Fuente: IProfesional – Con precios en dólares que fluctúan desde enero y una inflación más estable, estas son las cifras para entender si es buen momento o conviene esperar.
Tras algunas fluctuaciones, con una brecha que en los primeros días de agosto se ajustó marcando una diferencia del 8% entre el dólar blue($1.355/$1.375) y el oficial ($915,50/$955,50) en las entidades bancarias, para los que tenían planificado hacer remodelaciones en su hogar estos guarismos parecen traer buenas noticias. Porque si bien durante los primeros tres meses de 2024 los costos experimentaron una fuerte suba, ahora los precios para refaccionar cocina y baño se acomodaron algo a la baja por la apreciación de la moneda norteamericana.
Producto de una «corrección» positiva de la cotización del verde billete registrada en el segundo trimestre ˗pasó de u$s1.040 a u$s1.370˗, los costos medidos con esta unidad dineraria cayeron un 13,55%. Pero como remodelar estos ambientes es una inversión significativa en cualquier vivienda de la Argentina, siempre hay que analizar cómo la fluctuación del dólar impacta en los costos de materiales y la mano de obra.
Con valores relativamente sin saltos y una inflación un poco menor de la esperada sin dudas es buen momento para evaluar realizar este tipo de cambios. Pero «lo ideal es tratar que la obra sea eficiente en cuanto a los plazos, para poder sostener la planificación de costos», explica Ana Astudillo, titular del estudio de nombre homónimo, directora de Mujeres en Real Estate (MRE) y gerente de diseño en Brody Friedman.
Aunque también es importante marcar que, quienes tienen ahorros en dólares, «esperan al salto del tipo de cambio, como sucedió unos meses atrás, para aprovechar la revalorización de sus ahorros», sostiene Alejo Staffieri, gerente comercial y planeamiento de Construyo al Costo. Porque para el que tiene fondos disponibles puede «ser un buen momento para hacer estas remodelaciones, ya que aumentan considerablemente el valor de reventa y la funcionalidad de la propiedad».
Precios para remodelar baño y cocina
Calculadora en mano, si la idea por estos días es refaccionar tales ambientes, vitales para cualquier vivienda, habrá que desembolsar un 45% menos ˗medido en dólar blue˗ que un sexenio atrás, en enero de 2018, cuando se dio el pico más alto de los precios de los últimos 14 años. En ese lapso, remodelar un baño estándar costaba u$d8.058 (blue) y u$d9.012 optimizar la cocina, según datos de Reporte Inmobiliario aportados para iProfesional.
No obstante, si el parangón se realiza con el mismo período de 2023, el costo de este tipo de obra medido en dólares se incrementó un 36,7%; en tanto que, mensurado en pesos, el aumento fue de un significativo 342% en un año.
En concreto, la inversión para remodelar hoy baño y cocina de una unidad funcional estándar oscila los u$s9.079 (unos $12.438.975, según la cotización del blue a finales de julio pasado), de acuerdo con estimaciones de la misma fuente. Incluso, más barato comparado con mayo pasado, cuando estos valores marcaban u$s9.868 ($10 millones, aproximadamente).
Más allá de los datos duros hoy estamos aún un 20% por debajo de los promedios de los últimos 15 años, «por lo que se podría decir que es un buen momento para refaccionar», entiende Germán Gómez Picasso, fundador de Reporte Inmobiliario. Aunque, eso sí, «hay que apurarse», advierte, porque «con dólar pisado lo más probable es que sigan aumentando en moneda americana».
En ese sentido, los parámetros que se tuvieron en cuenta en el análisis previo para establecer los presupuestos también merecen ser considerados. En líneas generales, para el cómputo de la cocina se contempló una superficie de 5,6 m2 y 2,5 m de altura, e incluyó mano de obra y materiales para cambio de caños de alimentación y desagües, reemplazo de mesada, colocación de luminarias, bocas de electricidad, cerámicos; como también y los procesos de demolición, extracción de revestimientos, picado de revoques completos y mobiliario y pintura.
En el caso del baño, se consideró una superficie de 3, 75 m2 y 2, 5 m de alto y la mano de obra y los materiales para el cambio de caños y desagües, el reemplazo de artefactos, bañera, griferías, accesorios, vanitory y espejo; como asimismo la colocación de nuevos cerámicos y luminaria, las bocas de electricidad y, al igual que en la restauración de la cocina, la pintura general.
Otras posibilidades para refrescar la vivienda
Pero hay posibilidades más económicas, claro está. Por ejemplo, para un baño estándar de aproximadamente 5 m2 que contemple cerámicos/revestimientos, grifería, sanitarios, muebles de baño accesorios (porta papel, toallero, jabonera), pintura y masilla, electricidad e iluminación; y mano de obra como la albañilería, plomería, electricidad, colocación de los cerámicos y pintura, también hay opciones que oscilan entre los u$s2.660 y los 5.325 dólares.
Y si bien, por otro lado, «la cocina es uno de los ambientes más costosos de remodelar y que, también, puede tener más variabilidad, dependiendo de calidades de muebles, mesadas, artefactos eléctricos», de acuerdo con Staffieri. Pero para una estándar (9 m2), incluyendo los revestimientos, la mesada, los muebles bajo y sobre mesada, los artefactos (cocina, campana, horno), grifería y bacha, electricidad e iluminación y la pintura; y labores necesarias para tal fin como la albañilería, plomería, electricidad, colocación de revestimientos e instalación de muebles y artefactos, los costos pueden variar entre u$s6.290 y 12.450 dólares.
Y si bien las refacciones de cocina y baño se ubican en la Argentina en el top de las más demandadas para refrescar una vivienda porque son los ambientes que más incrementan el valor de la propiedad, hay otros factores que también ayudan y requieren una inversión relativamente baja. Allí se alistan el cambio de revestimientos en pisos (colocar porcelanato o cerámicos nuevos es muy común), nuevas aberturas o la actualización de la iluminación (cambiar a sistemas led y mejorar la distribución).
En ese sentido, para remodelar un living-comedor o dormitorio de unos 15 m2 habrá que destinar entre u$S1.695 y u$s3.730. Aunque, en la actualidad, otros espacios que se adaptan al teletrabajo y se refuncionalizan sobremanera son las cocheras, devenidas en quincho a home office, o los dormitorios adicionales; pero además patios o balcones que se convierten en jardines de invierno, o comedores grandes que se dividen para crear una sala de cine o playroom.
Para otros ambientes de la casa, los precios para refaccionar también dependen mucho del alcance, de si esto incluye cambio de función, «si tendrá albañilería, trabajo de demolición, instalación eléctrica, pintura y cambio de piso…», adiciona Astudillo. En líneas generales, «podemos hablar de un valor cercano a los u$s800, que bajaron alrededor de 13% de los precios de principio de año debido al incremento del dólar», concluye.