Fuente: Ámbito ~ El CEO del grupo Techint aseguró que China es uno de los causantes del proceso de «desindustrialización y reprimarización» de Argentina y la región. Pidió desarrollar una «cadena de valor occidental», lejos de los BRICS. En el mismo evento, empresarios que lo aplaudieron no coincidieron: aseguran que es mejor un no alineamiento y ser «pragmáticos».
Paolo Rocca, CEO de Techint, acusó a China de llevar a América Latina a un proceso de “desindustrialización y primarización”. Según su visión, se “terminó la globalización” tal como se la conocía, y en este cambio geopolítico definitivo, Argentina tiene que instalarse en una “cadena de valor occidental”, lejos de estrategias como los BRICS.
Así lo aseguró durante un evento por los 25 años de la Fundación Observatorio Pyme, que se realizó en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Tras su discurso fue muy aplaudido, sobre todo por empresarios de peso que se encontraban escuchándolo en la primera fila, como Hugo Sigman, del Grupo Insud, o Jaime Campos, titular de la Asociación Empresaria Argentina (AEA). Sin embargo, dueños de destacadas firmas que fueron luego consultados por Ámbito mostraron diferencias con Rocca.
Las palabras de uno de los empresarios más importantes del país se dieron al mismo tiempo que el Gobierno anunciaba una ampliación del swap con China para fortalecer las reservas del Banco Central, luego de la reunión bilateral del presidente Alberto Fernández con su par chino, Xi Jinping, en Bali, durante el G20.
Rocca: “No somos Venezuela”
Luego de un extenso discurso donde analizó la geopolítica internacional, Rocca cerró con una referencia al país. “Nuestro Grupo que tiene acero en Europa vivió muy de carca las disrupciones en el mercado de la energía por la invasión de Rusia. Aprendimos algo, pero todos deberíamos aprender, pensando en los próximos 5 o 10 años, dónde prevalecerá la seguridad, la independencia y la integración occidental. Hay que tener una clara visión de los valores en el diseño de la estrategia hacia el futuro”, afirmó.
“Yo me doy cuenta que en Argentina los problemas de todos los días son distintos. Vamos defendiéndonos de cambio de variables tan rápido que hablar de estos cambios puede parecer una abstracción. Pero Argentina no es ni Venezuela, ni Cuba, ni Nicaragua. Va a volver a la normalidad en su economía en algún momento. Por lo que mantener una agenda que considere los factores geopolíticos y las cadenas de valor es muy importante”.
Rocca arrancó su discurso con un análisis internacional: afirmó que hay un “cambio geopolítico definitivo”, donde se terminó el mundo unipolar, liderado por Estados Unidos. Mientras que ahora “el principal actor del proceso de globalización es China”, que representa el 28% de la producción industrial del mundo, incorporó a 250 millones de personas a estructuras de mayor productividad, y pasó de representar el 13% del comercio global al 30%.
Sin embargo, se refirió a los impactos negativos en las sociedades occidentales: “Hay un proceso en América Latina de desindustrialización y de reprimarización de nuestra economía que esta guiado por el surgimiento de la economía china, ávida de materia primera, y ambiciosa de conquistar mercados, especialmente en productos industriales».
En este contexto, marcó un contrapunto con Jorge Arguello, embajador argentino en Estados Unidos, quien participó del evento. “La visión de Jorge, que plantea un no alineamiento, una tercera vía, pierde algo de vigencia. Hay que entender los límites, las implicaciones, porque la cooperación se transformo en competencia, y hoy es confrontación entre dos potencias hegemónicas”. Es que en este nuevo mundo, Rocca planteó que “no hay buenos o malos”, pero que hay valores importantes a tener en cuenta: “Hay distintas maneras de ver la libertad y la democracia en los derechos individuales».
Por este motivo, Rocca marcó su punto acerca de cuál debe ser la posición de grandes empresas y de América Latina: “Mi respuesta es decidida. América Latina tiene que aprovechar la oportunidad de rediseñar la cadena de valor en países que pueden dar solidez, seguridad e independencia a una cadena de valor occidental”. De hecho, aseguró que hay oportunidades en Vaca Muerta, el litio, la economía del conocimiento, el sector farmacéutico y la transición energética.
En ese punto, rechazó un alineamiento con China: “Se terminó la globalización de los años noventa, hay una dimensión global distinta donde la seguridad y la independencia van a primar. Para Argentina, México, Brasil nos impone una reflexión, un debate interno. Los BRICS hoy no son una estructura viable para interpretar el mundo”. Inclusive, se metió en el tema puntual de las telecomunicaciones: “Tenemos que tener un 5G que no dependa de China”.
Desde Bali, dado que participa del G20, Arguello participó del mismo panel que Rocca. Previo a las palabras del empresario, había asegurado que existe una “transición hegemónica entre Washington y Beijing”, en donde compiten cada vez mas por la primacía, y que en ese contexto Argentina debe desenvolverse con “sumo cuidado”. “Algunos plantean abandonar Estados Unidos. Pero es un falso dilema que no debemos caer. Hay que complementar vínculos, no reemplazarlos”.
China, EE.UU. y el «trauma» empresario
Tras su discurso, Rocca fue aplaudido por un auditorio lleno ubicado en la Facultad de Ciencias Económicas, donde lo acompañaron empresarios como Hugo Sigman (Grupo Insud), Jaime Campos (AEA), Daniel Funes de Rioja (UIA-Copal), Carolina Castro (Industrias Guidi), Teddy Karagozian (TN Platex), Cristiano Rattazzi (ex Fiat) o Pedro Reyna (Faima). Rocca aseguró que el cambio global tiene impacto en los grupos económicos: “Para una gran empresa el cambio sustancial en el equilibrio geopolítico es traumático”. En diálogo con Ámbito, no todos coincidieron con la mirada del CEO de Techint.
“Muy bueno el discurso, pero no creo que China nos quiera más primarios. Cada uno encuentra su camino. Eso si, con 50% de pobreza, no hay que olvidarse de China y comerciar con cualquier empresa”, aseguró Rattazzi, ex presidente de Fiat. A modo de chiste, aseguró que no coincidió con la mirada de Rocca de que se va a normalizar la economía Argentina: “Va a pasar si, pero después de las elecciones”.
Teddy Karagozian, dueño de TN Platex, aseguró que su punto de vista no coincide con lo que le conviene a su empresa textil: “No hay que tener alineamientos, los países no tienen amigos, así que hay que hacer lo que más les conviene. En Asia está el 40% de la población mundial y consumen lo que Argentina produce, así que hay que trabajar de forma multilateral”. Sobre la primarización que genera en América Latina la presencia china, opinó: “Coincido, pero ahí el problema está en nuestros negociadores políticos”.
Por su parte, Carolina Castro, directora de Industrias Guidi, opinó que la postura argentina tiene que ser la del «pragmatismo». Como ejemplo, mencionó la postura de Brasil en el caso del 5G: “Lo hicieron distinto para usuarios privados que para organismos públicos”. Coincidió con Rocca en que la tensión con China es que “no quieren valor agregado”, pero dijo que Argentina tiene que jugar un rol porque “es un comprador de alimentos”. En ese sentido, analizó que “hay que abrir la cabeza a nuevos mercados, como es África”.
En tanto, Pedro Reyna, integrante de la UIA, opinó sobre la posición de Argentina con China: “Hay que manejar las relaciones con racionalidad, y que el criterio sea lo que es mejor para nuestro país. No hay que ir por una línea definitiva, porque de Estados Unidos necesitamos la asistencia financiera, y a China le vendemos alimentos”.