Fuente: La Capital ~ Rinaldi Construcciones S.A. lleva más de 50 años en el mercado, posicionándose como una de las empresas más representativas del sector inmobiliario en Rosario.
La compra de un inmueble no termina con su entrega, sino que se extiende hasta el momento mismo en que el comprador recibe su escritura, único documento que le otorga su carácter de legítimo dueño. Elegir una empresa que resuelva satisfactoriamente dicho proceso resulta clave para definir el éxito de la inversión. En Rosario, son pocos los nombres propios que lo garantizan. Rinaldi Construcciones S.A. es uno de ellos.
Rinaldi Construcciones S.A. lleva más de 50 años en el mercado, asumiendo con seriedad y compromiso el desafío de transitar ese camino que va desde la búsqueda del terreno hasta el proceso de escrituración. «Podemos decir con orgullo que desde sus comienzos hasta hoy, hemos cumplido todos los pasos en cada uno de los inmuebles que entregamos», afirmó Leandro Rinaldi, quien junto a sus hermanos Maximiliano y Mauricio dirigen actualmente la compañía.
La entrega de la escritura resulta el corolario de un proceso compuesto por diversas capas, cuya responsabilidad exclusiva depende del desarrollador. Es por ello que la empresa a cargo del emprendimiento debe contar con profesionales capacitados en las distintas áreas, capaces de resolver sin sobresaltos cada una de las etapas.
La necesidad de contar con amplio know how del negocio se verifica desde el inicio mismo del proceso: el análisis de los títulos notariales de la propiedad donde se levantará el futuro edificio es un requisito fundamental para que a la larga no se generen complicaciones. Lo mismo corre para las otras fases, como son las aprobaciones iniciales, el permiso de edificación o el pedido de factibilidad a los proveedores de servicios, entre otras.
Una vez en obras, el inmueble también requiere de un seguimiento permanente, pues cada detalle que no se resuelva en el momento puede generar una complicación futura, sobre todo al momento de tramitar el final de obra, elemento clave para proceder a la gestión de la escritura. A este último documento se llega recién después de aprobar un plano de mensura y subdivisión, realizado por un agrimensor ante Catastro provincial, que a su vez deriva en el desglose de avalúos y la posterior asignación de la correspondiente partida inmobiliaria.
«Se trata de un proceso largo y complejo, con muchas etapas intermedias, que debe llevarse adelante con mucha seriedad. Solo así el comprador de un inmueble puede conseguir su objetivo final, que es la escritura de tenencia definitiva de la vivienda que adquirió», destacó Leandro Rinaldi, quien subrayó que «por eso es tan importante conocer la empresa desarrolladora, sus profesionales y su experiencia».
Los actuales responsables de Rinaldi Construcciones S.A. tienen un papel preponderante en el día a día de la compañía. A cargo de las tres gerencias en las que se divide la estructura empresarial, mantienen una relación directa con clientes y proveedores, lo que les permite poder seguir al detalle la evolución de los proyectos.
«Somos una empresa familiar con fuerte arraigo en Rosario. Por eso decidimos atenderla directamente. Para nosotros, que esté nuestro apellido tan expuesto es una doble responsabilidad. Es una fortaleza que hemos sabido construir y que pretendemos consolidar», concluyó Rinaldi.
Sobre la empresa
Rinaldi Construcciones S.A. se creó en 1969 en la ciudad de Rosario, de la mano de su fundador, el ingeniero Rubén Raúl Rinaldi. Un año más tarde se integra su esposa, la licenciada en Economía Margarita Sammartino. La incorporación de la segunda generación comenzó en 1996 con el ingreso de sus tres hijos: los ingenieros Leandro y Maximiliano Rinaldi, y el arquitecto Mauricio Rinaldi.
A lo largo de 50 años de trayectoria, Rinaldi Construcciones S.A. se ha destacado en construcciones de viviendas en altura, posicionándose como una de las empresas más representativas del sector inmobiliario en la ciudad. Hoy, tras décadas de trabajo, la empresa familiar posee más de 275.000 m2 edificados.