Eduardo Costantini habla sobre el ajuste cambiario y sus ‘efectos colaterales’

Fuente: Cronista – Cómo ve el mercado y en qué invierte hoy Eduardo Costantini, el estratega financiero y visionario del Real Estate que habló en exclusiva con REVISTA APERTURA y dijo que un ajuste en el precio del dólar destrabaría inversiones pendientes «que lo esperan».
Es un estratega de las finanzas, visionario del real estate y creador de valor de todo lo que toca con una mirada artística a la que no puede, ni quiere, escapar. A los 78 años, Eduardo Costantini está más activo que nunca. Concentrado en el core de sus negocios a los que se dedica desde los 20 años, prefiere que otros empresarios prueben suerte en sectores que le son ajenos como la minera o el petróleo. «Me interesan otros negocios, pero zapatero a sus zapatos», dice sin dudarlo.
Costantini se enorgullece de tener una compañía con US$ 200 millones de «cash sin invertir, con cero deuda, ni en pesos ni en dólares». Por esa razón, asegura que siempre tiene «un balance muy fuerte y una política muy precavida».
Esa precaución que lo acompaña en todas las decisiones no lo paraliza y sabe que sin excepción hay posibilidad de mejoras, aun con consecuencias o efectos secundarios. Esa estrategia, la transforma también en sugerencias para que el gobierno de Javier Milei tome medidas importantes, incluso en medio de un acuerdo con el FMI, de las turbulencias que enfrenta el país por los aranceles anunciados por Donald Trump y la expectativa de una eventual recesión en Estados Unidos, que sacuden a la economía mundial.
«Dentro de una política prolija, perfectamente se puede hacer una corrección del tipo de cambio en la Argentina. Yo no sería tan dramático«, reflexionó Costantini, en referencia a un ajuste en el precio del dólar que asegura, destrabaría inversiones pendientes que lo esperan.
«Lo mejor sería hacer ese retoque al programa aunque implique un aumento de la inflación de algunos meses. No sería una corrida cambiaria y que el dólar se vaya a cualquier valor. Sería algo muy positivo para la Argentina», sentenció.
En diálogo con REVISTA APERTURA, uno de los empresarios más ricos de la Argentina adelantó que está negociando la compra de una importante desarrolladora, habló sobre las trabas que están frenando la construcción de uno de sus proyectos clave en Catalinas, la zona con mayor potencial de la Capital Federal, y por qué decidió invertir fuerte en Uruguay.
«Si un artista pintara a la Argentina sería un surrealista», bromeó con una mirada en los negocios siempre teñida de arte. El dinero, dijo, es solo un medio para él, un empresario que mantiene un museo que genera un déficit anual de US$ 4 millones, con una colección (propia y del MALBA) que supera los US$ 500 millones.
Entrevista Exclusiva a Eduardo Costantini de Revista Apertura
-Después de que Donald Trump anunció los nuevos aranceles que cobrará Estados Unidos para sus importaciones se movieron los mercados de todo el mundo. ¿Cómo queda la Argentina en ese escenario?
– Dentro de todo, Latinoamérica es tratado con más benevolencia porque tanto Brasil como Argentina tienen una tarifa de un 10% plana. Hay otras zonas más afectadas.
-Sin embargo se notó fuerte el primer impacto en bonos y acciones argentinas.
-Lo que ocurre es que acá tenemos nuestro baile interno, que está afectando mucho más que las turbulencias del mundo. Argentina registró una caída tanto en las acciones como en los bonos, que ya venían cayendo, porque además la tasa está bajando en el mundo y la percepción de riesgo en Argentina es bastante mayor de la que había hace cuatro meses.
-¿La relación de Milei con Donald Trump beneficia al país?
-La Argentina tiene una agenda aparte de la revolución que está produciendo Trump en el mundo. Estamos atravesando una situación muy especial de necesidades de dólares, escasez de reservas y EE.UU. está apoyando a la Argentina en las negociaciones con el Fondo Monetario. Me parece que lo más importante es que este mes de abril, el Fondo apruebe el programa y hay que ver las condiciones con claridad, qué cantidad de desembolsos y cómo lo harán. Me parece que la agenda de Argentina con EE.UU. en este momento, en el muy corto plazo, pasa por ahí debido a la situación de presión que hay sobre el dólar y sobre el riesgo país, la percepción de riesgo, la suba de tasas, la caída de los bonos locales. Hay una situación que hay que modificar en términos de expectativas. Uno de los pilares es el resultado del préstamo del Fondo Monetario.
