Fuente: Ámbito ~ Desde el sector esperan que continúe la recuperación por la mayor obra pública proyectada en el presupuesto 2022 y por el plan «empalme» de planes sociales, en donde el Estado analiza subsidiar empresas que capaciten y empleen a trabajadores en la construcción.
El empleo en la construcción ya superó los niveles prepandemia, pero todavía está a casi 100 mil puestos de trabajo del pico de 2017. Desde el sector esperan que continúe la recuperación por la mayor obra pública proyectada en el presupuesto 2022 y por el plan “empalme” de planes sociales, en donde el Estado analiza subsidiar empresas que capaciten y empleen a trabajadores en la construcción.
Para darle una mayor potencia a la actividad, desde la Cámara de la Construcción dialogan con el Gobierno distintas alternativas. Presentaron una nueva modalidad para cambiar los contratos y agilizar la ejecución de la obra pública, y piden que continúe el blanqueo de capitales, que llegó a apenas u$s200 millones, menos del 5% de lo que se esperaba (u$s5.000 millones), según fuentes privadas.
Con la llegada del coronavirus en marzo 2020, se perdieron 70 mil puestos de trabajo en la construcción. A partir de agosto del año pasado comenzó a recuperarse, y lleva 12 meses consecutivos de subas, con 80 mil nuevos empleos. “Si lo comparas con la prepandemia, ya nos recuperamos”, aseguró Iván Szczech, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), en diálogo con Ámbito.
Sin embargo, resaltó que están a 90 mil puestos de trabajo de lo que fue el récord de 450 mil empleos a fines de 2017, antes de que estallara la crisis cambiaria. Con una recuperación de 5000 puestos de trabajo por mes, estima que se necesitaría casi 2 años para volver a los mejores números de la década. En tanto, en cuanto a la actividad, los números ya están en niveles de 2018.
“La actividad crece más que el empleo, porque hubo mucho trabajo informal en construcciones privadas”, explicó Szczech. El empleo en la construcción cuenta con una ley distinta, en la que existe un fondo de cese laboral, como el que propuso el senador de Cambiemos Martín Lousteau para cambiar las indemnizaciones. Según Luis Campos, economista de la CTA, este régimen no condujo a un incremento de la formalidad, dado que la industria de la construcción tiene al 60% de los asalariados sin aportes.
Optimismo
Los empresarios del sector de la construcción se muestran optimistas por el futuro, debido a distintas propuestas que dialogan con el gobierno para potenciarlo. Por un lado, presentaron un proyecto para agilizar la ejecución de la obra pública. Tras la derrota en las elecciones, todas las miradas se posaron en el devengado de cada ministerio. En Obras Públicas, para fines de septiembre llevan ejecutados el 65% de lo presupuestado para todo el año.
“La gran problemática pasa por las redeterminaciones de precios en años de alta inflación, los costos de la construcción subieron por encima del 65%, y las actualizaciones de contrato demoran meses. En cada obra pública hay una fórmula distinta que provoca demoras burocráticas”, explicó Szczech. En ese sentido, presentaron un proyecto para establecer un nuevo marco. El presupuesto 2022 contempla una partida de infraestructura del 2,4% del PBI, respecto al 2,2% del 2021 y al 1,1% del 2019.
Por otro lado, el sector espera que se efectivice el plan que trabajó con el Ministerio de Desarrollo Social, Trabajo y la Uocra para empalmar planes con empleo. “Va a ser un empuje para la generación de trabajo”, anticipó Szczech. El plan en estudio consiste en que las personas con programas como el Potenciar Trabajo puedan acceder a una capacitación en la fundación Uocra y obtener una credencial que certifique el oficio. Luego al entrar en una obra, el empleador tendría un descuento en las contribuciones patronales por 12 meses. Y como la persona seguiría cobrando el plan, significaría un subsidio al salario. Cuando se termina el contrato, la persona continuará cobrando la asignación. Sería similar al programa Te Sumo para jóvenes, con la posibilidad de sumar también a personas sin secundario completo.
En la economía popular hay 235 mil personas inscriptas en el Renatep que se desempeñan informalmente en la construcción, como albañiles, durleros o auxiliares de obras.