Fuente: nexofin ~ En conversación con Ángelo Calcaterra, destacado arquitecto y CEO de San Tonino S.A., le consultamos su parecer acerca de la arquitectura y el diseño urbanos. Para ello, les contamos una serie de conceptos interesantes, a la hora de pensar las ciudades que nos rodean y aquellas que nos gustaría conocer.
Para esto, le pedimos a Ángelo Calceterra que defina brevemente las ciudades: “Son un organismo vivo”, nos comenta y agrega que “lo más importante en estas es la búsqueda de pragmatismo. Es decir: los arquitectos buscamos soluciones a necesidades que van apareciendo con el correr de los años. Desde esa visión se conciben los espacios verdes, los edificios, las diferentes zonas que encontramos en las ciudades”.
La relación entre el diseño y la arquitectura es intrínseca
Le preguntamos también a Ángelo Calcaterra cómo ve la relación entre diseño y arquitectura: “Para mí, diseño y arquitectura van de la mano. La estética, la funcionalidad, así como la practicidad de los espacios son el abecedario y la carta de presentación de todas las ciudades”. Asimismo, Calcaterra destaca la accesibilidad que es deseable que tengan los centros urbanos, los cuales deben ser de fácil acceso para todos los ciudadanos, y lo resalta como uno de los principios más importantes de la arquitectura urbana.
“Hoy en día, y volviendo al tema de la practicidad, la tendencia va hacia edificios multifuncionales. Esta optimización del espacio permite que se realicen distintas actividades en un mismo lugar”, agrega Angelo Calcaterra y suma a ello que “Debemos pensar también en que casi la mitad de la población mundial está viviendo actualmente en entornos urbanos, por eso, la arquitectura urbana se ha convertido en un campo vital y próspero para el diseño”.
Ciudades en cuadrícula, diseño funcional pensado para la expansión
Le preguntamos a Calcaterra, entonces, además de la practicidad, la accesibilidad y la multifuncionalidad, qué aspectos le habían resultado interesantes durante su conocida trayectoria. “Recuerdo que, cuando era estudiante, me llamó mucho la atención la estructura de damero o de cuadrícula con la que se pensaron muchas ciudades. La cuadrícula como una estructura organizativa básica” nos cuenta Calcaterra. “Claro, cuando me puse a hilar un poco más fino, me di cuenta de que de ese modo la expansión de la ciudad en damero era mucho más sencilla y ordenada, con una sola identidad y una imagen coherente”, explica Angelo.
Además, nos cuenta que “Esta estructura demostró ser válida y útil en el desarrollo de grandes y pequeñas ciudades de todo el mundo, en diversos períodos de tiempo. Destaca de este diseño, sobre todo, la simplicidad. Se trata de una red geométrica de calles, que hace más fácil lo complejo: el proceso de construcción de la ciudad, permitiendo la urbanización de áreas extensas, como mencionaba antes”.
En situaciones en que se dilata el crecimiento de una ciudad, por ejemplo, un plan que esté basado en el esquema antedicho propone una ciudad funcional, coherente, legible y, sobre todo, optimiza la infraestructura. Calcaterra destaca que construir ciudades “funcionales”, es decir, que sean inclusivas, saludables, resilientes y sostenibles, requiere de mucho esfuerzo y planificación, así como coordinación normativa intensiva y oportunidades de inversión.
¿Cómo crecen las ciudades?
Los centros poblacionales, como mencionó anteriormente Calcaterra, pueden ser considerados organismos vivos, por lo que siempre estarán en constante movimiento. Para hacer de ese dinamismo un crecimiento, le consultamos al renombrado arquitecto cuáles eran sus sugerencias.
“La ciudad se divide en espacio público y en espacio privado. Y, además de las relaciones establecidas entre lo público y lo privado, surge otro componente que denominamos tejido urbano. Con esta conformación podemos explicar la morfología, la forma, que tiene el tejido. Existen, por supuesto, diversos matices que empiezan a dar cuenta de las relaciones establecidas. Pero, si la ciudad es el espacio por excelencia en el que la sociedad se reproduce, en su proceso de crecimiento puede reconocerse varios momentos”, nos explica Calcaterra. “La primera de estas etapas tiene que ver con la expansión: la ciudad crece transformando el suelo rural en urbano. A continuación, la segunda es la de la consolidación, donde se ocupan algunos lotes, se abren algunas calles, se construyen las viviendas, se tienden las redes.
Finalmente, la tercera etapa es la de la densificación: aquellas zonas consolidadas comienzan a crecer en altura. Cabe destacar que estas etapas conviven de manera simultánea en la ciudad: mientras que en un extremo crece, en otro se consolida y en el centro se densifica”, agrega el arquitecto. Además, Calcaterra nos cuenta que el espacio urbano tiene categorías complementarias y excluyentes al espacio público y al espacio privado. “El espacio público, podríamos afirmar, constituye un sistema abierto que nos permite entender su conformación y nos ofrece vinculación con el territorio circundante a la ciudad: enlaza las distintas aristas de la urbe y nos provee de servicios, de infraestructura y de las redes necesarias para cada espacio privado”, continúa el CEO de San Tonino. “Pero, me gustaría resaltar algo muy importante y es que, en otro orden de cosas, en otro nivel de importancia, el espacio público, en caso de los centros urbanos, es lo que nos aporta significado, memoria e identidad, lo que le imprime morfología al lugar”.
Topografía y geometría en las ciudades: la organización de los espacios urbanos
Ángelo Calcaterra menciona también que hay una especie de fluir de espacios públicos, lo cual se organiza a partir de una red. El esquema básico mediante el cual entendemos a esa red lo llamamos trama urbana. Existen varios tipos de tramas: ortogonales, radioconcéntricas, irregulares, espontáneas. La geometría que adquiere testimonia su topografía, ondulaciones y depresiones, la transición de la ciudad con el campo, su proceso de crecimiento, el grado de consolidación de sus espacios, así como la orientación de los ejes de crecimiento.
Al ser un enorme imán para el talento y las inversiones, no sorprende que las ciudades se hayan convertido en el principal motor de crecimiento del mundo, generando más del 80 % del producto interno bruto (PIB) mundial. Asimismo, debemos tener en cuenta que la velocidad y la escala de la urbanización traen consigo enormes desafíos. “Hay muchos temas sobre los que hay que trabajar para mejorar: por ejemplo, el incremento de las disparidades de ingresos, la contaminación en aumento y el deterioro de los edificios y construcciones como, por ejemplo, puentes que, con el paso de los años, nos dan signos reveladores de que las ciudades actuales tienen dificultades que sortear para poder satisfacer a sus habitantes”, señala Calcaterra y concluye diciendo que “Volviendo al comienzo, si las ciudades son organismos vivos, tal como estos, podemos afirmar que no hay dos ciudades iguales”.
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