Fuente: Perfil – Según la entidad la actual situación económica pone en riesgo la continuidad de las 1.400 empresas que la integran, así como los puestos de trabajo.
La Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) convocó a su Consejo Federal para definir líneas de acción, “ante la delicada situación que atraviesa el sector de la construcción en el país”.
El encuentro se realizará este jueves 1 de febrero y tiene como objetivo “abrir un espacio de diálogo y acción conjunta entre los actores del sector, en busca de estrategias que permitan superar esta drástica situación y reactivar la obra pública en Argentina”, señalaron desde la Cámara.
La convocatoria se realiza en el marco de lo que consideran “una parálisis generalizada de la obra pública, con cerca de 3.500 proyectos inconclusos en todo el país, que ponen en riesgo la actividad de las 1.400 empresas asociadas en Camarco que dan empleo a más de 500 mil trabajadores”.
Desde la entidad subrayan que el sector tiene un “efecto multiplicador” sobre el empleo y la actividad económica general de más de 140 sectores productivos, de gran relevancia en todo el territorio nacional. El Consejo Federal es el órgano superior de la Camarco, donde están representadas más de 1.400 empresas socias y las delegaciones de todo el país.
Situación de la obra pública
Durante el encuentro, convocado de manera extraordinaria «por la gravedad de la situación», los consejeros expondrán los problemas que afectan al sector, «como la parálisis de la obra pública, el retraso de los pagos, el impacto de la elevada inflación y las altas tasas interés», indicó la entidad en un comunicado.
Según la Camarco, “se trata de una ecuación que pone en riesgo la continuidad de muchas empresas, con la pérdida no sólo de capital sino también de los conocimientos productivos que ello implica, y el consecuente impacto sobre el empleo. Un sinnúmero de empresas asociadas se encuentra en una situación límite que requiere definiciones de manera urgente, ya que el quiebre de la cadena de pagos pone a las compañías al borde de la desaparición en cuestión de semanas”.
El presidente de la entidad, Gustavo Weiss, señaló pocos días atrás a NA que “una crisis como esta es inédita. Hemos pasado períodos de paralización pero esta crisis nos impacta con muchas obras en ejecución, con empresas con mucha carga, mucha deuda. En 2001 las empresas tenían pocos contratos, entonces se pudo capear”.
Weiss aceptó que el problema es de difícil solución. “Si estuviese la plata sería fácil. Pero hay que ver si la solución alcanza para un 10% de las obras en ejecución o a un 70%. Ya sabemos que para el 100% no va a estar. Pero sí sabemos que la solución no está en el corto plazo. Sin ninguna duda las obras van a seguir paradas en el largo plazo”, dijo en una entrevista exclusiva con Noticias Argentinas.
El dirigente empresarial adelantó que “va a haber un sin número de convocatorias empresarias porque había mucho trabajo y las empresas se endeudaron en los bancos para seguir trabajando. Hoy muchas de las empresas tienen deuda bancaria que corre al 130%, con proveedores, con la AFIP”.
Fuente: El Cronista – El gobernador Axel Kicillof y el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos, Gabriel Katopodis dieron inicio a las obras de transformación en autovía del tramo de la ruta 11 que conecta a Mar Chiquita con Villa Gesell.
“La provincia de Buenos Aires tiene la vocación de continuar impulsando la obra pública: con la construcción de esta autovía no solo va a mejorar la seguridad vial, sino que además se impulsará la actividad económica y la creación de empleo”, sostuvo el mandatario bonaerense.
Con una inversión de la Provincia y financiamiento del BID, se invertirán $39.895 millones para la construcción de una segunda calzada y la repavimentación de la traza existente sobre 72,4 kilómetros.
Por último, Kicillof resaltó que “cuando se habla de quitarnos recursos, el problema no es con un gobernador o un partido, sino con todo el pueblo de la provincia de Buenos Aires”. “Nosotros no estamos dispuestos a esconder los problemas debajo de la alfombra, vamos a enfrentarlos y a seguir defendiendo a una provincia productiva, trabajadora, y que va por más”, concluyó.
