Fuente: Cronista ~ Mientras Feletti se reúne con los sectores y promueve el impuesto a la vivienda vacía, el Presidente depositó en los legisladores la iniciativa. Tironeos internos y «empate hegemónico» con la oposición.
«Necesitamos reconocer que hay problemas con el valor de los alquileres. Pensando en todos los argentinos y argentinas que hoy son inquilinos, le pido al Congreso que asuma la tarea de avanzar en los cambios que sean necesarios para mejorar la ley actual«. El único párrafo que dedicó el presidente Alberto Fernández a la ley de alquileres puso en manos de los legisladores las posibles modificaciones a la norma.
En momentos en que el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, avanza con la mesa sectorial y promueve un impuesto a la vivienda vacía, el mensaje del mandatario ante la Asamblea Legislativa fue mejor recibido por las inmobiliarias que por los inquilinos y deja de manifiesto los problemas del Poder Ejecutivo para «generar un mejor acceso a la vivienda», como pidió el mandatario.
El pedido de Fernández choca con las disputas entre oficialismo y oposición para armar las comisiones parlamentarias. La diputada Marcela Passo, en quien Sergio Massa depositó el armado del proyecto para modificar la ley, espera la conformación de comisiones para llamar a los actores y empezar la demorada discusión. Diputados opositores presentaron proyectos para desregular o volver a los plazos de la vieja ley (2 años) y avalar indexaciones según negocien las partes. Ningún espacio político tiene capacidad propia como para imponer un proyecto.
Mientras, la Federación Inmobiliaria (FIRA) visitaba esta tarde a la senadora por Misiones Magdalena Solari Quintana, para hablar de arbitrajes y de cómo esta herramienta de resolución de conflictos baja el precio de los seguros de garantía, que sirven de alternativa a la garantía real.
Reuniones en Comercio Interior
A fines de febrero, el equipo de Feletti coordinó telefónicamente con las cámaras inmobiliarias una nueva reunión, que ocurrirá la semana que viene, según supo El Cronista. La Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA) y la FIRA irán a ese encuentro con propuestas de sus equipos técnicos, focalizadas en la reducción del tiempo del contrato (de tres a dos años) y en alternativas para indexar (cada seis meses en vez de cada un año, con índices alternativos).
La Federación Nacional de Inquilinos, en cambio, espera un encuentro con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para discutir herramientas para blanquear los contratos (existen 170.000 formalizados, sobre un universo de 2 millones) e insistirá con el impuesto a la vivienda vacía. «Después del discurso de ayer, vamos a profundizar la discusión», adelantaron a El Cronista. También enviarán a Feletti sus propuestas en estos días, que contemplan mayores instancias de control para hacer cumplir la ley actual.
La diputada Passo tomará en su mesa de trabajo las propuestas que pueda alcanzarle el secretario de Comercio, indicaron en su equipo.
Incomodidad en el oficialismo
Para el Gobierno, la discusión sobre los alquileres es incómoda. El ministro de Hábitat, Jorge Ferraresi, evita el tema y se focaliza en la construcción y el crédito Procrear. «En 2021 pusimos en marcha la construcción de 85 mil viviendas en todo el país y en diciembre hemos entregado la vivienda número 30 mil. Además se otorgaron 88 mil créditos para construcción o refacción de viviendas», relató Fernández ante el Congreso. Semanas atrás, un funcionario de Vivienda participó en la reunión que coordinó Feletti con inmobiliarias, desarrolladores e inquilinos. Se limitó a tomar nota.
En tanto, Massa adelantó ante empresarios a intención de modificar una ley que «fracasó». Fue a fines de noviembre, en el festejo por el Día de la Construcción. No hubo avances desde entonces. En el medio, la ley sigue vigente, aunque deslegitimada por los funcionarios que dicen que no funciona.
El massismo quiere volver a los contratos de dos años e incorporar una actualización semestral, como piden las inmobiliarias. Feletti consideró esto último como viable, pero sumado a un impuesto a la vivienda vacía –atado a Bienes Personales, para que lo recaude la AFIP y no los fiscos subsoberanos- y a beneficios impositivos para los propietarios que pongan el inmueble a disposición de la demanda.