Fuente: Ámbito – Hernán Braude, asesor en TIIC de la Cámara Argentina de la Construcción, protagonizó el tercer panel de Ámbito Debate sobre Innovación y Tecnología.
Hernán Braude, asesor en TIIC de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), protagonizó el tercer panel de Ámbito Debate sobre Innovación y Tecnología, que estuvo moderado por el editor de Ámbito, Sebastián Penelli.
En primer lugar, Braude realizó un detallado resumen de la actualidad del sector en el país, al indicar que “hubo una caída bastante sustancial de la actividad en los últimos nueve meses, del 30% interanual en la demanda de insumos y con la pérdida de 100.000 puestos de trabajo registrado”.
A su vez, precisó que el sector “tiene una alta elasticidad y cuando la economía crece, tracciona muy fuerte la demanda de empleo, pero opera en sentido contrario cuando pasa lo otro y llevamos nueve meses consecutivos de caída”. En paralelo, se refirió a “la revisión de las obras financiadas por el erario público, que se traduce en una paralización”.
De todos modos, Braude trató de “ver la mitad del vaso lleno” y sostuvo que “se empieza a advertir, en línea con otros sectores, que la caída deja de profundizarse y pareciera estar cercano a tocar su piso”, mientras destacó que “en la obra pública existen conversaciones para que parte de las obras que eran financiadas por el Estado nacional pasen a hacerse cargo las provincias”.
Además, admitió que “desde el punto de vista de la actividad privada hay algunos elementos para pensar que puede haber una variación positiva hacia adelante”, a lo que sumó ejes como “el blanqueo que posiblemente permita activar determinado tipo de obras, el crédito hipotecario que empieza a despuntar y el RIGI, que puede servir desde el lado de la infraestructura productiva para que se disparen un conjunto de inversiones en un sector que ha ido ganando relevancia como la minería”.
La transformación tecnológica en Argentina
Hernán Braude es asesor en TIIC de la Cámara Argentina de la Construcción.
El asesor de Camarco planteó que el desafío a futuro “es significativo y tiene que ver con cómo efectivamente contar con las capacidades para transitar el proceso de transformación digital”, para lo cual separó dos ejes: “Está el plano soft, que incluye las cuestiones de software como las tecnologías 4.0 y el hard, ya pensando en automatización y robótica”.
Sobre ese punto, destacó que “el gran vector de cambio es volver a la construcción más sustentable” y advirtió: “Ahí hay dos grandes industrias desafiadas, como la del acero y el cemento, las que de forma más significativa van a sentir ese impacto”.
Para mejorar, la cámara plantea tres ejes: la sensibilización y diagnóstico, la aceleración de startups y la asistencia técnica a empresas. “Al hacer un informe sobre el estado de situación tecnológica, prácticamente el 30% están en un estadío previo a encarar el proceso de transformación. Es decir que carecen de las nuevas tecnologías disponibles y tienen una conducción que no otorga importancia a ese proceso de cambio y no está dispuesta a invertir, generalmente asociado a empresas más pequeñas”, aseguró Braude.
Al mismo tiempo, puso el foco en un evento denominado La Experiencia TIC. “Se busca facilitarles el acompañamiento en el proceso de incubación de las startups que los ayude a redefinir su modelo de negocios. Con las que están más avanzadas, buscamos vincularlas con empresas y el entramado de proveedores para acelerar ese proceso”, destacó.
El tercer eje está ligado a la asistencia técnica a través del trazado de una hoja de ruta para la incorporación de tecnología. “El 56% de las empresas está en un estadío que va de la tecnología 2.0 al 3.0. No estamos en el mundo de IA y menos en Argentina”, se sinceró, por lo cual planteó: “Focalizamos para desarrollar un programa de asistencia técnica que busca identificar los desafíos y a partir de ahí trazar una hoja de ruta para incorporar las soluciones tecnológicas necesarias”.
Los desafíos de la construcción
Al enumerar los desafíos que atraviesa el sector en Argentina, Braude señaló que existen “problemas con muchos compartimientos estancos que gestionan información pero no dialogan y generan así ineficiencias en tiempo y costos efectivos, así como “desafíos en la gestión de los activos en obras, con pérdidas por daño de equipos o pérdida de material”.
En ese sentido, postuló la incorporación de drones o cámaras inteligentes con sensores. “Se complementa también con medidas de seguridad y software de acceso digital a la obra para que no haya gente que no tiene que estar en el lugar”, puntualizó y destacó que “el sindicato es proactivo en esta agenda y tiene planteos interesantes, lo que supone una ventaja competitiva”.
Por otra parte, valoró la necesidad de “facilitar la interoperabilidad entre áreas de la empresa y de la empresa con el resto de los actores de su cadena, como los proveedores, para ir vinculando en tiempo real la etapa de planificación y gestión con la de compras”.
“Estamos con un lag tecnológico con respecto a los países más desarrollados”, admitió el asesor en TIIC y sostuvo que “el aprovechamiento de estas tecnologías involucra cambios de proceso”, al graficar: “A veces hay una empresa que no tiene registros y no puede digitalizar. Entonces, primero es registrar y son rutinas que no todas las empresas lo tienen”.
Otra dificultad es la captación de talentos. “No solo hay que captar al personal, sino que necesitás perfiles con ciertas capacidades y competís en algunos segmentos con la industria del software, que puede competir de otra manera no solo desde lo económico, sino también desde lo cultural”, resaltó.
El desarrollo de la industria 4.0 en la construcción
Pensando a futuro, Braude se refirió al eventual desarrollo de la Inteligencia Artificial en el sector. “Va a haber un aprovechamiento de esta información montándose sobre la planificación y gestión de la empresa y en el desarrollo del proyecto que tiene ver con identificar el lugar del proyecto, que antes necesitaban a alguien recorriendo el barrio y hoy muchos de los pasos están trabajados de manera virtual”, detalló.
Sin embargo, advirtió: “Si pensamos en lo disruptivo, no lo veo a corto plazo a nivel global y menos aún en países como los nuestros, el cruce de la obra con la robotización, eso está en estadío súper incipiente a nivel global”.
“Por el tipo de tareas que demanda la obra, necesitamos robots con cierto nivel de inteligencia que tienen que tener mucho desplazamiento y manipulando distintos tipos de materiales. Además, existe una dificultad para el escalamiento porque la robótica demanda niveles de inversión más altos e infraestructura adecuada, por la conectividad, el consumo de datos y la tecnología 5G”, completó sobre el uso de la IA en la construcción.