Fuente: La Nación ~ El presidente de la Nación, Alberto Fernández, junto con Jorge Ferraresi, ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, y Luana Volnovich, titular del Programa de Atención Médica Integral (PAMI), encabezaron el lanzamiento de “Casa Propia – Casa Activa”. Esta es herramienta que busca facilitar el acceso a la vivienda a personas mayores, al tiempo que intenta promover la vejez activa y el desarrollo humano en comunidad.
En el marco del programa federal Casa Propia – Construir Futuro y durante un acto en el Museo del Bicentenario, se llevó adelante la presentación de la iniciativa que construirá complejos de viviendas especialmente diseñados para personas mayores de 60 años y que estarán integrados a espacios comunes. Estos complejos contarán con áreas educativas, deportivas y de recreación. Además, contarán con un centro de atención primaria y terapéutica.
Casa Propia – Casa Activa es la primera experiencia pública en Latinoamérica de hábitat integral para personas mayores, y demandará una inversión del Gobierno Nacional de $21.944.170.370. Éste monto servirá para desarrollar cien proyectos, distribuidos en 23 provincias y 40 municipios de la provincia de Buenos Aires. En cada uno de estos, se llevará adelante la construcción de 32 viviendas con equipamientos y áreas específicas. La infraestructura se complementará con un Centro de Día donde se ofrecerán actividades corporales y cognitivas, entre otras, para mejorar la autonomía personal y la independencia de los adultos mayores. “Casa Propia – Casa Activa es la posibilidad de seguir viviendo felices, tranquilos, con un proyecto, sin ser una carga para nadie, estar acompañados por gente que pasa por lo mismo, compartiendo actividades y seguir sintiéndose jóvenes”, afirmó durante el lanzamiento Fernández. Y agregó: “Estamos dando un paso ético de la política al resolver el problema de quienes llegan a la madurez y no tienen donde vivir”.
De acuerdo con el reglamento del Casa Propia-Casa Activa, las viviendas que se construyan se otorgarán en uso en carácter de comodato, por lo cual los titulares de derechos, beneficiarios de las viviendas, estarán exceptuados del recupero de los montos financiados por Desarrollo Territorial.
Los titulares de derechos, beneficiarios de las viviendas, deberán ser personas mayores de 60 años, que reúnan los requisitos mínimos para su admisión establecidos por el Instituto Nacional de Servicios Sociales Para Jubilados y Pensionados (Inssjp). Los estándares mínimos de calidad de las viviendas y del equipamiento comunitario serán establecidos por el ministerio, conforme las particularidades del grupo poblacional beneficiario. Por medio de esta herramienta se busca incluir a las personas mayores que no pueden acceder a una solución habitacional definitiva, ya sea porque los programas de viviendas no contemplan las adaptaciones técnicas requeridas para este grupo poblacional, o porque se encuentran imposibilitados de acceder a un crédito hipotecario en razón de la edad.
Por su parte, Volnovich destacó que “es un modelo que pensamos mucho y que ahora empezamos a concretar. Hoy podemos decir que la Argentina se convierte en el primer país en tener un programa de viviendas colaborativas para adultos mayores. Ésta es una política de Estado e inclusiva para todos y para todas. Tenemos futuro, más del 90% de los adultos mayores del país están vacunados y a partir de eso nos ponemos a trabajar para reconstruir lo que falta”.
Cómo se aplicará
El Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat financiará las obras y éstas serán ejecutadas por las provincias y/o municipios. Ellos, además, se encargarán de administrar el funcionamiento y mantenimiento de las viviendas, los espacios comunes y los Centros de Día (el PAMI será el responsable de equipar y financiar las prestaciones que garanticen su funcionamiento). “Entendemos que el espacio donde se habita es fundamental para la salud integral, el bienestar social y el desarrollo humano. Casa Propia – Casa Activa se propone lograr un envejecimiento activo que favorezca la autonomía, la intimidad e independencia, al tiempo que promueva un espíritu cooperativo que los ayude a desarrollar su vida en la sociedad, con una mirada más solidaria, colaborativa e innovadora en términos humanitarios”, concluyó Ferraresi.