Estuvieron presentes en las actividades la jefa de Asesores del Gobernador, Cristina Álvarez Rodríguez; el ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez; el presidente del Banco Provincia, Juan Cuattromo; y el diputado bonaerense Gustavo Pulti. También participaron el ex intendente de Mar Chiquita, Jorge Paredi, y los intendentes de Villa Gesell, Gustavo Barrera; de La Costa, Juan de Jesús; de General Guido, Carlos Rocha; de Necochea, Arturo Rojas; de Las Flores, Alberto Gelené; de San Cayetano, Miguel Ángel Gargaglione; de General Lavalle, Nahuel Guardia; de Lobería, Pablo Barrena; de Coronel Dorrego, Juan Chalde; de Ayacucho, Emilio Cordonnier; de Castelli, Francisco Echarren; de Dolores, Juan Pablo García; de Chascomús, Javier Gastón; de General Paz, Juan Manuel Álvarez; de Pinamar, Juan Ibarguren; de Pila, Sebastián Walker; de General Madariaga, Esteban Santoro; de General Alvarado, Sebastián Ianantuony; de Monte Hermoso, Hernán Arranz; de General Pueyrredon, Guillermo Montenegro.
Fuente: TN – El Ministerio de Infraestructura estableció criterios para abordar los proyectos en ejecución cuando conozca el detalle de las partidas previstas para este año. Las 120 iniciativas clave que está en la mira.
Tras conocer el presupuesto que se le asignará para 2024, el Ministerio de Infraestructura comienza a definir qué obras públicas en ejecución continuarán su marcha y cuáles podrían quedar sujetas a que se consiga financiamiento privado para terminarlas o eventualmente se suspenderán.
En la cartera que conduce Guillermo Ferraro definieron los criterios a través de los que se implementará el nuevo esquema de obra pública para los próximos meses, en el marco de un ajuste fiscal que afectará a los proyectos en curso.
Según pudo saber TN, el Gobierno establecerá que con los fondos disponibles se culminarán las obras que formen parte del grupo de proyectos con un “alto grado de avance físico”. Es decir que la prioridad no estará dada por el tamaño ni la “importancia” de la obra, sino por cuán cerca estén de terminarse.
“Si alcanza para todas, mejor; pero sino, se priorizará. Y en este marco, la prioridad es terminar las que estén más avanzadas. El objetivo no es señalar a dedo y decir ‘esta es más importante que la otra’, sino terminar directamente las que tengan más grado de avance”, explican fuentes oficiales. Y aclaran que quedarán exentas aquellas obras que cuenten con financiamiento privado o de organismos bilaterales internacionales: en ese caso no habría impedimentos para su terminación.
El nuevo esquema de obra pública: el Gobierno definió qué proyectos terminará y cuáles podría suspender
Durante la campaña, Javier Milei había advertido que el Ministerio de Infraestructura no financiaría más obra pública. De hecho, habló de la posibilidad de llevarla a cero. Luego, en Infraestructura aseguraron que las obras en ejecución se terminarían, pero ahora ponen en duda tener los fondos suficientes para poder terminarlas.
Actualmente, hay unas 2185 obras públicas en ejecución en todo el país, según los registros heredados de la gestión anterior, que estaba a cargo de Gabriel Katopodis. Por el momento no hay precisiones acerca de cuántas se terminarán en los próximos meses. A estas se le deben sumar las viviendas que estaban bajo el área de Hábitat y Desarrollo Territorial.
Katopodis había anunciado la construcción de 120 “grandes obras” en el marco de un plan que denominaron “Argentina Grande”. Varios de esos proyectos están en ejecución, pero no todos muestran un buen porcentaje de avance físico.
Algunos ejemplos, recolectados por el sitio “Mapa Inversiones”, son el del corredor Mar del Plata-Olavarría de la ruta nacional 226, que en la intersección acceso a Sierras Bayas muestra apenas un avance del 9,41%; el de la construcción de la planta de Tratamiento de Líquidos Cloacales en San Antonio de Areco, con un avance del 12%; y el acueducto Gran Tulum, en San Juan, que está al 50%.
Todos estos proyectos tendrán que ponerse en la fila detrás de cientos de obras que superan el 60% de avance físico. Fuentes oficiales aseguran que el dinero se utilizará para terminar la mayor cantidad de obras posibles y que se buscará financiamiento privado para aquellas que queden inconclusas.
