Fuente: iProfesional ~ Madereras y empresas de revestimientos adelantaron vacaciones del personal para evitar despidos. Heladeros anticipan posibles faltantes de sabores.
La multiplicación de los faltantes por efecto de las restricciones que pesan sobre el dólar sigue poniendo en terapia intensiva a amplios sectores de la economía. A la par de lo que ya ocurre en ámbitos como la salud y determinados alimentos, ahora se sumaron las dificultades en torno al nicho de la construcción a partir de afectaciones crecientes en sectores como el maderero y la generación de revestimientos y cañerías. En el sector del consumo, la novedad negativa por el lado de las heladerías que, sobre todo en el interior de la Argentina, sufren desde la falta de ingredientes hasta la «desaparición» de los envases.
Las dificultades para dar con determinados materiales y componentes para la generación de revestimientos o pinturas redundó en que empresas de núcleos como la Unión Industrial de San Juan tomen la decisión de adelantar las vacaciones de sus empleados. En el centro del país suman al menos cuatro las firmas que eliminaron turnos de trabajo y comenzaron a cumplir con francos adeudados como forma de evitar las suspensiones o, directamente, los despidos.
«Hay incertidumbre en el sector empresario porque está faltando la materia prima que es importada, y eso está ralentizando la actividad, con sus efectos en la baja de la productividad», reconocieron desde la Federación Económica de esa provincia.
Desde el entorno de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) reconocieron a iProfesional que se multiplican las complicaciones para acceder, por ejemplo, a caños metálicos y de PVC, lo cual dificulta la conclusión de obras de agua y cloacas.
También desde la Confederación de Pymes de la Construcción (CPC) expusieron que predomina el freno en la actividad a partir de la dificultad para conseguir cantidades suficientes de clavos, vidrios, cables o aluminios. «Hay secciones de cables que no se consiguen desde hace 60 días«, afirmó Gerardo Fernández, titular de la entidad.
Construcción: frenos o demoras en los proyectos
Por su parte, Darío López, titular de la Sociedad Central de Arquitectos (SCA), dijo recientemente a iProfesional que las medidas vigentes «agregan lentitud a una demora que ya complica la conclusión de proyectos inmobiliarios y desalienta el lanzamiento de nuevos«.
La falta de insumos extendió los tiempos de entrega de unidades nuevas.
«Si bien seguimos intentando la sustitución, lo cierto es que la electrónica, la iluminación y otros elementos sí o sí los tenemos que traer del exterior. Ya veníamos con ritmo en caída por las restricciones que enfrentábamos, ahora esto complicará más de seguro», afirmó.
El directivo comentó a este medio que, a raíz de estas complicaciones y el desabastecimiento de importados, los plazos de entregas de nuevos complejos de departamentos se alargaron prácticamente un semestre.
«Si las restricciones aumentan para los repuestos, los componentes para la fabricación de elementos como las canillas, y se traba aún más el ingreso de calderas o bombas, la actividad se resentirá de un modo dramático», pronosticó López.
Faltan insumos para madereros
El nicho de los madereros es otro pilar importante en la actividad de la construcción. Referentes de organizaciones como la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (FAIMA) informaron que las empresas del sector también anticiparon vacaciones y recortaron las horas extras con el fin de evitar cesaciones por la falta de insumos.
Román Queiroz, presidente de la entidad, señaló que las empresas del rubro sufren el faltante permanente de resinas y, también, la escasez de sales e impregnantes que son clave para la actividad.
«Tenemos previstas gestiones (en Buenos Aires), con una reunión para acceder a una excepción para nuestro sector. Igualmente será difícil obtenerla todos los sectores están pidiendo y si se otorga en general el sistema colapsaría. Si no conseguimos nada, seguiremos ajustando las horas porque sin insumos no se puede producir. Sería intentar hacer pan sin harina», graficó.
La industria maderera bajó su ritmo por la falta de resinas e impregnantes.
La merma en la actividad de las firmas nucleadas en FAIMA comenzó a hacerse visible en julio, mes en que la entidad declaró que el funcionamiento de las empresas de ese ramo devino en «insostenible» por las trabas vigentes. A fines del mes pasado, la entidad afirmó que, por efecto de las dificultades para acceder a los insumos, al menos 1.500 trabajadores distribuidos en las provincias de Misiones, Corrientes y Entre Ríos podrían verse alcanzados por suspensiones o despidos.
Heladerías, sin cacao ni envases
También las heladerías empezaron a exponer las complicaciones que atraviesan para cumplir con la producción y venta. A través de sus voceros, la Cámara Industrial y Comercial del Helado y Afines (CICHA) señaló que, de no flexibilizarse la importación, podría complicarse la disponibilidad y comercialización de determinados productos.
Según la entidad, faltan plásticos, derivados del cacao y determinados estabilizantes vegetales.
«Nuestra preocupación se traslada pensando en 90 días, cuando pueda haber faltantes de productos específicos. Por ejemplo, el cacao o sus derivados, que es un producto importado, así como también chocolates y aquellos estabilizantes que son a base de goma alimenticia de origen vegetal y se adquieren en el exterior», explicó Ciro Cacciabue, presidente de la entidad.
El directivo expuso, también, que el sector enfrenta un desabastecimiento dramático en términos de telgopor, vasos de plástico y, también, baldes de gran porte.