-¿La demora en el acuerdo con el FMI impacta negativamente?
-Sin duda habrá un impacto porque el acuerdo se demoró. Lo que no sabemos es qué va a hacer el Gobierno. Creo que flexibilizar sería lo más conveniente, aprovechar la oportunidad de la noticia con el Fondo, que supongo que va a salir bien, y el ingreso de fondos frescos con una flexibilización y un programa nuevo que controle el impacto de una eventual modificación del tipo de cambio.
-Una modificación del tipo de cambio que ¿cómo sería?
-Ojo que eso es lo que yo creo que sería lo mejor. De ninguna manera quiere decir que eso es lo que yo espero que haga el Gobierno, que se ha mostrado muy inflexible en su política cambiaria y entonces el deseo es que cambie las expectativas y cambien los flujos. Así como está, la situación es complicada en un contexto de reservas negativas, en medio de una dinámica del sector externo que hace que desde junio del año pasado haya habido una salida neta de unos US$ 12.000 millones.
-¿Es posible revertirlo?
-Claro. No hay que temerle tanto a una modificación del tipo de cambio. Hay disciplina fiscal ahora, hay desregulación, hay control de la base monetaria. El propósito del Gobierno es claro al respecto. Dentro de una política prolija, perfectamente se puede hacer una corrección del tipo de cambio en la Argentina. Yo no sería tan dramático.

Cuál es la cotización del dólar, según Eduardo Costantini
-¿Cuál sería esa paridad?
-No hay una paridad porque la paridad no sólo depende de muchas variables sino que una de ellas son las expectativas, la percepción de riesgo, la percepción de un programa coherente que cierra. Entonces, ante esa expectativa, si se modificara en el buen sentido, con un retoque a la política cambiaria; los flujos cambiarían. La demanda de bonos externos, los globales, subiría. Se modificaría la tendencia hacia abajo. Entonces entraríamos en un círculo virtuoso donde el dólar no tendría tanta necesidad de suba después de, eventualmente, un ajuste cambiario.
-¿Y si no se ajusta?
Yo veo difícil que cambien las expectativas con este tipo de cambio y con un crawling del 1%. Hay que enfrentar la realidad, darse cuenta que la tasa de interés doméstica ha subido demasiado por estas expectativas; que la percepción del riesgo de un dólar futuro también ha subido expresado en los precios; que el riesgo país se ha ido demasiado hacia arriba; que los bonos globales han sufrido una caída muy importante y siguen bajando. Eso no es bueno, tiene que cambiar.
-Con este escenario, ¿sigue siendo un buen año para invertir en la Argentina?
Creo que la Argentina tiene un plan económico que es coherente, que el principio de preservar la estabilidad fiscal es muy consistente. Pero hay que arreglar esta situación sino va a empezar a tener una entidad que va a arruinar el resto. Hay que ver lo que sucede este mes. Y si no, viviremos unos meses de desajuste que nadie sabe cómo va a terminar. Si el mercado afianza una expectativa negativa, los bancos centrales no pueden soportar esta situación.
-Este año además tiene su condimento político.
Hay que ver cuáles son los resultados. En teoría, el Gobierno está bien posicionado frente a las elecciones de medio término. En Ciudad no sabemos. Lamentablemente, también hay un interés político en que al Gobierno le vaya mal. No tenemos una dirigencia política que esté a la altura de los inconvenientes que tiene Argentina, que no son responsabilidad de este Gobierno. No hay una cohesión política en base a principios básicos que también le dé una plataforma mucho más fuerte a la política económica de un gobierno.
-¿Cómo describiría la situación del mercado inmobiliario hoy?
