Fuente: iProfesional – La aceleración del dólar paralelo redundó en la decisión de los corralones de estimar ventas o cotizar en esa moneda. La mano de obra, también dolarizada
La aceleración del dólar «blue», que cerró el lunes muy cerca de los 950 pesos, aplicó un nuevo mazazo al sector de la construcción y las obras en marcha entran en fase de incertidumbre por la pulverización de los precios de materiales y mano de obra.
Así lo reconocen entidades y expertos del real estate, quienes señalan que saltos como el de las últimas horas consolidan a la moneda estadounidense como la opción para cotizar desde insumos a servicios. Al mismo tiempo, los actores de la construcción dan cuenta de precios que varían fuertemente según el corralón. Y señalan que, por efecto de la fluctuación del dólar, los comercializadores ya no permiten la alternativa de comprar y almacenar en las instalaciones del mismo proveedor como solía ocurrir en otros tiempos.
Representantes de la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) reconocieron ante iProfesional que la aceleración del dólar blue terminó por «agravar la situación de un sector que ya venía muy mal». Desde la entidad comentaron que la fluctuación permanente del dólar rompe cualquier estimación de precio. Y esa misma condición complica los cálculos de aquellos aspectos que suelen medirse en pesos.
«Hoy no hay precios en general. Pero existen situaciones en las que extienden presupuestos con sumas exorbitantes en dólares. Es curioso pero muchos proveedores lo hacen incluso sabiendo que la mayoría no contestará a ese presupuesto. Pero juegan con la posibilidad de que alguien valide esos montos enormes», comentó Darío López, vicepresidente de la SCA y socio en la desarrolladora Arquitectonika.
«La mano de obra, que siempre cotizó en pesos, pasó a calcularse en dólares que luego son convertidos. Pero esta situación también dificulta el costo porque no tenés un dólar fijo. Ahora materiales para la construcción y mano de obra, algo inédito, están ya medidos en esa moneda. En cuanto a los corralones, en estas circunstancias sólo les venden a determinados clientes», agregó.
Corrida de materiales post PASO
En esa dirección, en la SCA señalan que los pocos que pueden acceder a estos insumos son aquellos que se ven apremiados por el avance de obras que no pueden detenerse. «La comercialización se da a cuentagotas. Lo que sí ocurre en este momento es que nadie se lanza a iniciar obra nueva», dijo López.
El directivo aclaró, igualmente, que la aceleración del tipo de cambio paralelo no sorprendió por completo a todos los actores del real estate. Por el contrario, en numerosos casos hubo compras que se dieron por adelantado tras el resultado de las PASO.
El dólar es la moneda dominante en el ámbito de la construcción.
«Luego de las elecciones hubo una suerte de corrida en los materiales para la construcción. El resultado encendió el apuro de muchos desarrolladores que, en cierta medida, veían venir esto que ahora está pasando. Los corralones, por su parte, tomaron la decisión de dejar de permitir el ‘stockeo’ en sus instalaciones», explicó.
Previo a este momento del mercado cambiario, amplió López, los corralones permitían efectuar compras y dejar acumulados en el lugar esos mismos productos adquiridos. Ahora las reglas son diferentes, aseveró.
«Ahora lo que comprás lo tenés que llevar a tu depósito. Y después está la diferencia según el comercializador. En este caos del tipo de cambio, las variaciones de precios por corralón pueden llegar al 20 por ciento. En nuestro caso, veníamos comprando materiales y paramos por completo por el salto de los precios y esta falta de referencias. Los corralones se sientan arriba de los materiales y buscan captar la mayor cantidad de dólares posible», dijo.
Por último, el directivo comentó que, más allá de la fluctuación actual, el mercado de los insumos para la construcción evidencia subas permanentes y los importados encabezan la nómina de los «retoques» semanales.
«La pintura, el cobre, la iluminación, aumentan todo el tiempo. Es imposible estimar cuánto es el acumulado del año. Ni hablar de los productos basados en hierro, la grifería. Ya el electricista, el vidrio, calculan en dólares porque así son sus costos de reposición. Es un momento en el que cualquiera puede cobrar cualquier cosa. En nuestro caso, decidimos no validar las cotizaciones de estas semanas», concluyó.
Salto del dólar: ¿oportunidad o no?
La aceleración del dólar suele ser observada en el ámbito del ladrillo como un incentivo a la inversión para aquellos que cuentan con billete en mano. Ahora bien, en un contexto de inflación tan elevada pero con la divisa estadounidense en ascenso ¿cuán oportuno resulta apostar por la construcción?
La mano de obra, otro ítem que ahora también cotiza en dólares.
En diálogo con iProfesional, Germán Gómez Picasso, director de Reporte Inmobiliario, dijo que «las fuertes devaluaciones hacen que el costo de la construcción baje en dólares, pero lo que viene ocurriendo es que la diferencia se ha ido reduciendo por el incremento rápido de los precios en pesos. En cuanto al promedio de la construcción de los últimos 15 años, el costo hasta la semana pasada estaba sólo un 18 por ciento debajo medido en dólares.
«Más allá de cierta oportunidad que pueda ver hoy el ahorrista en dólares, se da por descontado que el oficial se devaluará fuerte. Si eso pasa, gran parte de los costos de la construcción cotizados con el dólar oficial van a incrementarse también. El oficial más alto encarecerá todos los materiales. O sea que la oportunidad de hoy tal vez ya no exista en dos meses. La opción para algunos, entonces, pasará por apurarse», completó.