Fuente: Cronista – Martín Boquete, director de la inmobiliaria Toribio Achával, habló de la recuperación del sector de bienes raíces en el segundo semestre del año. Dónde están las oportunidades de inversión y qué pasa con los alquileres
El mercado inmobiliario termina un año atípico. A pesar del proceso eleccionario, la compra-venta de propiedades se dinamizó en el segundo semestre del año y los precios, que habían alcanzado su piso histórico, ya comenzaron a recuperarse, hecho que se afianzará en 2024.
El balance lo hace Martín Boquete, director de Toribio Achával, una de las inmobiliarias con más trayectoria de la Ciudad de Buenos Aires. «El año 2023 empezó flojo y terminó bien», definió.
Claro que los números están muy por debajo del promedio del mercado de real estate. «A partir de la pandemia el mercado inmobiliario cambió los parámetros de medición. Lo que antes se consideraba bien ahora es un éxito. La vara ha cambiado. Esto sucede porque el mercado está más chico. En pocas palabras: nos ponemos contentos con menos«, definió Boquete.
En este sentido, para Boquete los números son un buen indicio, sobre todo si se tiene en cuenta que el segundo semestre coincide con el proceso electoral.
Según los datos del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, en septiembre se firmaron 3954 actos de compra-venta. Se trata de un 25% más que en el mismo mes del año pasado. Además, es el mejor septiembre de los últimos seis años.
Así, al dinamizarse la demanda los valores de las propiedades empiezan a recuperarse. «Los precios, en el área urbana y suburbana, empezaron a crecer. La sensación es que los valores ya alcanzaron su piso histórico. Mientras que en el área de los lotes de countries se mantuvieron. No suben pero tampoco bajan».
Lo cierto es que, para los inversores con dólares en mano, es un buen momento para comprar inmuebles porque los precios se presentan, todavía, como oportunidades.
Dentro de las zonas que más se potenciaron, Boquete destacó los nuevos centros suburbanos, sobre todo en Zona Norte, como Buena Vista o Bella Vista. «Hoy vemos que hay un mercado de media intensidad que se despertó. Se trata de edificios, de pocas plantas, que se instalan en todo el conurbano. Ese mercado floreció este año», dijo Boquete.
Para el especialista en bienes raíces «hay un crecimiento suburbano, que se profundizó a partir de la pandemia y ahora adquirió otras características: hoy los compradores demandan departamentos, antes buscaban casas. Ahora hay una tendencia hacia inmuebles más chicos, quieren vivir rodeados de verde pero con la comodidad y seguridad de un departamento».
Lo que se viene
Para Martín Boquete el inminente cambio de gobierno no será determinante para el mercado inmobiliario de cara al próximo año. «El m2 va a subir de precio, esto es una realidad. De hecho, ya estamos iniciando una recuperación».
El especialista en bienes raíces asegura que el próximo año será superador «porque el nivel de actividad del mercado, a pesar de las elecciones, no se vio afectado. Lo cual puede ser visto como una madurez del mercado».
«En época de elecciones el eje está puesto en la campaña política. Pero los argentinos estamos empezando a aprender que ésta es una conversación ajena al real estate. Al final del día no cambia el mercado inmobiliario. Me animo a decir que en estas elecciones el argentino medio independizó sus decisiones inmobiliarias del color político», explicó. En pocas palabras: hoy los argentinos compran departamentos, aún en un proceso electoral y ante un inminente cambio de gobierno.
Qué pasa con los alquileres
El mercado de alquileres, merece un capítulo aparte. «Tanto inquilinos como propietarios se defienden de la ley, En vez de que la ley los defiendan a ellos. Esto se da porque perjudica a los dos sectores, los mata a los dos», resume Boquete, sobre la norma que prevé contratos a tres años y actualizaciones semestrales con un índice que va por debajo de la inflación.
«Hoy pocas operaciones pasan por las inmobiliarias. Los propietarios buscan alquilar a conocidos para poder hacer contratos paralelos. No quieren contratos en pesos ni con actualizaciones semestrales. El índice lo inventa una ley que nadie sabe con qué criterio, cuando los costos de vida son otros y más altos», agregó.
«La Ley de Alquileres es sálvese quien pueda. Nosotros hacemos pocos alquileres, pero hay empresas que viven de los alquileres y hoy están muy estresadas porque han regulado el mercado de una manera nefasta», sostuvo.
Por último, agregó que lo mejor es derogar la ley y que vuelva la negociación libre entre las partes. «Yo creo que el mercado de los alquileres es un activo importante para propietario y un servicio fundamental para los inquilinos. La falta de viviendas, es algo que el Estado tiene que proveer. No se puede disponer de patrimonios de personas que son improductivos. La gente prefiere no alquilar antes que volcarse a esta Ley«.