Fuente: iProfesional ~ En un contexto inflacionario, las partes muestran preocupación por no poder avanzar hacia la confección de una nueva ley o la modificación de la vigente.
Todo signo de esperanzas quedó en pausa luego de que se suspendieran las negociaciones que empezaron a darse en la Mesa de Alquileres. El impase de los encuentros, de los que participaron el secretario de Comercio, Roberto Feletti, distintas asociaciones de inquilinos, cámaras de inmobiliarias y propietarios, retrasan aún más la posibilidad de introducir modificaciones en la Ley de Alquileres.
En este contexto, se conoció que desde la oposición van a solicitar una sesión especial para lograr la derogación de la ley de alquileres vigente, por sus efectos adversos en los precios de los alquileres y en la oferta de propiedades. Además, se supo que el viernes el diputado José Luis Gioja, va a presentar una iniciativa que incluye topes a los precios y la posibilidad de implementar un impuesto a la vivienda ociosa.
«Por desgracia, la última reunión concluyó sin arribar a ningún tipo de consenso. Reconocemos que haya existido la voluntad por parte de las autoridades de intentar avanzar en políticas acordadas, pero lo cierto es que algunas de las organizaciones sentadas a la mesa presentaron posturas inflexibles que, además, resultan nocivas para el sector», indica Marta Liotto, Presidenta del Colegio Profesional Inmobiliario de la Ciudad.
Y agrega: «reforzar la intervención del Estado en el mercado (sea con mayores controles, la creación de impuestos a las viviendas ociosas o fijando oficialmente los valores de los contratos ) solo traerá mayores complicaciones, porque desalentará la inversión y reducirá aún más la oferta de inmuebles. Por el contrario, es necesario generar mecanismos que incentiven a propietarios a colocar sus inmuebles en locación, así como a los inversores a adquirir, construir o remodelar unidades destinadas al alquiler», indica la experta, que estuvo participando de los encuentros.
Por su experiencia, Liotto reconoce que «lo más importante para revitalizar el sector de los alquileres es la modificación de la Ley de Alquileres, en particular en lo referente a una actualización de precio por lo menos de forma semestral y reducción de plazo mínimo de locación a 2 años».
Asimismo, el mercado se vería beneficiado si se aplicaran medidas que mejoren el acceso a créditos blandos para la adquisición de primeras viviendas. Conseguir un departamento en alquiler, realmente una tarea llena de azar.
Nueva ley de alquileres
Jorge Toselli, el presidente de JT Inmobiliaria, opina que para que la situación de los alquileres mejore es preciso que «se sancione una nueva ley a la brevedad. Estamos ahora en un limbo que mantiene prácticamente paralizada la actividad. Los propietarios necesitan alquilar con certeza».
«Insisto con esto porque es importante: con la ley vigente, el locatario (el inquilino) sufrió aumentos de más del 50%, cuando con la modalidad previa hubiera tenido un incremento del 20% semestral», enfatiza.
A modo de referencia, Toselli sostiene que «en el caso de los de 3 ambientes que son requeridos por las familias casadas con un hijo, la oferta es cada vez menor y son difíciles de encontrar. Por ejemplo, en nuestra zona, de Recoleta y Barrio Norte, la ausencia de estos inmuebles es cada vez mayor. Esto claramente es consecuencia directa de esta eterna espera de la sanción de un nuevo marco regulatorio».
Lo mismo ocurre con los departamentos 1 y 2 ambientes. «Dada la gran demanda de los jóvenes del interior del país –que vienen a estudiar a Buenos Aires– ya se agotó el stock. A diario nos visitan jóvenes que se anotan en lista de espera, una situación que no es habitual desde larga data», resalta Toselli. Muchos ven el momento de firmar el contrato de alquiler cada vez más lejos.
Alquileres versus inflación
«Es de esperar que dejen sin efecto las medidas regulatorias que hoy impiden a propietarios e inquilinos ponerse de acuerdo con las cláusulas del contrato. Sabemos que el verdadero problema es y sigue siendo la inflación, que lleva al deterioro constante del salario y a la baja de la actividad económica, cualquier acuerdo en la ley es un parche si no se resuelve a corto plazo la madre de todos los problemas: la suba de precios», agrega Oscar Puebla, bróker inmobiliario.
Por esto, Toselli afirma que «se debe dar de inmediato una nueva ley que establezca un menor plazo del contrato y la libertad de las partes para actualizar valores, porque la norma actual es la que provocó la actual abrupta caída de la oferta de inmuebles en alquiler».
«El plazo del contrato ya está probado y aceptado por las partes que debe ser de dos años, porque es lo más conveniente. Y la actualización tiene que acordarse entre las partes y ser pagadera en forma semestral, ya que en forma anual causa una abrupta suba al inquilino imposible de abonar en sus primeros meses. Además de firmar algo con plazo a 3 años que no se sabe cuánto pago al final de cada período anual», concluye Toselli.