Fuente: La Nación ~ Allí funcionaba Polka, la productora de Adrián Suar, y los inversores ya pusieron en marcha nuevos proyectos de viviendas en sus alrededores.
Las “variedades” de los Palermos se siguen multiplicando: a Hollywood, Soho, Sensible, Green y Nuevo se les suma una subzona delimitada por las avenidas Federico Lacroze, Dorrego, Córdoba y Cramer en la que en los últimos años se multiplicaron los emprendimientos inmobiliarios, en parte, impulsados por el efecto derrame de la mejora realizada en la avenida Juan B. Justo.
La movida del barrio ya generó sus propios ritos, hábitos y estéticas, siempre en la confluencia de lo trendy, lo artístico y lo sofisticado. “Lo pensamos para la nueva vida urbana y en verdad parece estar generando una tendencia, porque se asocia al nacimiento de un nuevo barrio que tendrá mucha vida joven, especialmente por el movimiento de la zona, la vida nocturna, los bares y los restaurantes”, resume Andrés Valenzuela, director comercial de NorthBaires, la desarrolladora que construye Om Palermo en el terreno en donde funcionaba Polka, la productora de Adrián Suar.
El complejo consta de dos edificios de diez pisos, uno sobre Maure y otro sobre Newbery, con 35 metros de frente en ambas salidas y 68 metros de profundidad, emplazados en medio de un lote de dimensiones poco habituales para la zona y ocupa un tercio de la manzana. El emprendimiento tendrá 270 departamentos con amenities que van desde la piscina y rooftops hasta un coworking interno. “Este regreso, sin embargo, se da con compradores y desarrolladores que buscan emprendimientos diferentes, donde tanto el diseño de cada departamento en particular, como los metros cuadrados destinados a los amenities y usos comunes, tengan otra concepción más práctica y funcional de cada espacio”, analiza Adrián Mercado, director de la inmobiliaria homónima.
“Lo más interesante es que, al pasar de punta a punta, todo lo que es el centro de la manzana va a ser parte del proyecto y el complejo contemplará un sistema de vida y trabajo en sí mismo”, afirma Valenzuela. Casi una ciudad adentro de un edificio. Con las obras ya iniciadas, el plazo de finalización está pautado para dentro de 30 meses. El desarrollador explica que la comercialización de las unidades arrancó hace más de un año y ya se vendió más del 50% de los departamentos, a un valor de entre US$2300 y US$3100 por metro cuadrado con un adelanto del 35% más 36 cuotas en pesos ajustadas por CAC.
Otro de los proyectos que avanza en la zona es Dorrego Place. Emplazado en una esquina tipo “herradura”, es decir entre Palermo, Chacarita y Colegiales, en el cruce de las avenidas Córdoba y Dorrego junto a la calle Arévalo, “Como viene sucediendo hace años el público creativo, artístico y turístico pone énfasis en estas ubicaciones vitales. Palermo y Chacarita se posicionan en su preferencia, con el valor agregado de Colegiales por sus casas y sus espacios verdes. Es una combinación perfecta”, señala Federico Despalanques, director de Lepore Propiedades, inmobiliaria a cargo de la comercialización de este emprendimiento. El proyecto se entrega de 32 meses y se desarrollará en 11 pisos y un subsuelo. Serán nueve niveles de unidades funcionales de 1 y 2 ambientes, que van desde los 28m² a 59m².
A pocas cuadras, se construye Concepción, un proyecto de Avalon Consultoría Urbana, con un desarrollo de más de 80.000 m² en una zona que parecía olvidada en el tiempo. La particularidad del proyecto es que tendrá un parque de más de 6000 metros cuadrados y un club para los residentes.
Un corredor que se consolida en la zona es Niceto Vega: allí había cuadras con talleres y obras chicas y hoy tiene unas 10 construcciones importantes en curso. El cambio comenzó en los últimos cinco años y se afianzó recientemente con la eliminación del puente de la avenida Juan. B Justo.
Hacia el norte, en Colegiales, aparecen otros dos proyectos. En Moldes al 800, a metros de la estación, las desarrolladoras Fernández Prieto y G&D Developers proyectan Distrito Colegiales. Se trata de dos edificios tipo condominio de nueve pisos cada uno, con unidades de uno a tres ambientes, en las tierras que SanCor Seguros compró a la Agencia de Administración de Bienes del Estado. La inversión prevista es de US$25 millones y las unidades arrancarán en los US$70.000. Los desarrolladores esperan que el proyecto se convierta en un polo gastronómico y comercial, una estrategia usual para desarrollos que desembarcan en zonas que todavía no están 100% consolidadas. Emplazado en parte de los terrenos del viejo playón ferroviario del ferrocarril Mitre, en pleno centro del barrio, es una zona a la que el mercado apuesta desde que el Estado sacó a la venta las parcelas para desarrollos residenciales y área verde.