A lo largo de la campaña, Javier Milei hizo referencia al sistema de obra pública a la chilena. “El Estado le entrega al privado la responsabilidad de poder generar una inversión, entendiendo que las prioridades las define el Gobierno”, señaló en reiteradas ocasiones.
Con este modelo, el Estado le concedería al sector privado el derecho a explotar la inversión. Por ejemplo, la empresa que construya una autopista podrá cobrar peajes por un tiempo determinado para recuperar lo invertido y, al terminar el plazo, el Gobierno tendría que decidir si se hace cargo del servicio o inicia una nueva licitación de explotación y mantenimiento.
Fuente: Cronista – La empresa pública Energía Argentina (Enarsa) avanza con la licitación de la reversión del Gasoducto Norte, vital para la sustitución de importaciones de gas natural desde Bolivia. Qué pasa con la obra pública clave del 2024.
El Gobierno, a través de Energía Argentina (Enarsa), les pidió a las constructoras Techint y Sacde que bajaran sus precios antes de avanzar en la adjudicación de un tramo de la reversión del Gasoducto Norte, la obra pública que será vital para sustituir importaciones de gas natural de Bolivia en este invierno.
La reversión es central para abastecer a siete provincias del norte de la Argentina (Córdoba, Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy) con gas de producción local en lugar del que se compra a Bolivia, que a partir de agosto de este año ya no puede garantizar inyección en condiciones firmes -no interrumpibles-. La inversión total prevista a mediados del año pasado era de 713 millones de dólares, de los cuales el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) prestó u$s 540 millones; mientras que para el resto se usarán fondos públicos provenientes de las exportaciones de energía eléctrica entre 2022 y 2023.
La obra está dividida en tres renglones. En todos los casos, las ofertas más económicas fueron las de la Unión Transitoria de Empresas (UTE) conformada por Techint y Sacde, que ya construyeron el año pasado buena parte de la primera etapa del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) de Vaca Muerta.
Sin embargo, en el renglón 1 todas las ofertas excedían el presupuesto o no calificaban técnicamente -como el caso de Pumpco, la constructora de los dueños del Inter Miami, el equipo donde juega Leo Messi-; mientras que en el renglón 3 las ofertas de la UTE y de BTU también estaban por encima del presupuesto oficial.
La obra pública más importante del año
En concreto, el reciente pedido de Enarsa a Techint y Sacde fue para que bajaran los precios de su oferta de $ 62.656,4 millones más IVA, que resultó un 6,94% más alta que el presupuesto actualizado, de manera de poder avanzar con la adjudicación de los primeros 50 kilómetros del Gasoducto de Integración Federal entre Tío Pujio y La Carlota, en la provincia de Córdoba.
A fines del año pasado, Enarsa recomendó adjudicar a Techint y Sacde el renglón 2 por $ 57.055,1 millones para construir desde el kilómetro 50 al 100 del Gasoducto de Integración Federal.
Techint y Sacde se quedarían con la construcción de 100 kilómetros del Gasoducto de Integración Federal, en la provincia de Córdoba
Mientras tanto, se va a relicitar el renglón 1, que comprende los últimos 22 kilómetros de ese nuevo gasoducto, el tendido de dos loops paralelos al Gasoducto Norte de 62 kilómetros de extensión y la reversión de cuatro plantas compresoras existentes en Córdoba, Santiago del Estero y Salta.
La presión de Paolo Rocca, el dueño de Techint que financió la campaña de Javier Milei y colocó a buena parte de sus ejecutivos en áreas del Gobierno como la Jefatura de Gabinete e YPF, fue fundamental para torcer la idea del libertario de cancelar toda obra pública porque «no hay plata».
Fuente: Gobierno de Buenos Aires – El ministro de Infraestructura mantuvo un encuentro con referentes del ámbito de la construcción para planificar estrategias en conjunto que beneficiarán al desarrollo de la obra pública.
El ministro de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense, Gabriel Katopodis, recibió a diferentes delegados de la Cámara Argentina de la Construcción de la Provincia de Buenos Aires (CAMARCO), con el objetivo de elaborar estrategias en conjunto para el desarrollo de la obra pública.
En ese sentido, Katopodis expresó: “Desde el primer momento comenzamos un trabajo conjunto con CAMARCO para que la obra pública en la provincia siga siendo una prioridad en la agenda del Gobernador Axel Kicillof”.
