Fuente: Cronista – Como adelantó El Cronista, el Gobierno habilitó que los fondos depositados en la Cuenta Especial de Regularización de Activos (CERA) puedan invertirse en proyectos inmobiliarios. Cuántos ingresos se necesitarían para revertir la tendencia negativa del sector.
En la definición de la letra chica del Régimen de Regularización de Activos, con la Resolución 590/2024 que se publicó este viernes en el Boletín Oficial, el Gobierno reveló una de sus grandes apuestas: el repunte de la actividad por medio de la construcción. Los destinos que se autorizaron y el monto que se necesitaría.
Además de configurar una fuente adicional de reservas por el ingreso del impuesto en dólares estadounidenses, en medio de la «Fase 2» con las intervenciones en el Contado Con Liquidación (CCL) y el MEP, el Gobierno pretende que los fondos depositados contribuyan a la reactivación económica.
Y si bien, la redacción de la Ley 27.743 sentó a grandes rasgos las opciones de destino, recién este viernes se conoció el detalle de las alternativas de inversión que tendrán los contribuyentes que depositen dinero en efectivo en la Cuenta Especial de Regularización de Activos (CERA) a los fines de que no quede inmovilizado.
Entre las cuales, tal como había adelantado El Cronista, figura la posibilidad de invertirlo de forma directa o indirecta en proyectos inmobiliarios que se inicien a partir del 18 de julio de 2024 o que a esa fecha tengan un grado de avance de la obra inferior al 50%.
En línea con la promesa que hizo el ministro de Economía, Luis Caputo durante su encuentro con la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU) en donde les aseguró que con la combinación del blanqueo y los créditos hipotecarios los proyectos iban a «explotar«.
¿Alcanza para el repunte?
A pesar de que en mayo se presentó el primer dato positiva para el Gobierno en términos de la actividad, con una variación interanual del 2,3% y desestacionalizada del 1,3%, en gran parte se explicó por la performance del campo.
Con una comparativa a mayo de 2023, donde Argentina tuvo una de las peores cosechas de la historia, el rubro «Agricultura, ganadería, caza y silvicultura» presentó una variación interanual positiva del 103,3% que significó la mayor incidencia (7,33%) en el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE).
Pero aún quedan sectores en números rojos. Como caso ejemplar la «Construcción» que siguió en el quinto mes del año en el sendero a la baja: presentó la mayor variación interanual negativa con el 22,1% (incidencia de -0,65%).
Una tendencia que solo se podría cortar vía el nuevo blanqueo de capitales de ser sumamente exitoso. «Si el volumen es importante sin lugar a dudas va a dinamizar la industria, pero si se blanquean u$s 100 millones no se entera nadie«, declaró una fuente de primera línea del sector a este medio.
Así, en el rubro proyectan que la cifra que podría hacer cambiar de tendencia sería el ingreso de u$s 5 mil millones vía el blanqueo con destino a proyectos inmobiliarios. La cual es sumamente superior a la que los privados estiman por el total de la iniciativa (u$s 1.500/2.000 millones).
En el Gobierno se niegan a dar cuáles son sus estimaciones de recaudación y alegan, que a la luz de los resultados fiscales (superávit del 0,4% del Producto Bruto Interno (PBI) en el primer semestre) el objetivo principal no son ingresos, sino ampliar la base de contribuyentes.
«Estamos contentos porque las proyecciones de los privados son mejores que las nuestras«, declaró un funcionario de primera línea en estricto off. En diciembre, por la tabla que compartió el Ministerio de Economía, a los fines del déficit cero en 2024, se pretendía ingresos por 0,5%/PBI de la moratorio, el blanqueo y los cambios en Bienes Personales.