Fuente: Ámbito ~ Según los especialistas, la actividad habría crecido 5% en 2022. El año que inicia está marcado por la incertidumbre electoral y la alta inflación.
El sector de la construcción asegura que el balance de la actividad en 2022 fue positivo, pero se muestra con cautela respecto al año que comienza. Siendo un año electoral, los especialistas advierten que la inversión pública debería dinamizar más el rubro que viene de meses sin fuertes avances.
“La actividad de la construcción cerró el año con un crecimiento de entre el 5% y el 6%”, sentencia Diego Aguirre, CEO de Construya al Costo y cita mediciones privadas y públicas. “La actividad de este año va a depender fuertemente de la inversión pública y de la reactivación de las obras del Gobierno. Obviamente se espera que, en un período electoral, la inversión pública crezca”, apunta.
Aguirre, aclara que las perspectivas a nivel macro son coincidentes entre las empresas que trabajan en la obra pública y en la obra privada: “Un 65% 70% está esperando que en los próximos meses la actividad esté estabilizada. Por lo tanto, este tipo de indicadores hablan de una situación estable”.
Por su parte, Edgardo Gioia, presidente de la Cámara Industrial de Cerámica Roja (CICER) y de Cerámica Quilmes – Later-Cer avizora un buen año, “con la lógica incertidumbre que nos generan los índices inflacionarios, la evolución del tipo de cambio, y un año electoral”. En lo que respecta a la industria de los materiales de construcción, el ejecutivo destaca que su “producto es el más demandado a la hora de construir en la Argentina y eso debería sostenerse”.
En el sector se está viviendo una reconversión hacia construcciones y materiales más sustentables. Según Gioia, “el 2022 fue un buen año para la construcción en general, y para las empresas integrantes de la CICER en particular”. Cerca del 95% de las viviendas que se construyen anualmente en Argentina utilizan ladrillos cerámicos. “A pesar de los avances de otros sistemas como la construcción en seco y la construcción modular, el ladrillo cerámico hueco sigue siendo la opción más elegida gracias a sus avances en eficiencia energética y sustentabilidad edilicia”, completa.
Carlos Spina, presidente de Asociación de Empresarios de la Vivienda de la República Argentina (AEV), recalca que para analizar el 2022 hay que tener en cuenta la situación macro y el contexto político y social de la Argentina. “Cada vez que hicimos pie, un nuevo suceso nos vuelve a desestabilizar, aunque el dato más fuerte es el deterioro del poder adquisitivo, ya que hoy tenemos la peor relación salario/m2 en décadas”, lanza.
Sin embargo, advierte que el ladrillo sigue siendo un refugio de valor. “En los últimos 3 meses vemos un cambio de tendencia y un paulatino aumento en la compra de inmuebles. ¿Por qué? Por los costos bajos al momento de la compra. Mientras, el mercado entiende que estamos en un piso y que debería haber una recomposición de precios hacia adelante”, afirma Spina.
Con respecto a los desafíos de cara a 2023, un año marcado por la agenda política, el presidente de la AEV recalca que estará cargado de incertidumbre. “Estamos en un punto bisagra, encarando cambios estructurales en Argentina”, cierra.
Por último, desde Gustavo De Simone Soluciones Inmobiliarias explican que “diciembre, se comportó muy raro, fue un mes récord en ventas, pero hay que atribuirlo a un efecto de acumulación de reservas de meses anteriores, pese a ello, seguimos con niveles muy bajos respecto a los históricos”.
“La proyección para 2023 es que va a seguir siendo un rubro donde los compradores van a marcar la cancha, que todavía seguimos con una gran demanda y récord de oferta de propiedades, donde los inversores o compradores ponen las condiciones del juego”, concluye Gustavo De Simone, titular de la firma.
El mercado inmobiliario espera que este año los valores se estabilicen y que se frene el movimiento descendente. “Esperamos llegar a una gran recuperación en forma paulatina comenzando a finales de este año y en 2024” se esperanzan, aunque reclaman un gran cambio en la macroeconomía: que la inflación se estabilice y que vuelvan a surgir instrumentos de ayuda a la compraventa de propiedades.