Fuente: Agroverdad – En la provincia de Córdoba ya se está probando y utilizando un novedoso producto para tareas de bacheo y reparaciones de carpeta asfáltica en obras viales de pequeña y mediana escala: el bioasfalto. La experiencia no registra antecedentes en la región, lo que coloca a la provincia en una posición de liderazgo en el uso de este tipo de materiales.
Se trata de un compuesto sustentable que es más amigable con el ambiente y que reemplaza al asfalto tradicional, un derivado del petróleo, por biodiesel. Ya se colocó una carpeta asfáltica con este material en un tramo de la ruta E-57, en un sector de la localidad de Mendiolaza.
A través de una alianza estratégica, el Gobierno provincial, la empresa Afema y la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (UNC) buscan avanzar en la homologación del producto y su posterior uso a gran escala en obras viales.
Beneficios
El bioasfalto se elabora con biodiesel y tiene prestaciones bastante similares al asfalto tradicional, un derivado del petróleo que hasta el momento es el compuesto más difundido en infraestructura vial.
El producto ofrece dos novedades respecto del material que se utiliza actualmente: es más amigable con el ambiente, ya que en su preparación se emplea biocombustible en lugar de petróleo. Y es más simple de aplicar y requiere un menor despliegue de maquinaria.
Específicamente, el compuesto se prepara a partir de un polímero importado de EE.UU. La firma cordobesa Afema compró la licencia de uso a la empresa EZ Street, que comercializa el componente a partir del cual se elabora el bioasfalto.
En cuanto a la diferencia con la tecnología tradicional, Daniel de la Rubia, jefe de laboratorio de la empresa indicó que “las mezclas asfálticas tradicionales tienen un aporte muy significativo de hidrocarburos y se elaboran en caliente”.
En cambio, “las biomezclas reemplazan una proporción interesante de este asfalto y se trabajan en frío, lo que trae beneficios en la capacidad de maniobra”.
En este sentido, destacaron que la aplicación de este tipo de mezclas solo requiere trabajar con pequeñas cuadrillas, a diferencia del asfalto tradicional, que requiere la instalación de una planta de fabricación del material en cercanías de la obra, y debe ser colocado en caliente por equipos de al menos 15 trabajadores, con asistencia de maquinaria pesada. Este despliegue suele generar impacto en el tránsito, sobre todo en áreas urbanas.
El compuesto, además, reduce la temperatura del proceso de elaboración y evita la emisión de vapores que produce el asfalto en caliente, lo que también contribuye a la reducción de la huella de carbono.
De ahí que las biomezclas se posicionan como una solución para zonas pobladas, ya que tienen menor impacto en el entorno. No obstante, para la ejecución de grandes obras viales, como autopistas o rutas, el asfalto en caliente resulta la opción más adecuada.
De esta manera, el bioasfalto resulta una alternativa con menores emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la obra pública, algo central para luchar contra el calentamiento global.
“Las primeras estimaciones indican que por las características del polímero empleado y el uso de B100 se reduce un 27% promedio el contenido de asfalto, lo que implica una merma en el mismo porcentaje de la huella de carbono. Por eso se denomina BioAsfalto 27 o AB27”, informaron.
Una de las primeras pruebas con este novedoso compuesto, consistió en la colocación de una carpeta asfáltica en un tramo de la ruta E-57, en un sector de la localidad de Mendiolaza. La superficie abarca unos 1.000 metros, donde se alternan unos 600 metros de biomezcla y cerca de 300 metros de asfalto tradicional.
El material se viene utilizando en trabajos de bacheo y reparación de carpetas asfálticas con buenos resultados. Algunos gobiernos locales ya lo comenzaron a emplear, como la Municipalidad de Córdoba, que adquirió unas 20 mil toneladas. Afema, además, exporta el producto a Uruguay, Bolivia y Paraguay.
La experiencia no registra antecedentes en la región, lo que coloca a Córdoba en una posición de liderazgo en el uso de este tipo de materiales innovadores en infraestructura vial, donde es clave la adopción de medidas que contribuyan a la reducción de emisiones de GEI.
