Fuente: Ámbito – La reciente derogación de la ley de alquileres abre la posibilidad de un escenario más favorable para que los inversores consideren nuevamente el sector inmobiliario.
El mercado inmobiliario se encuentra en una encrucijada de desafíos y oportunidades en el presente año 2024. En un contexto económico complejo como el que atraviesa la Argentina, nos enfrentamos al desafío primordial de lidiar con el notable incremento en los costos de los materiales de construcción.
Esta tendencia conlleva a un aumento significativo en el costo de las obras, situación que se ve exacerbada por los elevados índices de inflación y la brecha cambiaria que, al acotarse la diferencia entre el oficial y el financiero, continúa generando un encarecimiento en dólares de los costos. Se estima que esta problemática podría persistir hasta que se resuelvan las dificultades en materia de importación en el país.
Sin embargo, dentro de este desafío de costos, también se vislumbran oportunidades en el sector. El incremento en el costo de la obra puede propiciar una revalorización de las unidades inmobiliarias, lo que las convierte en una inversión atractiva en términos de reventa por metro cuadrado. Es crucial aprovechar este momento antes de que los incrementos en los costos se reflejen plenamente en los precios.
La reciente derogación de la ley de alquileres abre la posibilidad de un escenario más favorable para que los inversores consideren nuevamente el sector inmobiliario como una opción viable para la renta futura. No obstante, más allá de las oportunidades identificadas, es imperativo abordar las cuestiones macroeconómicas para fomentar el ahorro y reducir los índices de inflación. Esto incluye la promoción de créditos hipotecarios accesibles, que permitan a la población acceder a la vivienda propia.
Para las empresas desarrolladoras, resulta fundamental adaptarse al nuevo panorama nacional, realizando un adecuado análisis de costos, estableciendo relaciones comerciales sólidas con proveedores para gestionar y proyectar los costos de obra, y ofreciendo diversas opciones de financiamiento para garantizar que los inversores puedan continuar capitalizándose a través del mercado inmobiliario.
Si bien el sector inmobiliario enfrenta desafíos considerables en el año en curso, también ofrece oportunidades para aquellos que estén dispuestos a adaptarse y aprovechar las circunstancias cambiantes del mercado.