Fuente: La Nación ~ Si bien nominalmente el costo de construir en pesos trepa mes tras mes, fogoneado por una inflación mensual que durante este año fluctúa entre el 3 y 5% en cada medición, lo cierto es que el costo en dólares se mantiene en valores que siguen bajos.
Según Reporte Inmobiliario, entre junio y julio el costo medido en dólares se retrajo un 4,2%, fruto del proceso devaluatorio. De hecho, desde hace tres años los costos en dólares se ubican dentro de los niveles más bajos de los presupuestos mensuales registrados desde el 2008. Los valores corresponden a una tipología típica, una obra de un edificio entre medianeras de ocho pisos más retiro.
Luego de que a fines del 2017 se alcanzaran los valores de construcción más altos, en abril del año siguiente comenzó un proceso progresivo de abaratamiento del costo en dólares, tocando bajos históricos durante los meses de pandemia y restricciones estrictas. El piso se tocó en noviembre del 2020, y luego comenzó una recuperación que, hasta el momento y con leves oscilaciones, significó un aumento del costo en el orden del 52%. Solamente durante los meses de este año, la recuperación del costo fue de un 22,6%. Sin embargo, durante el año pasado estaba tan bajo que hoy se mantiene en niveles atractivos en dólares, en comparación histórica. En mayo del 2017, por ejemplo, construir en dólares era casi 50% más caro.
La ventana de oportunidad que se abrió el año pasado fue aprovechada por muchos. El descenso provocó un incremento notorio en refacciones y obras en construcción cuando cedieron las restricciones y, además en el acopio de materiales. Lo mismo sucedió con la compra de lotes, que atravesó un boom inédito. El furor por la demanda de terrenos escasos generó que, alrededor de septiembre, se concretaran operaciones en las que se pagaban hasta US$1000 por el metro cuadrado de un terreno.
Si bien la sensación de oportunidad persistía, a partir de noviembre del año pasado los aumentos en dólares empezaron a recuperarse a un ritmo preocupante (30% entre noviembre y diciembre, otro 33% entre enero y abril del 2021), provocando mayor cautela. Claro, con una inflación persistente y el tipo de cambio planchado, el valor de construir en pesos trepaba y la famosa “ventana de oportunidad” se licuaba con creciente velocidad. En marzo de este año, sin embargo, dichos aumentos se detuvieron y así continúan, a medida que el dólar crece. Es decir, la ventana en divisa norteamericana seguirá abierta si el dólar continúa su ascenso. Si se vuelve a planchar, construir se encarece de nuevo. Ese es el contexto que rodea a la retracción del costo en julio. “Los últimos meses, a la par del aumento del dólar, el precio de construir se estabilizó, y eso otorga tranquilidad a quien ya está en obra”, dice Germán Gómez Picasso, fundador de Reporte Inmobiliario. “Es un pequeño alivio, teniendo en cuenta la subida que venía acumulando. Pero nadie sabe lo que podría pasar a futuro”, previno el experto.