Fuente: La Nación ~ Las obras cayeron 0,5% en noviembre, respecto de octubre, mientras que las fábricas subieron solo 0,8%; ambos sectores empezaron a decaer a partir de junio.
Aún con cifras dispares en noviembre, la construcción y la industria transitan un camino similar y marchan hacia un cierre de 2022 sin mucho para festejar. Una caída desestacionalizada de 0,5% en el primer caso, y una leve suba de 0,8% en el segundo, no hacen más que confirmar un pobre comportamiento en ambos sectores, con un claro deterioro a partir de junio.
Ambos datos fueron publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en sus informes sobre el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) y el Índice de Producción Manufacturera Industrial (IPIM), donde también informó una variación negativa de 1,4% en el índice serie tendencia-ciclo de la construcción y de 0,4% en el índice serie tendencia-ciclo de la industria.
Camilo Tiscornia, director de CyT Asesores económicos, comentó que otra vez se vuelve al patrón que se veía hace unos meses, en donde un sector cae y el otro sube. “En el caso de la construcción ya se acumulan cuatro meses de caída consecutiva, algo bastante preocupante. En el de la industria, hay algo de recuperación después de dos meses de caída, que puede deberse a que en noviembre probablemente aflojó un poco el freno en las importaciones”, explicó el economista.
Ahora, más allá del número concreto del mes, Tiscornia señaló que a lo largo del año se ve que hubo gran volatilidad y se advierte que no hubo mucho crecimiento. “De hecho, si se toma el caso de la industria, está 1,4% arriba de noviembre; es decir que ya no está creciendo ni al 5 ni al 6%; y en el caso de la construcción es el primer mes que cae en forma interanual (-1,5, respecto de noviembre de 2021)”, remarcó el especialista.
En síntesis, Tiscornia observó que se tuvo un nivel de actividad un poco más fuerte hasta mitad de año, pero luego no se pudo sostener. “Con lo cual en el total de 2022 queda una imagen modesta, como pasa con el PBI. Si el número da alto (en el caso del PBI será de 5,5%) es porque se trae un arrastre de poco más de 4% del año anterior. El comportamiento del año no ha sido bueno y tanto la industria como la construcción muestran lo mismo”, concluyó el economista.
Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de la consultora Equilibra, dijo que en términos desestacionalizados hay señales mixtas en ambos sectores. “En la construcción, se ratifica la recesión, mientras que en la industria se ve una recuperación acotada, si bien un 0,8% no es mucho”, indicó el economista.
Según estimó Sigaut Gravina, la industria va a terminar cerrando 2022 con un crecimiento que se ubicará en torno del 5%; es decir, niveles similares a los de 2021. “La tendencia ciclo sigue indicando que desde junio este sector entró en un proceso recesivo. En el caso de la construcción, las señales son más recesivas, porque muestra caída interanual y mensual desestacionalizada, comparado contra octubre. Acá, la recesión también empezó en junio pero se volvió más aguda. Probablemente, el año termine con un crecimiento de 4%”, argumentó.
El economista Gustavo Vallejo, jefe del Departamento de Estadísticas del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), dijo que tanto el menor ritmo de crecimiento en los despachos de algunos insumos, como la aceleración a la baja en otros, denota un proceso generalizado de reversión de la tendencia ascendente que se vió hasta hace algunos meses. “Esto lleva a pensar que ya no serían sólo las obras de infraestructura ligadas a la inversión pública las que estarían mostrando un freno en su expansión, sino que ahora esa tendencia también se estaría comenzando a verificar en la obra residencial privada”, opinó.
En tanto, la economista Natalia Motyl, analizó que, pese a la suba de noviembre, la producción manufactura se encuentra muy lejos de los valores que se observaron en el segundo trimestre del año. “Hoy el sector se encuentra estancando”, sintetizó.
Para Motyl, todos aquellos sectores relacionados con las commodities que presentaron subas que no se observaban desde el 2014, como el caso de los metales y minerales, explicaron la evolución favorable del sector. “No obstante, desde diciembre varios sector claves están alertando por la falta de insumos básicos. No hay mucho para festejar y ya a partir de diciembre vamos a sentir la falta de insumos por las restricciones a las importaciones, la inestabilidad macroeconómica y la incertidumbre de un año electoral”, añadió la economista, con vistas a lo que se viene.
Lo que ocurre con la construcción, según Motyl, es que se ve afectada por la inestabilidad cambiaria. “Muchos se encuentran con obras paralizadas, porque cuando salta el dólar, retienen insumos para ajustar cuando se estabilice el mercado cambiario; algo que se suma a la falta de insumos del exterior derivada de las trabas a las importaciones. Por otro lado, el ajuste fiscal genera mucha incertidumbre en el sector de obras públicas”, concluyó.