Fuente: Clarín ~ La pandemia en 2020 fue la oportunidad para que Ecosan, con 25 años, de vida pudiera en medio de las restricciones y en tiempo récord, levantar 11 hospitales modulares en distintos puntos del país. Ahora finaliza este mes la construcción del campamento que pondrá en marcha al Gasoducto Néstor Kirchner.
A diferencia de la construcción tradicional, la construcción industrializada resulta más rápida y los procesos más eficientes y su demanda crece en todo el mundo. Se calcula que en los próximos dos años, este mercado representará unos US$ 215.000 millones a nivel global. Solo en Argentina se realizaron inversiones por US$ 20 millones durante 2022.
Otro punto que favorece la adopción de este sistema es que se tratan de prácticas de construcción más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
“Hoy la construcción modular se percibe como una solución sostenible debido al uso creciente de materiales más eficientes energéticamente y con menor impacto medioambiental. Por otro lado, está la optimización de recursos, ya que se produce en fábrica y luego se arma en el lugar, con lo cual el tiempo que se ahorra en la construcción que ronda un 50/60% menor que con el sistema tradicional”, señala Juan Pablo Rudoni, presidente de Ecosan.
El 80% de la facturación de Ecosan, que nació como fabricante de baños químicos, proviene en la actualidad del negocio de la construcción modularizada, con clientes que van desde el Estado Nacional hasta el sector privado, con viviendas multifamiliares y en el segmento premium, oficinas, donde reportan un crecimiento del 100% en la demanda.
El modelo de negocios de Ecosan resulta exportable. El próximo paso que proyectan es la expansión a paises de Mercosur, y para ello tienen el proyecto de construir una planta en Loma Verde, en Escobar.