Fuente: Filo News ~ Nidia Marinaro de Livingston es una arquitecta, docente y urbanista especializada en Políticas Públicas de la UBA y lidera en Buenos Aires el Estudio Livingston con Arquitectos de Familia. Su eje principal es pensar la arquitectura con un rol social más allá de la construcción priorizando el trato con las personas. En diálogo con Google y Filo.News habló de cómo es el método que proponen, cómo trabajan y cuál es el rol de la mujer hoy en la profesión.
La importancia de escuchar, de convertir un lugar de acuerdo a las necesidades y gustos de cada integrante de una familia, priorizar los espacios verdes y realizar una obra con un sentido social más allá de los ladrillos, de eso se trata Arquitectos de Familia, la agrupación del Estudio Livingston que lidera la arquitecta y urbanista Nidia Marinaro de Livingston.
Redefinir la práctica de la arquitectura y repensarla a través del “Método de Familia” es lo que llevó al Estudio Livingston a que hoy esta disciplina haya obtenido también un nivel académico, ya que se enseña en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires, además de recibir premios en Estambul y Bruselas por su iniciativa.
Cuando Nidia comenzó la facultad de arquitectura se encontró con que esa casa de estudios había sido también fundada por Rodolfo Livingston, el reconocido arquitecto y personalidad destacada de la cultura por su labor. Hoy, Rodolfo, es el compañero de vida de Nidia con quien formaron una familia y tienen un hijo. Él, fue quien ideó y creó el método de Arquitectos de Familia y, juntos, unieron sus pasiones.
“Somos más que proyectistas, más que diseñadores de casas, somos y nos sentimos un enlace entre la familia y la casa deseada. Cuando digo somos, es porque somos los arquitectos de Familia y yo soy una de ellas”, dijo Nidia acerca de su pasión.
Respecto a ser la compañera de Rodolfo, y lo que significa eso para la mirada ajena, ya que ambos realizan su trabajo en conjunto, Nidia comentó: “Siento que puedo ver lo que él construyó y sobre lo que él construyó puedo proyectar hacia adelante. Yo tomo eso y me proyecto. Nunca sentí ni tuve la sensación de estar bajo la sombra de una persona a la que admiro mucho y que ha sido docente fundador de la facultad donde yo me formé, es decir que yo tengo una gran admiración por Rodolfo. Puedo entender claramente lo que él puede aportarme y a partir de ahí me siento con la fuerza y el poder, y sé que tengo las actitudes que hacen posible la expansión distinta y eso lo que yo vengo a aportar. Siento que sumo, no me ha dejado inmóvil, no me ha condicionado esa mirada que en algún momento podría tener alguien de afuera pensando ‘es la mujer de’. Yo creo que con el hacer y la fuerza de mi trabajo claramente se pone en evidencia lo que vengo a sumar”.
Un método que tiene a la familia como lugar central
“Arquitectos de Familia” es una aproximación humana, solidaria y social, elucubrada y llevada a la práctica. Los deseos arquitectónicos no dejan de lado la necesidad de construir un espacio para habitarlo y encontrar el sentido de un hogar más que de la mera construcción de una casa.
Las casas no son iguales, las familias tampoco. Pensar antes de construir, ese es el leitmotiv del Estudio Livingston.
“Las ciudades han sido pensadas por hombres, porque de hecho la mayor cantidad de las instituciones rectoras están dirigidas por hombres: la Asociación de arquitectos o la facultad por ejemplo. Por otro lado, la ciudad del cuidado y la que produce todo lo que caracteriza a lo femenino no está incluida en el proyecto de ciudad. Es decir, la ciudad no es empática, es bastante difícil que la ciudad proponga desde lo arquitectónico y urbanístico un espacio solidario. Es decir que hay que ir a buscarlo porque no propone el encuentro, la escucha, lo natural. En las ciudades prevalece lo construido y esto es bastante masculino: el cemento o el hierro que desde un punto de vista implica una acción y un resultado”, se refirió Nidia sobre la falta de “pensar” una ciudad y también los hogares con la perspectiva que trabajan en su estudio.
Mujeres arquitectas: un reconocimiento que todavía no llega en un mundo masculino
De acuerdo al lugar que ocupan las mujeres en la arquitectura, Nidia fue explícita: “En la arquitectura y en la construcción el principal obstáculo son las reglas y que hay que cambiarlas desde el lugar de lo femenino, generar otro concepto de éxito y de resultado, con otra métrica. Pensar que la construcción puede desarrollarse positivamente con actitudes femeninas sería un logro maravilloso, es un debate que podríamos plantearlo en el ámbito del mundo empresarial de la construcción. La innovación que podría producirse de la mano de la mujer, desde el punto de vista tecnológico es muy interesante, porque la mujer tiene una aproximación sobre las condiciones de confort y de generar elementos con materiales naturales, procesos más eficientes en la producción a diferencia del hombre, que le resulta más difícil porque está midiendo el resultado del proceso: que sea rápido, se construya más y a menor precio. Son dos visiones distintas, creo que hay que proponer el debate, es algo que yo misma pienso y siento como algo que me tienta a hacer y creo que eso sería transformador”.
Sin embargo, como en la mayoría de los ámbitos de la vida y profesiones (lamentablemente) hay etiquetas que no representan a casi nadie, pero que se siguen colocando y están instaladas desde hace tiempo: “Los varones suelen ser tildados de afeminados porque no pudieron o no les dio la energía para llegar a ser ingenieros y quedaron en el mundo de la arquitectura, pero cuando uno profundiza y ve los lugares que ocupan los hombres dentro de la carrera, en la mayoría de las cátedras por ejemplo y en las de diseño, donde la mujer podría desarrollar sus actitudes femeninas, están dirigidas por varones. La arquitectura está muy atravesada por el mundo de lo masculino».
