Fuente: La Nación – El prestigioso arquitecto danés Bjarke Ingels está a cargo de un proyecto para construir una comunidad de casas impresas en 3D que pretende ser la más grande hasta el momento
Hasta hace unos años pensar en que las viviendas podrían estar hechas por medio de una impresora 3D era algo que resultaba digno de un libro de ciencia ficción. Hoy, ésta es una de las tantas maneras de construir, que poco a poco gana más y más terreno. Quizá lo más llamativo sea uno de los estudios arquitectónicos más importantes del mundo: BIG (Bjarke Ingels Group) esté dando los primeros pasos para hacer realidad la primera ciudad realizada, íntegramente, por este sistema constructivo: Génesis Collection.
El proyecto, liderado por el arquitecto danés Bjarke Ingels -titular del estudio BIG-, busca crear, de manera piloto, un moderno y funcional barrio en la zona Georgetown, en el centro de Texas, Estados Unidos. Los encargados de la obra aseguran que: “la piedra fundamental del proyecto será las primeras 100 casas.Una vez terminadas habremos dado forma al mayor vecindario creado, hasta el momento, por medio de una impresora 3D. Pero nuestro objetivo es mayor y aspiramos a realizar toda una localidad”.
Para llevar adelante este sueño, el grupo danés se asoció con el constructor norteamericano de viviendas Lennar y con la empresa de tecnologías de construcción ICON, que cuenta con un ‘sistema denominado Vulcan’ capaz de producir hogares resistentes y energéticamente eficientes, más rápido y con menos desperdicio que los conocidos enfoques de construcción convencionales. Según el propio Lennar, éste método constructivo ofrece, al mismo tiempo, una mayor libertad de diseño.
El método de construcción Vulcan, se presenta como una solución posible a la crisis de vivienda que se observa a nivel internacional, ya que se pueden construir edificios y otras estructuras de hasta casi 300 m² usando impresoras 3D (son máquinas capaces de crear piezas, figuras y objetos con volumen -alto, ancho y largo- partiendo previamente de un diseño realizado por ordenador con un programa CAD). En esta primera instancia, la idea es crear “el primer vecindario de casas impresas en 3D del mundo”.
El proceso, que se encuentra en sus primeros pasos, aún no definió como será ni la tipología ni el diseño de las primeras viviendas. Pero lo que no está en duda es que se tratarán, todas ellas, de construcciones del tipo unifamiliar, y estarán distribuidas en una sola planta.
También se sabe que contarán con paneles solares instalados en los techos con la finalidad de reducir el consumo eléctrico. Desde Icon afirman que “la compañía está capacitada para entregar casas de hasta 900 metros cuadrados que cumplan con todos los estándares de calidad y seguridad que demanda el actual mercado inmobiliario”, dice Jason Ballard, co-founder y CEO, Icon.
Para los potenciales compradores, en un futuro, BIG ofrecerá una diversidad de diseños de propiedades (ocho en total) que responderán a las nuevas necesidades de la vida contemporánea. “El diseño que proyectamos moderniza la estética de la casa suburbana. La libertad de las formas facilitada por esta tecnología de construcción, incluidas las curvas sinuosas de las paredes, se combina con los materiales de construcción tradicionales para crear hogares que sean tanto estética como físicamente únicos”, sostienen desde el estudio arquitectónico.
La estructura básica de cada vivienda se realizará por medio de la impresora 3D y estará a cargo de la firma Icon. La potente máquina le dará forma a paneles y revestimientos (realizadas con una mezcla -colocada en capas- similar al cemento). Cuando la propiedad cuente con su propio esqueleto, entran en escena los constructores. Ellos serán los responsables de añadir el techo, las puertas, las ventanas, el mobiliario interior y todas las terminaciones.
¿Qué será Génesis Collection?
Las empresas que lo están impulsando afirman que será “la mayor comunidad de viviendas impresas en 3D” que se haya levantado hasta el momento. Para ello utilizan, personal altamente capacitado, robots, software y materiales especiales. Sus obras arrancaron en 2022 e integrarán un centenar de viviendas que se localizarán en Georgetown, al norte de Austin, en una comunidad bautizada como Wolf Ranch. El masterplan de este proyecto contempla la realización de unas 2500 viviendas.
Si bien todavía no se ha establecido el valor de esta primera etapa, la constructora estima que podrían promediar los US$400.000, lo que las mantendría en un precio competitivo con el resto de obra nueva que se comercializa en Wolf Ranch. “La construcción de viviendas impresas en 3D puede resultar entre un 10 y 30% más barata que la de una edificación convencional, mientras que la duración de las obras puede reducirse hasta un 30%”, cuenta Ballard. Y agrega: “Además, éstas son obras donde el ruido casi está ausente. Sólo se percibe un leve zumbido que emana la gran maquinaria. Nuestros robots no solo no necesitan descansos para fumar y comer, sino que también son muy silenciosos y son capaces de trabajar 24 horas. Sin dudas, esto hace la gran diferencia”.