Lo que ha ocurrido en el mercado inmobiliario es el fuerte aumento de los costos y los precios subiendo en distinta proporción. Todavía los precios no convalidan el aumento del costo que ha habido. En las ciudades pueblos, que son nuestros dos proyectos más fuertes, tenemos los márgenes suficientes para tolerar el aumento de los costos. Son inversiones a muy largo plazo. Nordelta empezó hace más de 25 años y Puertos, hace 15 años. Entonces, hay un valor tierra comprado a otro precio. Era como la materia prima. Hemos hecho muchas inversiones con distintos dólares durante estos años. Entonces la fluctuación del dólar tiene un impacto menor. Diferentes son los edificios donde el periodo de obra son tres o cuatro años. Nosotros vendemos el 30% en dólares, que es como si fuera el valor del terreno, y luego vendemos con el índice CAC, indexado, para tratar de machear las distintas monedas. Eventualmente tenemos un stock sin vender, y el precio del stock lo vamos regulando de acuerdo a una actualización de costo.
«Hemos hecho muchas inversiones con distintos dólares durante estos años.» (Eduardo Costantini)
-¿Cuál es el respaldo que tienen?
-Tenemos una compañía que tiene US$ 200 millones de cash sin invertir, tiene cero deuda, ni en pesos ni en dólares. Entonces dentro de todo, siempre tenemos un balance muy fuerte y una política muy precavida.
-¿Nuevas medidas del Gobierno podrían cambiar esa estrategia?
Me parece muy importante este año ver el programa económico y eventualmente la modificación o el retoque del programa. Ver cómo queda, cómo la población y la política lo asimila. Creo que es muy importante para la Argentina que haya un ajuste, porque para mí es claro que lo tiene que haber. Y que luego de ese ajuste; la economía, las expectativas y la población continúen sin grandes sobresaltos. Es normal que un programa económico tenga que tener un retoque, que haya un impensado, que haya que tocar el tipo de cambios. No es el fin del mundo. Acá hasta se ha planteado que si se toca el tipo de cambio, termina Milei. Algo totalmente sobreactuado que no deberían pasar.
Yo no soy un experto político, pero creo que lo mejor sería hacer ese retoque al programa aunque implique un aumento de la inflación de algunos meses. Además, no sería la corrida cambiaria y que el dólar se vaya a cualquier valor. Creo que sería algo muy positivo para la Argentina.
El ‘efecto colateral’ de la inflación, según Eduardo Costantini
-¿Que vuelva a dispararse la inflación no sería un golpe duro?
Siempre se tiene que pagar un efecto colateral. Si te quedas en que no se va a tocar la inflación y acumulas un desajuste, es pan para hoy y hambre para mañana.
-¿Los inversores con los que trabajan ‘la ven’ igual?
Yo creo que sí. Acabo de terminar una reunión con un inversor extranjero muy importante que tiene la misma expectativa: que hay que hacer una modificación en la paridad cambiaria pero que eso no sería el fin del mundo si se hace bien. Están esperando que eso se materialice para invertir.

-Alguna vez dijo ser ‘hijo del tumulto’ ¿quiere decir que le resulta mejor hacer negocios en las turbulencias que en la certidumbre?
Es mucho mejor la estabilidad macroeconómica, por lejos. Si no, miremos otros países que la tienen y el tamaño de los empresarios en esos países, la calidad de vida de la población, el bajo nivel de pobreza que tienen. Es indiscutible. De ahí a que un inversor o un especulador no pueda aprovechar la volatilidad, es otra cosa. Efectivamente, teniendo ya 78 años, nunca he vivido en una estabilidad de largo plazo. Mi ecosistema es inestabilidad y crisis. No he vivido otra cosa. Por eso, nuestra empresa tiene US$ 200 millones de caja, sin deuda, sin emisión de bonos. Es surrealista ser desarrollador inmobiliario acá, haber hecho Nordelta, donde se han invertido más de US$ 4000 millones sin crédito hipotecario. La población no ha tomado un solo crédito para construir sus casas. La gente no me lo cree afuera.
-¿Si un pintor retratara a la Argentina entonces, sería surrealista?
Sería un surrealista seguro. Porque no existe un país como la Argentina. Los argentinos podríamos solucionar todos los problemas del país sin FMI, sin deuda extranjera, nada. Porque hay un segmento de la población que tiene como US$ 300.000 millones afuera. ¿Por qué no lo hace? Por la política. O sea, el gran problema nuestro es la política y la corrupción. Es importante que haya un retoque y que la preocupación siga siendo evitar la corrupción y no que todo se haya ido al diablo en lo económico. Este esfuerzo hay que preservarlo como país.
