Fuente: Perfil – Como parte del plan de reajuste económico, las obras públicas quedaron frenadas. Sin embargo, hay contratos que siguen vigentes.
La suspensión de la obra pública dejó una gran cantidad de incumplimientos de contratos vigentes. Desde el sector se busca, no solo la reactivación de la actividad, sino la solución a los acuerdos establecidos por la contratación de los trabajos.
Incumplimientos contractuales
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el abogado Guillermo Lizarrondo quien contó que los contratos de construcción “tienen dos partes principales”,la del contratista y la del comitente, que es quien se encarga de la construcción de la obra.
Según el entrevistado, esos contratos de construcción no pudieron cumplirse, en cuanto a los plazos de la construcción, y la entrega de la obra finalizada.”Muchos de estos problemas tienen que ver con la situación económica de la Argentina, pero especialmente todo lo relacionado con los años anteriores y los índices de inflación muy altos”, continuó.
En ese sentido, Lizarrondo, sostuvo que el problema principal se produjo con los incumplimientos contractuales que venían derivados de los aumentos de precios de materiales y también “por la especulación de ciertos comerciantes” que ante la incertidumbre de cuánto podían subir los precios, decidieron no vender los materiales por más que quizás los tenían en stock. Y siguió: “Sucedió con las chapas, cañerías y los materiales más elevados”, agregó.
Cláusulas, contradicciónes y pagos
En continuidad con los contratos, el entrevistado explicó que la norma general explica que “el contrato es ley para las partes”, entonces hay muchos contratos denominados de adhesión que “ya están predeterminados y que las cláusulas no se negocian” porque los constructores “asumían la obligación de comprar los materiales y acopiar”.Y siguió: “Si después de un tiempo, el contratista dice que no puede avanzar es porque hay una contradicción evidente, una mala praxis”.
Con respecto a los contratos de trabajo, Lizarrondo expuso que los trabajadores suelen cobrar por quincena, pero si las empresas constructoras, que tienen obras simultáneas, frenan un trabajo o se termina dicha laboral, “pueden cambiarlo de locación y que sigan trabajando en otros lugares”. “Es natural que dada la especialidad del trabajador, luego de terminar su trabajo en una obra naturalmente pase a otra, por ende no están atados estrictamente a la finalización de una obra, sino que van cambiando de postura”, agregó.
Al cerrar, agregó: “Se hizo una política pública en cuanto al freno de las obras públicas y eso generó que las obras públicas, que hacen empresas privadas, frenaran mucho su trabajo y por este motivo se produjeron los despidos”.