Respecto a la cantidad de mujeres en la disciplina, la urbanista destaca que en los últimos años hay muchas más mujeres ocupando espacios pero no precisamente de poder: “La mujer arquitecta no tiene lugares de poder, de dirigir, no ocupa esos roles. En la facultad de arquitectura no tenemos decanas, tuvimos solo algunas pero es bastante difícil, la mayoría de los Jefes de Cátedra son hombres. En la historia no se estudian mujeres arquitectas”.
Además, recalcó que el ámbito de la construcción es un mundo muy masculinizado donde “hay muy pocas mujeres albañilas, es bastante difícil pensar en una mujer plomera por ejemplo. Es difícil trabajar en ese mundo porque implica el desarrollo y el despliegue de una energía extra para dirigir a un equipo de hombres”, indicó Marinaro.
En contexto de este tema, fue que citó a una colega oriunda de Córdoba a quien admira, Ana María Falú, una arquitecta argentina, académica y activista social por los derechos humanos y por los derechos de las mujeres, quien además comparte su visión de que las ciudades han sido pensadas por hombres.
Microcentro porteño postpandemia: ¿abandonado?
La pandemia por coronavirus arrasó al mundo y a las grandes ciudades. Rápidamente tuvimos que adaptarnos a nuevas rutinas y casi de forma obligada al trabajo remoto y virtual. Las consecuencias ya se vislumbran y los resabios del aislamiento y cuarentena no tardan en llegar.
Gran parte de oficinas, locales comerciales y edificios del microcentro porteño hoy se encuentran abandonados como retrato de lo que alguna vez fue. «En un principio el microcentro se pensó aislado de todas las funciones vitales de la vida y solo se concentró en la función de city porteña, de centro administrativo, además de ser el centro histórico del país. Ahora apareció este centro desierto y la pregunta es ¿qué hacemos con este centro histórico? donde tenemos un montón de inversión urbana e infraestructura, muchos edificios de mucho valor y vacíos, entonces el debate está en cómo revitalizar, dónde poner el eje de la historia si en el presente o en el futuro», explicó la arquitecta.
Proyectos inmobiliarios multimillonarios: ¿para quiénes?
La problemática actual sobre las construcciones de proyectos inmobiliarios millonarios tanto en la costanera norte de la Ciudad de Buenos Aires (Costa Salguero) y en la costanera sur (ex Ciudad deportiva de Boca Juniors), el impacto de estas edificaciones y sobre qué sector privilegiado podrá tener acceso, es uno de los debates que se mantienen en la agenda actual.
La cuestión resulta polémica cuando en la Ciudad de Buenos Aires hay un problema habitacional donde el 30% de la población alquila o no puede acceder a una vivienda propia. Además de esto, se suma el impacto ambiental y la reducción de espacios verdes.
Sobre esto, Nidia expresó: “La Ciudad se fundó en base a la costa. El Río de La Plata fue un pretexto para fundar la Ciudad de Buenos Aires y la ciudad se desarrolló de espalda al río. Antes de las construcciones, tenía una riqueza topográfica y geográfica que la mayoría de los porteños desconocen. Esta posibilidad de integrar la naturaleza y la tecnología y prepararnos para un futuro con el pasado, requiere de actitudes muy femeninas que implica ponerle un límite a la masculinización de la ciudad”.
En esta línea, continuó desarrollando: “Estos grandes edificios serían una propuesta maravillosa si supiéramos para quiénes serían, no estamos en contra del desarrollo tecnológico, en el desarrollo de la ciudad y de grandes edificios, lo que pensamos es que tenemos que tener claridad para qué están haciendo esto, si lo están haciendo como una caja de inversión, no es bueno para nadie. Ambientalmente es horrible. Creo que hoy la Ciudad tiene la misma cantidad de personas desde 1950, tiene 3 millones de habitantes y cada vez se construye más, se demuelen casas preciosas para más y más y hay muchísimos edificios vacíos en casi todos los barrios. Construir grandes edificios tapando la costa urbana es un sin sentido, es crecer sin un orden, sin un para qué”.
De acuerdo al impacto ambiental agregó: “La arquitectura es todo el espacio construido donde habitamos, es el ambiente humano actual y lamentablemente hoy como está planteada desconoce una cuestión sustancial: el ambiente es el sustento y está siendo desconocido. Nosotros desconocemos la costa urbana, el paisaje natural de la ciudad», indicó.
Hacia el cierre de la nota, Nidia no escatimó en decir cada vez que pudo que la arquitectura tiene que estar al servicio de la gente, para darle comodidad y hacerla más feliz, no para ser meramente un negocio. Es por eso que impulsa y motiva a que las mujeres puedan involucrarse cada vez más, generando impactos positivos en la disciplina, necesarios para la inclusión e igualdad.
Fue así que la mujer innovadora del mes de la Arquitectura, se animó a dejar un mensaje de aliento para las nuevas generaciones: «La pasión por la arquitectura es algo que se tiene, que también se puede ganar pero la carrera es bastante dura y no debemos abandonar todo lo que constituye nuestro potencial, todo lo que traemos y tenemos para transformar este mundo. A la mujer a la joven estudiante le diría que explore al máximo todas nuestras características: la escucha, la empatía, generar el encuentro, la participación e ir construyendo en las materias los enfoques. Después, durante la carrera, en los espacios que les toque ir generando y preparando un cambio, porque tenemos que cambiar este mundo tan masculino», finalizó.