Fuente: Cronista ~ El sinceramiento fiscal es la última esperanza de los inmobiliarios para reactivar el mercado. Rige hasta mediados del 2023, cómo son las alícuotas y que es lo que más se vende.
El segundo semestre del año llegó con una nueva esperanza para el mercado inmobiliario. El sinceramiento para la construcción, que luego se extendió a las propiedades usados, si bien tiene sabor a poco, se trata de la última carta que se juegan las desarrolladoras para impulsar las ventas. E incluso, utilizan los carteles de «apto blanqueo» para sumar clientes y cerrar operaciones.
Según el decreto de reglamentación 522/2022 publicado en el Boletín Oficial a fines de agosto, el blanqueo de capitales para la construcción tendrá esta vez unos 90 días para que los empresarios puedan pagar apenas un 5% del costo de la penalización. El primero de los plazos venció a mediados de noviembre.
Hoy rige una tasa del 10% por tres meses que vence a mediados de febrero. Luego, se mantiene una tasa del 20%, hasta medio año posterior al último vencimiento.
«La primera alícuota tuvo, no solo muchas consultas, sino que un buen nivel de operaciones. Siempre en montos grandes en promedio de u$s 1 millón«, explicó Alejandro Ginevra presidente de GNV Group, desarrolladora que lleva adelante el proyecto Madero Harbour, apto blanqueo, en Puerto Madero.
Para los desarrolladores el blanqueo significó una buena noticia, sobre todo para los emprendimientos más exclusivos. Muchos lo utilizan hasta como una estrategia de marketing para atraer posibles compradores bajo el lema de «apto blanqueo». «Le informamos a nuestros clientes del sinceramiento porque sabemos que es una estrategia clave para dinamizar las ventas», agregó Ginevra.
Sin embargo, el reciente anuncio por parte del Ministro de Economía, Sergio Massa, sobre un posible blanqueo de capitales, preocupa al sector de la construcción. «Si bien no tenemos certezas, es una herramienta que nos quita público», dijo el empresario inmobiliario. De hecho, «en diciembre, todavía no logramos hacer ninguna operación con sinceramiento de dinero, pero hay consultas continuamente», agregó.
Para Gerardo Azcuy, dueño de la desarrolladora homónima con gran presencia en Caballito, el blanqueo ayudó a cerrar algunas operaciones. «Tenemos un nuevo edificio de la serie Donna en una esquina emblemática en Av. la Plata y Av. Pedro Goyena en donde impulsamos la venta con blanqueo», explicó el empresario.
Se trata de Donna GIOA, una torre que empieza los trabajos de obra en marzo del año que viene pero ya tiene un 35% del emprendimiento vendido. «Tendrá un total de 14 pisos, de los cuales dos serán exclusivamente de amenities con tipologías que van desde los 2 hasta los 5 ambientes», remarcó Azcuy.
Hoy las desarrolladoras apelan al blanqueo, que finalizará a mediados de 2023, para sumar nuevas operaciones y dinamizar un mercado que viene de capa caída.
«Lo que vemos hoy es que lo que más se mueve con el blanqueo son los emprendimientos de lujo que apuntan a la clase alta, el resto no despega, no hay una mejoría para el mercado», concluyó Ginevra.
Con esta norma, el Gobierno espera sumar entre u$s 4000 millones y u$s 5000 millones a los apenas u$s 200 millones que fueron atraídos el año pasado hacia la Argentina durante los 120 días que duró el régimen en 2021.
El Grupo cordobés Ecipsa, que desembarcó en Devoto con un mega emprendimiento reconoció que el blanqueo «impulsó las ventas un 15% en un mes en promedio».
«Desde septiembre hasta la fecha recibimos unas 100 consultas para acceder al programa con nuestros productos. Lo interesante de las consultas es que en su gran mayoría conocían la metodología del blanqueo y el proyecto les parecía atractivo de antemano», agregó Germán Lorenzo, gerente comercial en MilAires, el country urbano de Devoto que desarrolla la firma cordobesa.