Alianza estratégica
Las pruebas y la utilización de este novedoso compuesto son fruto de una alianza estratégica entre el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, la empresa Afema y la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC (FCEFyN) que sellaron un convenio que contempla un análisis de las biomezclas, para avanzar en la homologación del producto y su posterior uso en obras viales en toda la provincia.
“Estamos probando el desempeño de la biomezcla en grandes tramos de construcción vial, pensando implementar este tipo de tecnología para distintas obras sobre todo en el interior provincial, donde puede resultar más complejo montar las estructuras requeridas para poner asfalto en caliente”, explicó Mariano Santillán, a cargo de la Unidad Ejecutora de Biocombustibles y Bioenergías del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos.
Precisamente, para el análisis tomarán muestras testigos, durante tres meses a lo largo de un año. “Es un proyecto multidisciplinar, que involucra las partes ambiental, química y estructural. También se estudiará el aspecto vial, con ensayos característicos para este tipo de productos”, dijo Lucas Crespi, a cargo del Laboratorio de Estructuras de FCEFyN.
Los investigadores de la UNC realizarán estudios de laboratorio y de campo durante un año, cotejando el rendimiento de cada compuesto. A lo largo del trabajo compararán tres pavimentos diferentes y distintas dosificaciones en las mezclas en frío.
Respecto a las expectativas que generan estas pruebas, Crespi señaló que, “la bibliografía y los antecedentes muestran que el producto anda muy bien, además ya se usa para bacheo. Pero, es novedoso el uso como carpeta de desgaste en el pavimento. El desafío es grande, las expectativas son muchas, estamos esperando que ande muy bien”.
Biocombustible cordobés
La empresa Afema comenzó a explorar hace ocho años el uso de esta alternativa en infraestructura vial, con larga trayectoria en la ejecución de obra pública en Córdoba y otras provincias, la firma local elabora este producto en su sede de Villa Retiro.
A principios de 2024, la firma dio un paso importante para potenciar este segmento al poner en marcha una mini planta de producción de biodiesel, que se financió con la línea de créditos a tasa subsidiada otorgada por la Provincia, para incentivar la transición energética en los sectores industrial, agropecuario y servicios.
Precisamente, la planta de biodiesel de Afema tiene una capacidad de producción de 6.000 mil litros diarios. Se trata de una instalación desarrollada por Power Bio, una firma radicada en Villa María. Parte del fluido elaborado en la planta de Villa Retiro se destina, además, a la flota de maquinaria vial y vehículos de la empresa.
Daniel de la Rubia, jefe de laboratorio de la empresa, explicó que para adoptar biomezclas siguieron “un proceso gradual, ya que es una tecnología muy innovadora en el sector. Cada paso fue muy positivo, lo que hizo que hoy tengamos confianza en el producto, que nos demostró que tiene muy buen desempeño, con un nicho de aplicación muy importante”.
De la Rubia destacó el acompañamiento del Estado provincial en este proceso de innovación. “Las políticas de fomento han sido clave para alentar este proyecto”, sostuvo.
Medidas de fomento
Vale mencionar que la provincia de Córdoba cuenta con un marco regulatorio que incentiva la adopción de los biocombustibles, como la Ley provincial 10.721.
Esta norma contempla la promoción de biocombustible en la obra pública, a través de estímulos a las empresas que participan en licitaciones o subastas públicas.
También existen incentivos fiscales establecidos en la ley tributaria sancionada a fines de 2023, tales como que la comercialización de biocombustibles goza del 0% de Ingresos Brutos; 20% de reducción en las tasas por patentamiento de vehículos y unidades 0km; y quita del 100% sobre el tributo a sellos en unidades que utilizan biocombustible.
Paralelamente, Bancor lanzó una nueva línea de financiamiento Dale BIO, que incluye créditos para obras de infraestructura destinadas a plantas de biocombustibles, adquisición de equipamiento y maquinaria para pymes, y tecnología para la producción de biocombustible.