Además, agregó: “Vamos a trabajar para sostener el empleo en el sector de la construcción, para que las empresas se desarrollen y crezcan. Todo nuestro esfuerzo y creatividad va a estar puesto en que las obras lleguen a todos los rincones de esta Provincia que es gigante”.
A su vez, el presidente de la institución, Lucas Luciano, destacó el diálogo constructivo con esta nueva gestión que comienza el Ministro y su equipo para pensar a futuro las estrategias de financiamiento que permitan continuar con el plan de infraestructura provincial que lleva adelante el gobierno desde hace cuatro años. También resaltó el gran esfuerzo que estaban haciendo las empresas para atravesar esta tan difícil coyuntura.
En el encuentro también estuvieron presentes por CAMARCO los ingenieros Alejando Metro, Pablo Gutiérrez y Pablo Scafati, quienes ocupan las vicepresidencias primera, segunda y tercera respectivamente, y el representante en CAC central, el ing. Antonio Pécora.
Fuente: Cronista – El modelo, que adoptará la Argentina durante la era Milei, ya generó inversiones por u$s 28.000 millones en el país trasandino.
«No hay plata«. La frase dicha por el presidente Javier Milei baja en cascada y baña a todos los funcionarios del a nueva administración. En el caso del ministerio de Infraestructura que lidera Guillermo Ferraro, impacta directamente sobre las obras en marcha y planificadas en la Argentina.
El tema no es menor. Actualmente, hay 7.266 obras en total. 2.329 se encuentran en ejecución y los 518 restantes, en circuito. A eso se le suman 676 proyectos en proceso de evaluación y aprobación según datos de la Cámara Argentina de la Construcción.
La solución adelantada por el propio Milei durante la campaña electoral, pasa por el modelo chileno de obra pública.
Este programa arrancó en 1993 cuando el presidente Patricio Aylwin decidió privatizar la mayor parte del sistema de obras públicas de Chile para reducir el gasto público y el déficit fiscal.
Las cifras están a la vista: en los 30 años de vigencia del plan se firmaron 110 contratos. De ellos, 53 fueron para autopistas, 26 de aeropuertos, 15 hospitales y cárceles, cuatro de represas y otros 12 en obras como el Movistar Arena o el Centro Cultural Palacio de La Moneda. La inversión total se estima en u$s 28 mil millones, según datos de la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública de Chile (Copsa).
Esta figura configuró la asociación público-privadas, donde el contrato para la ejecución de infraestructura pública se caracteriza por la modalidad de pago del contratista denominado derecho de explotación.
Financiación privada
El objetivo es que capitales privados financien la infraestructura deficitaria, la cual es considerada económicamente rentable, permitiendo recuperar a estas figuras público-privadas recuperar su inversión a través del cobro directo de una tarifa a los usuarios.
Según Hernán de Solminihac, profesor titular Ingeniería UC, miembro Clapes UC y presidente Colegio de Ingenieros de Chile, «por más de 30 años, el sistema de concesiones chileno ha sido un pilar en el desarrollo de la infraestructura pública. Milei destaca acertadamente que este enfoque liberaría recursos públicos, redirigiéndolos hacia sectores con mayores necesidades, como la educación o salud. Sin embargo, la implementación de este modelo debe sopesarse cuidadosamente«.
A juicio del experto, «el modelo de concesiones en Chile ha permitido una activa participación del sector privado en la construcción de infraestructura pública, liberando fondos estatales para otras áreas críticas. Es esencial resaltar que esta asociación no significa que el Estado se desentienda de su responsabilidad; por el contrario, debe ser un actor activo y garante del proceso».
Para Carlos Aparicio, ingeniero y docente chileno de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Alberto Hurtado de Chile, «con una concesión el privado construye y recibe el derecho de explotar una inversión. Se licita la obra de infraestructura entre empresas, con las cuales el Estado firma un contrato: las empresas se hacen cargo de gastos y actividades para que la prestación funcione como estaba planeado, siempre con seguimiento de autoridades (garantes).
Generalmente, se instalan tasas, tarifas especiales o peajes para explotar esa obra y obtener una remuneración por acciones como iluminación, señalización y la mantención de los caminos».
