Fuente: ámbito – En un contexto de altos costos y bajo poder adquisitivo, los préstamos son clave. Pero para que ayude a reactivar la economía, se necesitan mejoras en la herramienta.
Nadie desconoce la situación que atraviesa el sector del desarrollo de la vivienda, la construcción en general y la actividad inmobiliaria. Hoy estamos con costos muy altos en términos históricos y con un poder adquisitivo en niveles muy bajos de la población. La salida a esta situación es, claramente, la aparición del crédito. Asimismo, no podemos dejar de destacar que la reactivación de la construcción de viviendas la realiza el privado sin fondos públicos y de ahí el efecto dinamizador de esta industria. Hasta acá lo interesante de la generación de marcos adecuados que si posibilita el poder político y la determinación de subsidiar la demanda con créditos.
Desde AEV celebramos que haya una nueva disponibilidad de créditos y que estos sean por unidades indexadas, UVAs, en este caso. Asimismo, que a la iniciativa de los bancos oficiales se sumaran rápidamente los bancos privados, no deja de ser una señal muy positiva para estas actividades y para todos los que de una u otra manera intentamos que la mayor cantidad de personas acceda a una vivienda propia.
Sin embargo, debemos señalar que las líneas de créditos hoy lanzadas irán 100% al usado. Eso descapitaliza a los bancos de manera más rápida y no genera reactivación económica. Como venimos sosteniendo hace varios años, necesitamos que el Congreso genere la herramienta de hipoteca de bien futuro, como tienen todos nuestros países vecinos, para que las líneas de crédito puedan ser destinadas a nuevas construcciones, que permitirán el acceso a la vivienda a la demanda, cosa hoy imposible por falta de poder adquisitivo. Por otro lado, podrán tener disponibilidad de mayor capital puesto que solo irán tomando los flujos de las cuotas que los pozos necesiten.
El crédito es siempre bienvenido, pero en general se aplican al mercado el usado. Si además se arbitran medidas para que, en lo posible, también puedan dirigirse a lo nuevo eso aceleraría la reactivación económica. Lo mismo opinamos sobre el inminente blanqueo: que pueda aplicarse a nuevas construcciones, ya que dinamizando el mercado de nuevas unidades se reactivará naturalmente el de las propiedades usadas.
Aprendamos de lo que ha pasado en ocasiones anteriores de crédito. De los más de 115.000 créditos que otorgó la gestión 2015-2019, prácticamente cero fue lo que se derivó hacia construcciones nuevas.
Esperamos que estos sean los temas de agenda del sector y estamos muy ilusionados con el próximo Ciclo de Carlas de la Vivienda que se realizará en el marco de la próxima edición de BATEV, cita obligada de los principales actores de la industria, entre el 26 y el 29 de junio en La Rural. Allí, podremos debatir y analizar casos comparados de toda la región y encontrar que hicieron bien nuestros vecinos y qué cosas podemos copiar o qué aprendizaje podemos tomar.
Presidente de Asociación de Empresarios de la Vivienda de la República Argentina (AEV)