Fuente: BAE – La construcción mantiene un nivel de actividad por encima de diciembre, aunque los vaivenes económicos de agosto, producto del salto del dólar, preocupan al sector, que muestra indicios de una caída en la obra pública
La construcción creció un 1,1% mensual durante julio, luego de sumar caídas en mayo y julio, y se mantiene por encima de los niveles de diciembre. Hacia adelante, más de la mitad de las empresas del rubro privado esperan que el ritmo de la actividad se mantenga estable en los próximos meses, mientras que en el sector que se dedica a la obra pública casi el 40% espera un descenso. En julio, el principal indicador de la actividad de ese grupo, el asfalto, cayó un 7,3% contra junio. También, se destacó que el empleo asalariado privado sectorial registró una suba del 13% interanual en junio y que ascendió a casi 14% si se toma el acumulado en el primer semestre.
A pesar de que la actividad de la construcción cayó 5,8% respecto al mismo mes del año pasado, está 6,3% por encima de los niveles de diciembre. La recuperación se explicó por tres insumos que aportaron 1,8 puntos al crecimiento de julio: hormigón, ladrillos y pinturas, que presentaron un incremento mensual del 6,3%, 2,8% y 5,1% desestacionalizado, respectivamente. En la vereda opuesta se destacó la caída del hierro, con una baja de 6,2% mensual.
Dentro del informe de Indicadores de coyuntura de la actividad de la construcción, publicado por el Indec, también se subrayó que el 34,4% de las empresas que trabajan con el sector privado esperan una caída entre agosto y octubre, producto de la caída de la actividad económica, en el 29,7% de los casos y de la inestabilidad de los precios en el 26,8%. Justamente, el organismo estatal afirmó que a la hora de identificar las políticas que incentivarían al sector, las empresas que realizan principalmente obras privadas solicitaron mayoritariamente políticas destinadas a la estabilidad de los precios (28,9%) y las destinadas a las cargas fiscales (26,2%).
Entre las empresas que realizan obra pública, la expectativa de caída de la actividad se incrementa llegando al 39,6% de los encuestados, coincidiendo entre los principales problemas para los próximos meses en la inestabilidad de los precios (27,3%) pero remarcando también la posibilidad de que comiencen a aparecer retrasos en la cadena de pagos, con un 28,8% de las respuestas totales.
En esta línea, LCG remarcó que «el asfalto como proxy de la obra pública presentó una contracción mensual del 7,3% desestacionalizado, restando 0,1 punto al índice general. Respecto a un año atrás, el uso de este insumo fue un 6% más alto y un 17,7% si se lo compara con diciembre de 2022″.
De cara a lo que resta del año, la consultora afirmó que la dinámica de la construcción mostrará un vaivén errático. «Distintos factores operarán de manera contrapuesta. La informalidad que caracteriza al abaratamiento de los costos medidos en dólares libres podrá amortiguar una menor demanda del lado formal de la economía, tanto del sector privado como público. El primero ante la incertidumbre que afecta este período electoral que impone un freno a cualquier decisión de inversión; el segundo, a raíz de la necesidad de acotar la brecha fiscal», detalló.
Pese a eso, se proyectó una mejora de la actividad a nivel interanual en lo que queda de 2023, producto de que «el segundo semestre del año pasado fue un semestre malo».
En el mismo relevamiento del Indec se conoció que la cantidad de empleados asalariados del sector privado de la construcción subió un 13,1% con respecto al mismo mes del año anterior, mientras que en el acumulado enero-junio, hubo un incremento de 13,7%. Entre agosto y octubre, el 72,9% de las empresas que se dedican principalmente a obras privadas prevé que no habrá cambios en el personal, mientras que el 19,8% estima una disminución y 7,3%, un aumento.