Fuente: IProfesional ~ La suba incontenible de los costos minó la diferencia a favor de quienes poseen dólares en mano. Cayó fuerte la venta de materiales para la construcción.
El buen ritmo que venían ostentando los nuevos proyectos inmobiliarios entró en fase de tropiezos de relevancia en el transcurso de los últimos meses. Ocurre que la inflación no ha dejado de «comerse» la diferencia a favor de quienes poseen billete en mano. Y las ventajas que otorgó la divisa estadounidense durante gran parte de 2022 resultaron pulverizadas por una suba en los costos que, todo indica, también se prolongará durante gran parte del año que acaba de comenzar. Por estos días, levantar una obra presenta el valor más alto en dólares de los últimos tres años y esa condición viene afectando fuerte la comercialización de insumos.
Un relevamiento de Reporte Inmobiliario al que accedió iProfesional señala que, en dólares, el costo de construcción actual ya es el más alto de los últimos 40 meses.
«En diciembre de 2022, construir un edificio de poco más de 1.000 metros cuadrados totales en propiedad horizontal de 8 pisos, arrojaba un presupuesto inicial que superaba los 187 millones de pesos», ejemplificó la consultora.
Para luego añadir: «Al ritmo de la incesante inflación en pesos, junto con un crecimiento menos vertiginoso del tipo de cambio, el costo de construir medido en dólares también se aceleró en la última mitad del año y alcanzó su mayor valor desde julio de 2019».
Construcción: valores en alza
Según la firma, y si se toma en cuenta la cotización «blue» de la moneda norteamericana, el costo total para el caso mencionado alcanzó los casi 600.000 dólares y con un costo por metro cuadrado vendible de 759 dólares.
«No obstante, el costo promedio en dólares de los últimos tres años (diciembre 2019-diciembre 2022) se ubicó en los 602 dólares el metro cuadrado. (Esto es), un 36,76 por ciento inferior al de los tres años anteriores (noviembre 2016-noviembre 2019) cuando se ubicó en los 952 dólares el metro cuadrado», aclaró la consultora.
Los costos de la construcción pegaron un salto importante en los últimos meses.
El incremento de los costos y su golpe en los emprendimientos ya se hace notar en el ámbito de las obras. En ese sentido, desde Construya, el grupo que integra a los principales proveedores materiales de la Argentina, indicaron a iProfesional que la comercialización de insumos atraviesa una instancia de baja pronunciada.
Desde la organización indicaron que, sólo en el último mes, la comercialización cayó casi 11,5 por ciento respecto de noviembre de 2022.
«A pesar de haber tenido meses con buenos niveles de despachos durante el 2022, en el último trimestre del año el índice registró una tendencia a la baja», comentaron desde Construya. «Con esta baja, los despachos quedaron 12,7 por ciento debajo de los de diciembre del año pasado», añadieron.
La perspectiva para el ladrillo
La contundencia de estos datos resulta observaba por los desarrolladores inmobiliarios como un aspecto a tener en cuenta de cara a un 2023 que, reconocen los actores del ladrillo, será de turbulencias por el contexto macroeconómico y el componente político.
Respecto de los desafíos para este año que acaba de iniciar, Carlos Spina, presidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV), dijo recientemente a iProfesional que el período que sufrirá el peso de la incertidumbre electoral.
«Estamos en un punto bisagra, encarando cambios estructurales en Argentina. Habrá gente que, como en todos estos procesos, se frenará ante la toma de decisiones y otros que, al revés, acelerarán para adelantarse al cambio. El gran problema que vemos es el deterioro del poder adquisitivo general de la Argentina. Será un desafío del gobierno entrante poder lidiar con esto y, paulatinamente y con el trabajo de las cámaras asociadas, lograr una mejora de la situación de todos los argentinos», pronosticó.
La demanda de insumos desaceleró por la suba de precios y los faltantes.
Por su parte, Daniela Pérez de Graffe, directora comercial de Grupo Coria, anticipó que 2023 no será un año para nada fácil. «Los años electorales suelen ser complicados. El consumidor queda a la expectativa de lo que va a pasar en la situación país y se posponen los planes de gran envergadura, como lo es la compra de inmuebles», afirmó.
Por último, Mariano Gubitosi, de Grupo Portland, también prevé un período complejo a partir de las idas y vueltas en el escenario político que viene y la inflación disparada. «Sabemos que puede tener cierta inestabilidad, como consecuencia de la situación económica y el año de elecciones», reconoció.