-¿En otros países donde invierten, tampoco toma deuda?
-La única vez que recurrimos a deuda no fue en Argentina sino en EE.UU., donde la macro es estable… bueno, salvo ahora. Fue para el proyecto de Oceana Bal Harbor, donde teníamos el mejor terreno de todo Florida. Tomamos dólares pero ya teníamos la cobranza de nuestro primer proyecto que fue Oceana Key Biscayne, que se vendió por US$ 650 millones y obtuvimos un préstamo de US$ 300 millones. Ya habíamos comprado un terreno por u$s 220 millones pero teníamos el activo genuino ya vendido, faltaba sólo terminar el edificio.
-¿Y las inversiones que estuvieron haciendo en Uruguay?
-Todo lo compramos con fondos propios.
Un proyecto millonario en Catalinas de Eduardo Costantini, que no se puede construir
-¿Cuál es la gran apuesta hoy en la Argentina?
Estamos en la inversión de Huergo y ya prácticamente terminó Oceana Puerto Madero. Compramos en Catalinas a u$s 140 millones, donde estamos tratando que nos destraben para comenzar las obras.
-¿Qué hay trabado ahí?
Una locura. Corrieron la línea del Puerto y entonces ahora nos dicen que no podemos tocar el terreno, que es nuestro pero que no puedo hacer nada ahí.
-¿No pueden construir?
-Como están las cosas ahora, no. Entiendo que se está corrigiendo porque es anticonstitucional. Nosotros escrituramos, pagamos con los permisos para construir.
-¿Pero el terreno lo habían comprado al propio Estado en la AABE?
Claro, pero después vino el gobierno de Cristina Fernández, de Alberto Fernández y corrieron el límite del puerto, incluyendo toda la tira donde hay como siete desarrolladores afectados.
María Eugenia Usatinsky
-¿Van a recurrir a la Justicia?
-Ya se inició un juicio de un inversor extranjero que compró, que ni siquiera lo dejaron escriturar. Le está haciendo un juicio al Estado, y lo va a ganar. El Estado va a tener que pagar muchísimo más de lo que el inversor compró el terreno.
-¿Se va a arreglar para que se destrabe?
-Yo creo que se va a arreglar, pero la burocracia daña.
-Ahora volvió a vender terrenos atractivos la AABE ¿le interesan?
-Nosotros estudiamos terreno por terreno. Si algún terreno nos interesa, sin duda nos presentaremos.
-¿Dónde recomendaría invertir hoy?
-Si aparece un buen terreno, bien localizado, a un precio apropiado, nosotros seríamos interesados porque pensamos en el largo plazo. Siempre a ese segmento de la población que tiene poder adquisitivo en dólares, si se le hace una buena propuesta, generalmente tiene una buena respuesta. Si hay una crisis grande, obviamente se suspende. Caen las ventas pero temporariamente.
-¿Por qué eligieron a Uruguay para invertir?
Lo que ocurre es que hay un movimiento interno de Montevideo hacia Carrasco, y éste era como el último pulmón de tierra muy, muy buena. Más del 90% de los compradores serían uruguayos, son residentes permanentes. El otro proyecto que es en Punta del Este -que es con un joint venture con Adolfito Cambiasso– va a ser centro en el polo, pero que no va a excluir otros amenities, porque la mayoría de la familias no juegan al polo. Hubo un cambio y ahora se pueden llevar los caballos, algo que estaba frenado. Y detrás de los buenos caballos están los mejores polistas. Entonces está siendo como un centro de polo en el verano a nivel internacional, y ahí estamos nosotros. Allí hay inversores argentinos, algunos que tomaron la residencia allá, y hay algunos extranjeros. Hay muchos empresarios de mi edad que se están yendo.
-¿Usted también se está retirando?
No no, yo estoy muy activo. Tengo muchos proyectos.
-¿También acaba de encarar una fusión muy importante en su pata financiera?
Si. Estamos muy entusiasmados por ONE618. Nos hemos mudado y nos estamos consolidados en un edificio en dos pisos, disfrutando de la integración, complementándonos. Estamos muy dedicados a mejorar aún más, invertir en tecnología y en recursos humanos. Pensamos en el largo plazo, independientemente lo que pasa en realidad, apostamos a que la Argentina se estabilice.
