Fuente: Ámbito ~ En un mercado con mucha confusión, la apuesta al “ladrillo” vuelve a ser una opción ante precios que estuvieron en baja.
La demanda de inmuebles tuvo un repunte en los últimos tres meses debido al contexto de volatilidad en las opciones de inversión y el ladrillo como tradicional resguardo de valor, señalaron referentes del mercado inmobiliario.
“En un contexto de tanta volatilidad, pensar en el ladrillo como refugio de valor sigue siendo una muy buena opción de resguardo”, indicó la proptech Mudafy en un informe sectorial. El portal inmobiliario reveló un incremento en la oferta de propiedades en valores históricos: actualmente hay más de 160.000 publicaciones en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la demanda de los últimos 3 meses manifestó un aumento del 17% en las ventas con similar período de 2021.
Otro informe, en este caso elaborado por la inmobiliaria L.J.Ramos, destacó que en la zona Norte de Gran Buenos Aires el mercado tuvo algunos cambios importantes en los últimos meses, en los que “se nota mayor decisión de compra y se están concretando ventas que venían demoradas”.
En esta zona los lotes siguen siendo el producto más buscado y las consultas aumentaron un 50% en el primer semestre de 2022 respecto a igual período del año previo.
Asimismo, los valores de las propiedades se acomodaron a la baja en algunas zonas del GBA, aunque esta situación es dispar y depende de la zona en la que está ubicado el inmueble. En Puerto Madero, el desarrollo residencial premium de Consultatio en el Dique 2, Oceana Puerto Madero, cuenta con más del 70% de las unidades vendidas, con valores que van desde u$s5.500 el metro cuadrado.
Diego Schwengber, director comercial de Consultatio, dijo que “nuestro público incluye a inversores y usuarios finales; las unidades más chicas son las elegidas por parejas jóvenes y matrimonios con hijos grandes que dejan sus casas para mudarse a un complejo con todas las comodidades y cerca de todo, pero con menos metros cuadrados”.
“Hay inversores del interior y exterior que quieren tener un segundo hogar en Buenos Aires, o tienen hijos estudiando en la ciudad y lo eligen como lugar para quedarse cuando los visitan. Otro público inversor son las empresas que compran unidades para sus altos directivos expatriados; o multinacionales como alternativa a sus negocios principales”, completó el directivo.