Fuente: Cronista ~ El aumento de precios en el sector y la pérdida de poder adquisitivo serían las principales causas. Además, por el aumento de restricciones la actividad cae hace dos meses. Hoy el Indec informará la cifra de mayo.
Pese a que la construcción se perfilaba como uno de los sectores estrella de la economía para este año, el aumento del precio de los materiales, acompañado por una pérdida generalizada de poder adquisitivo y las nuevas restricciones por la segunda ola provocaron que baje la demanda de las materias primas para la construcción.
Después de algunos meses de boom de venta de materiales para la construcción, el índice Construya (IC) de mayo reflejó una caída del 0,36% desestacionalizada respecto a abril, que se suma a la baja de 5,12% que ya se había registrado entre marzo y febrero.
El índice mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado de los productos para la construcción como ladrillos cerámicos, cemento portland, cal, aceros largos, carpintería de aluminio, adhesivos y pastinas.
«La construcción se amesetó a niveles elevados durante el primer trimestre. Veníamos teniendo una recuperación muy acelerada en la ultima parte de 2020 sostenida principalmente por la pequeña obra privada asociada a refacciones, reparaciones y ampliaciones en el hogar. Ese segmento estuvo alentado por una brecha cambiaria que en octubre llegó a 120% y las expectativas de devaluación que hacían pensar que el Gobierno no iba a poder evitar un salto cambiario», explicó Santiago Manoukian, economista sectorial de Ecolatina.
En efecto, las cifras del indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) que elabora el Indec reflejaron una caída de 3,7% en febrero respecto a enero y de 0,5% en marzo. Hoy el organismo censal difundirá el dato de mayo que será clave para analizar si se profundiza o no el estancamiento de la construcción.
Impacto en la reactivación económica:
Los cimientos del plan de recuperación económica del Gobierno son la reactivación industrial y de la construcción. Este sector tiene una relevancia estratégica porque es uno de los mayores generadores de empleo genuino, dinamiza la actividad de diversos actores productivos, es una actividad federal y no consume divisas.
Pese a que a principios de año la construcción mantuvo altos niveles de actividad, a fines del primer trimestre se acentuó la fatiga. De esta manera, el impulso que le habían dado a la actividad las pequeñas obras privadas producto al cambio de hábito de consumo que generó la pandemia en 2020 comenzó a ser compensada por el ascenso de obra privada de mayor magnitud y la obra pública.
De acuerdo al especialista en economía sectorial, aunque el nivel de mayo de venta de materiales no muestra dinamismo y se ubicó casi un 0,4% debajo del de abril, «se mantiene en niveles respetables».
«La recuperación del empleo que viene muy demorada respecto a la demanda de insumos. Las grandes obras están demorando más tiempo en volver a un nivel de actividad normal. Hay una brecha importante en la recuperación del empleo, los niveles todavía están por debajo de la pandemia», agregó Manoukian.
Si se analizan las cifras, más allá de que el 60% del empleo es informal en el sector, durante la cuarentena se perdieron 65.000 puestos formales registrados en la construcción, de los cuales a febrero se recuperó el 55% de esos empleos, de acuerdo a los datos oficiales del Ministerio de Trabajo. Es decir, que aún faltan 35.000 puestos sólo para recuperar la caída de 2020.