El plan para reconvertir al emblemático ‘Rulero’ en un edificio de oficinas «covid-friendly»

Fuente: Cronista ~ El edificio de oficinas Prourban, más conocido como «Rulero», no pasa desapercibido. Erigido en la esquina de Av. Libertador y Carlos Pellegrini, a metros de la estación de Retiro hoy padece las consecuencias de la pandemia. En busca de una transformación convocan a arquitectos y paisajistas para generar espacios al aire libre en este histórico de la City porteña y convertirlo en un edificio Covid friendly.

«Hoy en el Microcentro hay muchas oficinas que no se han modernizado y se convirtieron en los grandes perdedores de la pandemia producto del home-office. Lo que buscamos es continuar con la puesta en valor del famoso Rulero, generando espacios al aire libre y que se ajusten a las necesidades de hoy», sostuvo Marcos Villanueva CEO de Waves, empresa gerenciadora del Rulero.

«La tasa de vacancia creció acercándose a máximos históricos, (15,7%), aunque todavía se mantiene por debajo del récord alcanzado en 2002 (31%). La liberación de superficie se aceleró, registrando un incremento del 11% respecto del trimestre anterior y del 77,7% en comparación con el mismo período de 2020«, explicó Karina Longo de LJ Ramos.

Hoy la oferta de oficinas supera ampliamente la demanda. «Tenemos búsquedas de empresas que se achican en superficie, no nuevas empresas», agregó Longo. Según los datos de LJ Ramos, la absorción neta cerró en 22.515 m2 negativos, es decir que sólo se rentaron 9.100 m2, frente a los 31.600 m2 liberados.

Alejandro Goldemberg – Moderna Bs As – CPAU

Otro dato más: «Hay cerca de 40 nuevos edificios en etapa de construcción, dedicados al mercado de oficinas. Es decir que en los próximos años se espera que se sumen 800 m2 más al mercado», agregó Villanueva.

Lo que queda claro es que para sobrevivir en un mercado, con poca demanda y que hoy se ve afectado por el home-office que llegó de la mano de las pandemia, es necesario actualizarse y readecuarse a las necesidades de hoy.

«Antes de la pandemia logramos modificar nueve ascensores que incluyen la llamada anticipada. Además, instalamos un software con código QR para las visitas, esto sirve para que las mismas no se tengan que registrar y puedan ingresar de forma más rápida», detalló Villanueva.

Otras de las modificaciones que se hicieron en el edificio de más de 37 años y con 27 pisos de oficinas, previo al Covid, fue en el estacionamiento. Allí se instaló un sistema similar al de los peajes para que se pueda ingresar, leyendo la patente de los vehículos, de forma automática. Además se instaló un estacionamiento para bicicletas.

Las empresas encargadas de la obra, hace más de 37 años, fueron las constructoras Eugenio Grassetto SA y Sideco Americana SA. Se basaron en el proyecto que en 1978 la desarrolladora Creaurban (era del Grupo Socma, que lideraba el empresario Franco Macri) le había encargado al estudio de Flora Manteola. Así surgió ese diseño tan particular de hacer un edificio redondo. 

Ahora, la Sociedad Central de Arquitectos organiza un concurso con Waves como promotor para readecuar el edificio en busca de mayores espacios al aire libre, una nueva necesidad que se instaló con la llegada de la pandemia. La convocatoria a nuevos proyectos comenzó el pasado 26 de mayo y finaliza el 14 de junio.

El concurso tiene por objeto desarrollar un anteproyecto para el diseño de los accesos y cerramiento perimetral, junto con el tratamiento paisajístico de los espacios exteriores, de la planta baja de la Torre Prourban.

«Una serie de nuevas demandas motivan a los propietarios del consorcio a encarar una reforma de los espacios descubiertos para mejorar su uso, la seguridad y el aprovechamiento de la planta baja como complemento de los espacios para trabajo de las pisos de oficinas de la torre«, explican desde la Sociedad.

Se trata de una intervención en un edificio icónico, de valor patrimonial, en uno de los accesos al centro de la Ciudad de Buenos Aires, con el compromiso de generar un aporte al ambiente urbano. 

«El sentido del proyecto será el de poner en valor la arquitectura de la torre, sus espacios exteriores y al entorno urbano, de manera de generar un uso intensivo de la planta baja por las personas que trabajan en los diferentes pisos de oficinas de la torre», remarcan.

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