Fuente: La Nación – La devaluación e inestabilidad política amenazan con paralizar al sector mientras que la incertidumbre sobre los precios y costos de materiales plantea desafíos a corto plazo.
La reciente devaluación encendió las alarmas en diversos sectores económicos, y la construcción no es una excepción.“Comprar es dificilísimo porque no hay lista de precios”, afirmó Damián Tabakman, presidente de la Cámara de Desarrolladores Inmobiliarios (CEDU). En esta línea, José Rozados, director de Reporte Inmobiliario, agregó que la devaluación podría generar aún más incertidumbre en el sector. “No se trata solo del efecto del blue, sino de una devaluación abrupta del tipo de cambio oficial que tendrá un rápido impacto en los costos de insumos importados en todas las cadenas de producción y servicios, incluyendo la construcción”, expresó.
Si bien hay un impacto inmediato, la realidad es que los desarrolladores son hombres acostumbrados a la montaña rusa de la macro: de hecho en general durante la construcción del proyecto atraviesan diferentes tipos de cambio. “Vivimos en la Argentina” y todos los desarrolladores son conscientes de que estas situaciones se presentan periódicamente”, analizó Tabakman y adelantó que en el corto plazo no se observarán señales evidentes de estas dificultades en las obras en curso.
De cara a futuro, aclaró que la situación dependerá de la evolución del tipo de cambio y la inflación en las próximas semanas y del tiempo que demande “la vuelta a la normalidad”. Igual confía en que el gobierno tomará medidas para estabilizar la situación. “Por experiencia, tendemos a ser optimistas y creemos que, a diferencia de lo ocurrido durante la pandemia donde estuvimos meses paralizados, los problemas macroeconómicos y políticos tienden a durar menos”, subrayó.
En cuanto al horizonte de inversión en el mercado argentino, Tabakman sugirió que las señales claras que incentiven a invertir podrían emerger el próximo año y “quizás a partir de marzo”. “Quienes apuesten por invertir en este momento podrían cosechar los frutos en el futuro”, agregó.
Alejandro Ginevra, presidente de la desarrolladora GNV Group, reconoció que la fluctuación de los precios de los insumos puede afectar los cronogramas de las obra, dependiendo del tiempo que persista la incertidumbre, sin embargo, aclaró que las empresas más grandes suelen estar mejor equipadas para afrontar estas coyunturas siempre que se resuelvan en un tiempo razonable.
Por caso, Ginevra explicó que tiene la estrategia de acopiar materiales lo que le da un margen de plazo de actividad de entre 30 y 40 días. “En datos concretos nos permite, por ejemplo, construir al menos dos pisos más”, detalló. En cuanto a los insumos, tiene desde materiales para construcción en seco, instalaciones sanitarias y termomecánicas, hasta acopios de acero, equipos de aire acondicionado, grifos y cosas para los baños. “Es cierto que con algunos productos importados tenemos algunas demoras, pero se están resolviendo”, aclaró. Se refiere principalmente a vidrios, siliconas, pisos de Dekton, grúas, muebles de cocina y puertas.
Sin embargo, apuntó a un posible impacto sobretodo en las obras de menor envergadura por problemas de abastecimiento debido a la volatilidad del dólar. “Nosotros vendemos a precio fijo y no trasladamos esos cambios al cliente, pero es probable que en el caso de obras o fideicomisos al costo, se deban incrementar las cuotas”, comentó.
En el corto plazo, Rozados predijo una retracción y señaló que la magnitud de los problemas en la cadena de provisión de materiales será determinante. Destacó que, en algunos casos y dependiendo del progreso de las obras, podría haber ventajas a corto plazo en términos de costos para aquellos que se financien con dólares arbitrados en el mercado informal. Sin embargo, consideró que la decisión de devaluar el dólar oficial refleja una transformación en la política cambiaria, apuntando hacia un ajuste necesario a largo plazo.
En el horizonte, se vislumbra al menos tres meses de incertidumbre en el sector. “Resulta difícil establecer fórmulas o recetas generales para actuar dentro de este marco. La prudencia parecería ser la mejor opción”, aconsejó.
Respecto a cómo impactará el escenario actual en los precios de venta en pozo, aseguró que pueden ajustarse según las necesidades financieras de los desarrolladores aunque admitió que, las propiedades están experimentando un aumento en sus valores, siguiendo una tendencia global. “Aunque la situación actual puede generar preocupaciones, la inversión en propiedades sigue siendo atractiva debido a la estabilidad histórica del sector”, finalizó Ginevra.