Por caso, si una empresa hace una autopista, se queda con el derecho a cobrar peajes por 20 o 35 años. Finalizado este tiempo, el Estado puede hacerse cargo del servicio o iniciar una nueva licitación para su explotación y manteamiento.
«Hoy la red caminera de Chile es reconocida como una de las mejores de América Latina, y se han construido 20 hospitales concesionados, 10 cárceles. Es parte del éxito, y a la vez ha permitido que los recursos públicos que se podían haber destinado para esos fines, hayan sido destinados a mejorar la infraestructura complementaria», explicó Aparicio.
«Chile tiene hoy 80 mil kilómetros de caminos pavimentados, de los cuales 3.000 son concesionados. Pero los recursos liberados para el Estado, «han permitido mejorar del orden de 10 a 12 mil kilómetros de la red alternativa», aseguró Carlos Cruz, director ejecutivo del Consejo de Políticas de Infraestructura y exministro de Obras Públicas del Gobierno del expresidente chileno Ricardo Lagos (2000-2006).
Fuente: Télam – El ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro afirmó que “las obras de las que estamos hablando y que están hoy ralentizadas son muy pequeñas, en cantidad alrededor de 2.000, y vamos a tratar de terminar aquellas que valgan la pena”.
El Gobierno identificó financiamiento de obras por unos 4.000 millones de dólares otorgado por organismos multilaterales, partidas “sub ejecutadas o ralentizadas”, por lo que se pondrá el foco en su normalización, aseguró este viernes el ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro.
Asimismo, el funcionario reiteró que está garantizada la continuidad de las obras que ya están en ejecución pero aclaró que se dejarán sin efecto los nuevos proyectos que estaban licitados o planeados pero aún no arrancaron.
Por otra parte, Ferraro destacó que el propósito del Estado nacional será retirarse de la discusión de las tarifas de transporte de colectivos del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y anunció que el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) vuelve a ser un ente técnico bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete y ratificó que se buscará lograr «un recorte importante» en las distintas empresas estatales.
En declaraciones a la radio El Observador, Ferraro criticó a la administración de Alberto Fernández al sostener que “han tenido una óptica de hacer muchas obras pequeñas, chicas, que tranquilamente podrían haber sido realizadas por los municipios».
En esa línea, afirmó que “las obras de las que estamos hablando y que están hoy ralentizadas son muy pequeñas, en cantidad alrededor de 2.000, y vamos a tratar de terminar aquellas que valgan la pena”.
El funcionario sugirió que las iniciativas que no prosiga el Gobierno nacional “de alguna manera las pueden continuar los municipios o las provincias”.
En su cuestionamiento al gobierno anterior, remarcó que “obras importantes no se ven en el país desde hace muchos años, no hay nuevos accesos a Buenos Aires, puertos nuevos, trenes de carga, etcétera”.
El flamante ministro adelantó que se trabaja en un nuevo marco normativo modificatorio de la ley de Obras Públicas 17.520, que buscará generar incentivos para que el sector privado presente proyectos y lleve adelante las obras de infraestructura.
“No vamos por el camino de los PPP, tenemos incluso un juicio crítico de cuando se aplicaron, porque ya había fracasos en el mundo en esta materia; vamos por un concepto que ya existía en Argentina, y en Chile fue más efectivo, que es el de la iniciativa privada”, precisó Ferraro.
Y agregó: “Básicamente se trata de que el sector público o el privado puedan llamar a presentar un proyecto y si parece atinado lo declaramos de interés y sobre esa base convocamos a licitación para que puedan concursar otros privados”.
El ministro indicó que ese modelo “en Chile funcionó muy bien: todos los accesos a Santiago, el Aeropuerto, puertos, se han hecho bajo esta modalidad”.
En otro orden, Ferraro destacó que en la cuestión de la discusión de las tarifas de transporte de colectivos del área metropolitana, “nuestra intención es retirar al Estado nacional de todo lo que tenga que ver con el AMBA porque son la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires los que tienen que ver” en esa jurisdicción, como ocurre en el resto del país.
Respecto de la tarifa de pasajeros, aclaró que desde el Gobierno nacional “tenemos incumbencia en el AMBA solamente porque en las provincias cada una determina su tarifa en su transporte automotor interjurisdiccional”.
