gobierno generó una expectativa positiva en el mercado de real estate, lo que hizo que los precios de los departamentos usados se acomodaran hacia arriba y repuntaran las ventas por la reactivación de la demanda.
El valor del metro cuadrado (m2) para la venta registrado en enero tuvo un fuerte incremento en las unidades más grandes en solo un mes. «Las subas registradas en enero fueron del 1,7%, 3,2 %, 2% y 7,3% con relación a diciembre del año pasado, para los departamentos usados de uno, dos, tres y cuatro ambientes, respectivamente», indicó un informe de Reporte Inmobiliario.
«Hay mucha confianza de que el mercado se estabilice y lleguen nuevos inversores. Preocupan los valores nuevos de la construcción», finalizó, por su parte, Diego Migliorisi, dueño de la inmobiliaria homónima, que comercializa más de 30 obras en construcción.