Fuente: Clarín ~ Valentina Cerrone y Sebastián Andía trabajan en Zaha Hadid Architects y tienen su propio estudio en Inglaterra.
Dos jóvenes arquitectos mendocinos, Sebastián Andía y Valentina Cerrone, son los creadores de OF, un estudio que fundaron en 2017 en Londres, a la par de su trabajo en la oficina de Zaha Hadid.
En Salónica, Grecia, el sol se descompone en millones de micropartículas de luz, apenas choca con la piel color plata de diez torres futuristas, Oculis, que albergarán al centro de negocios de la ciudad. Buena parte de los planos se dibujaron bajo un cielo menos despejado, justamente en la oficina de OF. Studio, cuyos arquitectos están habituados a otros soles, menos marítimos y más andinos.,
Los dos se asoman en una video conferencia que, + 4 horas, da la medianoche en Londres. “Estamos acostumbrados a trabajar a cualquier hora”, dicen. Su carpeta de proyectos lo confirma; ganaron concursos en Dubai, Estados Unidos, Grecia y Mendoza. Mientras trabajan con equipos de todo el mundo, sus apps suman millas en husos horarios.
Con unos años de diferencia recorrieron el mismo camino. Se graduaron en la Universidad de Mendoza y realizaron el Master en Arquitectura por el Architectural Association Design Research Lab (AADRL) de Londres.
Ambos se graduaron con honores en la especialización y terminaron trabajando en Zaha Hadid Architects. Hoy persiguen sus sueños en OF. y comparten el trabajo en la firma de la ganadora del Pritzker, donde Sebastián tiene el cargo de asociado.
“En Hadid formamos parte de obras de gran envergadura muy de vanguardia, una experiencia valiosísima. A través de OF., nos planteamos qué nos gustaría hacer nosotros como individuos con esas herramientas”, cuenta Cerrone.
Las respuestas llegaron rápido. En 2020 ganaron, entre más de 150 estudios emergentes, el concurso para proyectar un ícono urbano en el Dubai Creek Harbour, de Emiratos Árabes Unidos.
Le pusieron Land-Mark, un juego de palabras entre ícono y marca en la tierra (en inglés). De hecho, el proyecto integra los símbolos del desierto en curvas que parecen talladas en el piso.
“El desafío era grande: teníamos que generar un ícono de la ciudad a menos de 1 kilómetro de una obra de Calatrava de muchísima personalidad”, dispara Andía. Land-Mark genera en sí mismo distintos paisajes, protagonizados por espejos de agua que convergen en la bahía. Cada oasis está contenido en paredes que recuerdan, en textura y color, las arenas árabes.
La tecnología constructiva también apela a la vanguardia: brazos robóticos para colocar las paredes realizadas en hormigón de color impreso en 3D. “Cada una de esas geometrías origina espacios pensados para ser aprovechados al máximo”, completa Cerrone.
Clave arquitectónica
La preocupación sustentable vuelve a estar presente en las Ephemeral Station, un prototipo de estaciones colectoras de energía desarrollado para Play Ranch, Estados Unidos. Trasladable, está pensado para recolectar agua y energía y proveerla en eventos remotos, como recitales.
“Lo creamos como un elemento escultórico, que aporte belleza al lugar donde se instale. Fue un proyecto muy interesante, porque llevó una investigación en áreas que quizás como arquitectos no nos son demasiado cercanas”, agrega Andía. Para realizarlo recurrieron al asesoramiento del ingeniero mendocino Alfredo Estévez.
En el caso de Oculis también generaron una alianza, esta vez con el estudio griego Degree Zero. Bajo la premisa de dejarle valor a la ciudad, instalaron torres sobre un podio público, que recupera la esencia de los pueblos griegos, la idea de mercado, de callecitas pequeñas y de un clima que empuja a la gente a vivir los espacios exteriores.
La vuelta a casa
Hace 20 años que Andía reside en Inglaterra, antes vivió en Nueva York donde trabajó para la oficina de Asymptote. Cerrone lleva menos de la mitad, pero ninguno de los dos dejó del todo Mendoza.
Sebastián es hijo de Carlos F. Andía y sobrino de Gerardo Andía, el arquitecto mendocino más importante de la segunda mitad del siglo XX. Junto con su padre y su hermana Jimena, hoy titulares de Andía Arquitectos, proyectó el edificio de Investigación y Posgrado de la UTN en su provincia.
Aunque su dominio diga UK, OF. es, en esencia, mendocino. El estudio recibió la comisión de proyectar la puesta en valor del Palacio Zapata, un edificio histórico de la capital provincial.
Para ello diseñaron una envolvente llena de curvas, que recrea un clásico de las viviendas cuyanas: el patio. “La geometría logra terrazas y va delimitando lo público y lo privado. Y garantiza la vista a los cerros desde cada unidad”, explica Cerrone.
El paisaje también es parte fundamental de Ecowine Lodge, un hospedaje turístico ecológico en Tupungato. “La idea fue minimizar el impacto ambiental desde los materiales y las tecnologías constructivas, pero también desde la composición.
Planteamos elementos abstractos integrados a las formas del Valle de Uco, biopiscinas, hormigón apisonado, paneles solares y huertas”, apunta Andía. El resultado: una geometría de capas superpuestas color terracota, que se funde con los Andes. El punto donde todo comenzó.