Fuente: TN ~ Según analistas, la macro condicionará a todas las industrias y aquellos rubros que lideraron el crecimiento de este año perderán lugar.
Con el cierre de 2022, empiezan a aparecer una serie de balances y perspectivas para el año próximo en materia económica. Entre las distintas variables que se tienen en cuenta, la consultora Abeceb relevó cuáles fueron los sectores que más crecieron este año y cómo continuará la actividad en 2023.
En primer lugar, el informe precisó que los rubros que marcaron un crecimiento mayor este año fueron la producción automotriz y las exportaciones agrícolas, mineras y petroleras, además de la fabricación de agroquímicos y de aparatos de uso doméstico. Según las estimaciones de Abeceb, “si bien algunos de estos sectores continuarán siendo líderes, su performance ya no será tan vigorosa el año próximo”.
“A nivel sectorial, el panorama es cada vez más heterogéneo, pero la macro los condiciona a todos (incluso a los más dinámicos) y las inversiones están en wait & see(esperar y ver). El denominador común es que, hasta los que fueron motores del crecimiento durante este año, perderán combustible en 2023″, indicó la consultora.
En este sentido, puntualizó que la sequía, las fuertes restricciones a las importaciones, la desaceleración del crecimiento, la reducción de ingresos y del consumo son los factores directos que explican la pérdida de impulso en la economía real.
Sin embargo, existen ciertos factores que podrían convertirse en oportunidades para ciertas industrias. “Las distorsiones microeconómicas que impactan en ciertos sectores pueden tener el efecto colateral de crear oportunidades en otros”, sostuvo el documento. Y puntualizó que la escasez de insumos importados puede generar incentivos –probablemente transitorios– para actividades de sustitución de importaciones de la industria automotriz, turismo, textil, entre otras.
También -consideró Abeceb- es posible que el ahorro busque nuevas alternativas para conservar valor ante la alta inflación y “se refugie en el sector inmobiliario, la construcción y/o la compra de bienes de semi durables”, con lo que el turismo y el consumo pueden salir favorecidos por mayor turismo local ante aumentos en los costos de salida.
Por último, la consultora analizó que “la nueva situación global revaloriza el rol de países con ventajas comparativas en energía y alimentos y está en marcha una relocalización de cadenas de valor que otorga mayor peso a los criterios geopolíticos”.
Qué pasará con la economía en 2023
La consultora también dejó su pronóstico sobre la economía y estimó una desaceleración en el crecimiento, que pasará de 5,5% en 2022 a 1% el año próximo. También se espera una baja en el consumo, que caerá de 9% a 1,7% y una inflación por encima del 85%.
Además, consideró que la producción automotriz crecerá 8,3% frente a un mercado interno acotado por la escasez de modelos importados, la pérdida de poder adquisitivo y mercados en Latinoamérica que desacelerarían su ritmo de crecimiento.
Por otra parte, la sequía impactará fuertemente en la producción agrícola que exhibirá una caída del 11% y en la de molienda de trigo, con una fuerte retracción del 16,4%. La venta de maquinaria agrícola también se resentirá: en 2022 creció el 7% y el año que viene se mantendrá sin mejoras (0,2%). En tanto, el sector de la construcción cerrará 2022 con una mejora del 5,7% y el año próximo desaceleraría al 3%.
En cuanto al consumo y pese a la pérdida poder de compra de los salarios, los consumidores continuarán buscando alternativas de consumo para deshacerse de los pesos, aprovechando las promociones y los programas de facilidades de pago (planes Ahora).