-¿Que ganó en ese complemento?
-Consultatio aportó una cartera de asset management muy importante, que unida a la de Southern Trust, ahora más o menos está en unos US$ 1200 millones under management.
Ahí Consultatio era más fuerte que Southern Trust y ahora como grupo estamos manejandolo. También en banca personal y high net worth individuals, nosotros manejamos más de US$ 1 billion de la compañía. Eso también se agregó al global porque TPCG (con la que se fusionaron) no tenía banca personal y el asset management era más pequeño. En la parte de las ALYC, éramos muy fuerte en clientes institucionales, con sucursales en distintos puntos del país que TPCG no tiene. Aparte tenemos las familias y empresas del interior de tamaño medio, mientras que la mesa de TPCG es mucho más fuerte, en clientes internacionales institucionales, tiene también empresas grandes argentinas. Sin duda que hay una complementación. Pero lo más importante con ONE618 es que no queremos ser los más grandes sino los mejores.
Eduardo Costantini a punto de comprar una importante desarrolladora
-¿Estás abierto a hacer otras operaciones como esta o compras de empresas directamente, este año?
-Siempre estamos viendo si hay alguna empresa o algo que sea interesante para asociarnos o incluirlos. Tenemos trabajo por hacer, estamos divertidos. De hecho estamos en conversaciones avanzadas con un desarrollador para comprar, pero no puedo decir nada todavía, va a ser muy importante.
-¿Le interesa invertir en otros sectores como la minería por ejemplo, dónde están entrando algunos empresarios que vienen de otros rubros?
-No es que no me interese sino que no sé. Tenemos muchos proyectos pero ‘zapatero a su zapato’, por ahora. Tenemos la parte de finanzas y la de real estate, las que vengo siguiendo desde los 20 años. También el arte, claro.
-¿El arte también es un negocio?
-El arte va por otro carril, tiene otra lógica. Es la ley del mayor esfuerzo con el menor resultado desde el punto de vista económico. Eso es una obra de Francis Alis, un belga mexicano, muy buena. Entonces, el Malba está creciendo, incluso el Malba Puerto, que se inauguró en septiembre y ya fueron más de 140.000 personas. O sea que en total tenemos 700.000 personas que vienen a ver las obras y sin embargo ahora estamos en un déficit de más de US$ 4 millones por año.
-Entonces, el arte no es para pobres
-El arte es para el público en general. Obviamente que una persona no puede hacer un museo, necesita dinero, commitment y conocimiento. A un museo lo tenés que diseñar para que perdure más de 100 años. Pasan guerras y siguen funcionando. Justamente, mi máximo propósito es lograr la gobernanza del Malba con el endowment que yo le voy a dejar.
-Con esa mirada, ¿podría decir que hay un buen momento para invertir en arte?
-No, no hay momento. El arte primero es una vocación. Luego hay que saber comprar arte o asesorarse. Si se sabe comprar arte, esas obras van a subir mucho de valor.
-¿El dinero entonces es para usted solo un medio para comprar arte?
-Yo creo que todos tenemos una responsabilidad social, entonces el dinero te permite desarrollarte, desarrollar proyectos. El dinero es un medio que te permite comprar una Ferrari o irte en un barco con 10 mujeres; o te puede servir para hacer un museo, para hacer una ciudad.
-Para hacer una ciudad que a su vez da dinero.
Si pero al crear una ciudad, uno crea comunidad, ya no se puede ver solo como un negocio. Mirá Nordelta. Sí, da dinero y está muy bien, pero la entidad de Nordelta es mucho más compleja, más humana. Si no tenés esa visión, nunca lo vas a poder hacer bien.
-¿Prefiere ese tipo de proyectos que un edificio corporativo?
Sí, obviamente me gusta más. Pero guarda! que en un edificio corporativo o residencial, se está creando hábitat, de familias o hábitat corporativo. Hay que desarrollar una sensibilidad. Por eso nosotros ponemos arte o vamos aggiornándonos y hay que poner más verde, terrazas, hay que tener la sensibilidad del medio ambiente. Está todo integrado.
NOTA DEL EDITOR: Esta entrevista fue realizada el 3 de abril de 2025, antes del levantamiento del cepo cambiario, publicada en REVISTA APERTURA N° 376 disponible desde hoy.