El emprendedor hippie chic que creó una marca de pantalones de moda y ahora construye casas en una fábrica

Fuente: La Nación – Augusto Mustafá, creador de los pantalones Elepants, conoció a su actual socia en la maratón de Buenos Aires y hoy se dedican a la venta de viviendas industriales.

En 2012, Augusto Mustafá creó su particular marca de pantalones Elepants sin tener idea del mundo en el que se estaba sumergiendo. A pesar de que la marca llegó a tener 30 comercios en 2018, el camino fue sinuoso, ya que la pandemia lo obligó a empezar desde cero.

Sin embargo, otra oportunidad se cruzó en su camino. Mientras corría en la maratón de Buenos Aires, Mustafá conoció a quien seria su futura socia, Martina Oriozabala. Ella provenía del mundo del real estate, él del mundo de los negocios. Juntos decidieron crear su próximo emprendimiento, pero esta vez irian “paso a paso”, como dice Augusto.

“Con Elepants aprendí que fuimos muy rápido, con los ojos vendados aceleramos mucho con el diseño de nuevos productos, con la contratación de empleados y la apertura de locales”, asegura el empresario.

Ahora, el nuevo proyecto avanza “a paso lento pero firme”, ya que en conjunto los socios crearon una empresa dedicada a la construcción de casas modulares realizadas en fábrica para luego ser transportadas al lugar donde se instalarán.

A pesar de que comenzaron hace un año, su plan es llegar a construir entre 12 y 18 casas para el 2023. La ventaja en este tipo de construcciones es que se reduce un 50% el tiempo que requeriría una casa tradicional, con un costo de US$700/m². “Con un turno de fábrica se pueden producir 10.000 m² en un año. En un proyecto tradicional en un lote 866 metros de ancho, se tardarían entre 34 y 36 meses en construir un edificio de 1800 m²″, aseguran.

Desde el diseño hasta la fabricación y la instalación, las casas modulares se entregan listas para habitar, con los muebles incluidos.
Desde el diseño hasta la fabricación y la instalación, las casas modulares se entregan listas para habitar, con los muebles incluidos.

Hace seis meses que lanzaron el proyecto al mercado y ya entregaron la primera casa. “Si bien es algo que ya existe en la Argentina, todavía hay mucho por mostrar y desarrollar, sobre todo para aquellos que tienen un concepto erróneo sobre la construcción prefabricada”, señala Mustafá.

Ambos apostaron por el steel frame, un tipo de construcción que gana terreno dentro del sector rápidamente por varias características que lo vuelven muy atractivo. “La ventaja es su flexibilidad: es un sistema abierto de construcción en seco que se caracteriza por su flexibilidad, durabilidad y eficiencia energética”, explica el joven que llamó a su nuevo proyecto Evolutiva.

“Siempre fue la curiosidad la que me mantuvo bastante alerta y la que me llevó a dar los siguientes pasos”, señala el empresario, quien recuerda que arrancó diseñando pantalones por una curiosidad muy personal en cuanto a la forma de usar la ropa. Reconoce que siempre tuvo un estilo muy diferente a lo que se está acostumbrado, eligiendo usar prendas cómodas, coloridas y llamativas a la hora de lucirse.

La construcción y el ensamblado de los módulos se realizan en la fábrica de Buenos Aires.
La construcción y el ensamblado de los módulos se realizan en la fábrica de Buenos Aires.

“A diferencia de cuando empecé con Elepants, hoy entiendo cómo funciona la lógica de los negocios, así como la experiencia de vivir en Argentina, de lo compleja que es y de cómo van cambiando las situaciones, lo que me ha hecho más tolerable a las frustraciones”, asegura Mustafá.

“Hoy estoy seguro que es la curiosidad la que me lleva a hacer cosas, es mi motor. Me considero una persona muy activa y es ella la que me mantiene a flote. De muy chico siempre tuve esa inquietud por el diseño y la arquitectura y hoy sin darme cuenta estoy llevándolo a cabo”, reconoce el empresario. Dejar una huella, una marca y materializar las ideas es lo más importante para Mustafá, no dejar que los sueños solo sean sueños, sino poder concretarlos.

Así como en los comienzos de Elepants, cuendo Mustafá ni siquiera tenía idea lo que era una máquina de coser, logró construir una marca propia y aprender sobre un rubro desconocido para él, hoy le sucede con la arquitectura, disciplina que siempre le atrajo pero nunca tuvo la forma ni los medios para acercarse, hasta ahora.

La modulación permite una amplia customización de los espacios a partir de la combinación de elementos prediseñados.
La modulación permite una amplia customización de los espacios a partir de la combinación de elementos prediseñados.

En cuanto al mercado, el emprendedor explica que apunta a la nueva camada, a los adultos jóvenes que vieron cómo sus padres se demoraron muchos años en construir sus casas de forma tradicional. “Buscamos que dejen de depender de todas las personas que inciden en el proceso de un mismo producto y concentrar todo el trabajo en las fábricas, para entregar las propiedades hasta con los muebles incluidos, lista para usar. Desde el diseño hasta la fabricación y la instalación, lo hacemos todo nosotros de tres a seis meses”, agrega y aclara que uno de los diferenciales es la velocidad: demandan un 50 por ciento menos de tiempo de construción.

Las casas comienzan con una base de 41m² en la que se pueden construir hasta nueve pisos.

Una propiedad de 50 m² entra en el mismo espacio que se utilizaría para transportar los ladrillos que se necesitan para construir una casa tradicional de esas proporciones.

Su última entrega fue una obra de ocho módulos en el Náutico de San Isidro.
Su última entrega fue una obra de ocho módulos en el Náutico de San Isidro.

“Otra ventaja que ofrece esta construcción modular es que te permite ir creciendo en diferentes etapas. Podes arrancar con un módulo de dos ambientes (un cuarto con un baño y una cocina comedor) y después ampliar a los costados para agregar otro cuarto, otro módulo o incluso crecer hacia arriba”, menciona Mustafá. Como las paredes son bastante más finas, con un grosor de 15 cm, la casa es mucho más liviana y se gana mucho más espacio dentro de los metros cuadrados con los que se trabaja.

Mustafá señala que aún se encuentran en la etapa de lanzamiento, ya que hace pocos meses empezaron a entregar los primero trabajos. Su última entrega fue una obra de ocho módulos para el Náutico de San Isidro. Una vez listo en fábrica, dividieron la construcción para terminar de ensamblarlo en tres semanas en la locación.

De cara a futuro, la idea es desarrollar barrios y transformar espacios, y aunque tienen muy claro ese norte, primero deben entender cuáles son los procesos claves, los cuales les permitirán seguir creciendo y llegar hasta quién sabe dónde.

Augusto Mustafa (derecha) junto con los socios fundadores Hans Dorian Ratmiroff (izquierda) y María Marta Oriozabala (centro).
Augusto Mustafa (derecha) junto con los socios fundadores Hans Dorian Ratmiroff (izquierda) y María Marta Oriozabala (centro).

Con respecto a la relación entre sus dos empresas, Elepants y Evolutiva, Mustafá afirma que no le importa si el día de hoy se dedica a “hacer ropa o casas, sino que le interesa entender la lógica de cómo hacerlo y cómo llevarlo a cabo”. Entender cada uno de los pasos fue lo que le permitió acelerar rápidamente su segundo emprendimiento, muy distinto al primero.

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