Fuente: Ámbito ~ Para resguardarse de la inflación, tener alternativa a los pesos o evitar ciertos controles, cada vez son más las personas que ahorran en criptomonedas. El mercado inmobiliario tomó nota de esta tendencia y de a poco fue incorporando nuevas operaciones comerciales poco convencionales, que involucran el pago de propiedades en bitcoin, la moneda digital más utilizada.
Ante este panorama, los players de la industria inmobiliaria se enfrentan a nuevos escenarios de negocios para captar tanto a compradores como a vendedores.
En la Ciudad de Buenos Aires hoy es posible acceder a propiedades por 2 bitcoin. “Al cotizar aproximadamente u$s40.000 cada bitcoin, por u$s80.000 se pueden conseguir departamentos de un ambiente y dos ambientes chicos en barrios como Almagro, Villa Crespo, Paternal y algunas zonas de Caballito. También monoambientes en Palermo y Belgrano”, precisó Gabriel Brodsky, CEO de la firma Predial.
En Almagro, se consiguen departamentos que están hoy en construcción de dos ambientes, de 34 m2, desde u$s76.076. Mientras que en Villa Crespo hay unidades de 1 ambiente, de 38,91 m2, que cotizan u$s64.202 y de 2 ambientes, de 44,65 m2, por u$s79.031.
A la hora de pagar en bitcoin, el destinatario puede optar por conservar esa moneda en su cuenta o convertirla en pesos o dólares en el momento o inclusive dejarlas en su billetera virtual. “Acá no hay dos puntas como en el dólar, no existe una cotización para el comprador y otra para el vendedor, se establece un único valor que está disponible en internet”, precisó Brodsky.
A pesar del riesgo que puede presentar la fluctuación de las criptomonedas en los mercados, el CEO de Predial despejó todas las dudas que puedan presentarse al respecto: “La propiedad no se paga en bitcoin sino que se pagan en criptomonedas estables que cotizan a la par del dólar. Un ejemplo de estas monedas se llama USDT. Es la más conocida y utilizada que tiene una paridad de 1 en 1”.
Y agregó: “Si el comprador está posicionado en bitcoin lo que se le suele pedir es que venda esa cartera de bitcoin y las transforme en moneda estable. Es decir, al propietario lo que va a transferir es USDT, por ejemplo. Entonces, al momento que se hace la operación no hay fluctuación, el monto es el mismo que si estuviera haciendo una transferencia o un pago en efectivo”.
El perfil de gente que realiza operaciones de este tipo son principalmente millennials pero también hay un público de 40 años que se muestra receptivo. “Los millennials que apostaron por las criptomonedas vienen teniendo una capitalización fantástica que hace que en muchos casos puedan adquirir un departamento con las ganancias obtenidas en poco tiempo”, ejemplificó Brodsky, quien además hizo hincapié en que “el núcleo principal con el que estamos trabajando tiene 40 años”.
El auge de las criptomonedas hizo que se colara en todos los sectores de la economía. A medida que más gente y empresas se familiarizan con su funcionamiento se multiplican las posibilidades y se abren nuevos mercados. “Esta es la punta del iceberg. Para la industria inmobiliaria se abre un abanico espectacular de posibilidades”, vaticina Brodsky.
Y más teniendo en cuenta “la facilidad y la agilidad con la que se pueden hacer los pagos a diferencia de una operación con dinero en efectivo donde te exponés a temas de inseguridad o hacer transferencias bancarias con toda la burocracia que eso exige”, concluyó.