Y, apuntó que otro tema vinculado son los subsidios que el Estado nacional le da al transporte al señalar que “hoy las tarifas están congeladas (en el transporte de colectivos) y al mismo tiempo los subsidios no están actualizados entonces ahí hay un estrangulamiento” que provoca «que si uno quiere quitar el subsidio a las empresas tiene que aumentar las tarifas de los pasajeros”.
En ese sentido, manifestó que por el “impacto inflacionario en la tarifa de pasajeros en esa cuestión estamos coordinando con Hacienda, con el Ministerio de Economía ambas cosas, el monto de los subsidios y al mismo tiempo el monto de las tarifas”.
Además, sostuvo que la decisión de la tarifa la decide el Gobierno junto al ministerio que depende de él en consonancia con la política anti inflacionaria del ministro de Economía, Luis Caputo.
Por otra parte, adelantó que el Enacom volverá a ser un ente «muy profesional, muy técnico» que orbitará en la Jefatura de Gabinete.
«Volvimos a una organización más tradicional», indicó Ferraro y resaltó que bajo su ministerio también funcionará la «Secretaría de Comunicaciones, que como siempre será la encargada de fijar políticas, controles y demás».
Así funcionaba desde la década del 90 cuando tras la privatización de Entel se mantuvo una Secretaría de Comunicaciones en la órbita presidencial con rango de Ministerio y la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) como ente regulador técnico, luego intervenida por el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo.
Ferraro recordó que «ya en la administración del 2016, al principio hubo un ministerio (de Comunicaciones) y un ente que estaba en la Jefatura de Gabiente. Después hubo una reforma de Ministerio y ahí se juntó política más contenido, mas regulación y control».
En 2016, el Gobierno de Mauricio Macri modificó las leyes de Servicios de Comunicación Audiovisual, y Argentina Digital que tenían por reguladores a la Afsca (exComfer) y Aftic (ex CNC) respectivamente.
A través del decreto 267, el gobierno creó el Enacom para que actúe como «autoridad de aplicación de las leyes 26.522 (la de servicios de comunicación audiovisual) y 27.078 (la de Argentina Digital).
Ferraro señaló que ahora quedó «una mezcla de fijación de políticas y regulación de contenido y el rol de contralor» y remarcó que «se fijó un directorio político con participación de la oposición, o sea se terminó de politizar lo que era un ente que iba a ser muy profesional, muy técnico».
«El Enacom queda en la Jefatura de Gabinete para reducirlo a lo que era originalmente, un organismo técnico y de control», indicó Ferraro.
Asimismo, reveló que, desde su asunción, “se han recortado 130 puestos de trabajo sobre 3.000 sólo por pedidos de renuncias, pero antes de fin de mes, cuando terminan los contratos, el porcentaje va a crecer a un nivel de 30% del personal” en el ámbito de Infraestructura.
“Eso es en la administración central, después nos quedan las empresas públicas que solamente en ferrocarriles en total hay 35.000 personas. En empresas públicas no tenemos aún un número definitivo pero vamos a ir por un recorte importante”, completó.
Fuente: Cronista – El Ministerio de Infraestructura a cargo de Guillermo Ferraro está trazando ejes del nuevo sistema que rija para la construcción de obras a nivel nacional. Fue conversado con cámaras empresariales, en particular con la de la Construcción.
El ministro de Infraestructura de Javier Milei, Guillermo Ferraro, convocó a autoridades de diferentes cámaras empresariales para buscar el esquema de reemplazo para la obra pública, que no seguirá bajo el modelo que regía en la gestión anterior. Según le revelaron altas fuentes a El Cronista, será un sistema «100% privado», pero distinto al de las PPP, tal y como fue en el gobierno de Mauricio Macri.
Ferraro se reunió hoy con las autoridades de la UOCRA, UIA, ADEBA, SRA, CAMARCO, CAC y la Bolsa de Comercio; miembros del Consejo de Políticas de Infraestructura, «a fin de articular el sector público con el privado y lograr la participación de las empresas en la ejecución y financiamiento de grandes obras y proyectos«, indico el Ministerio de Infraestructura en un comunicado difundido a la prensa.
Ferraro planteó que la de hoy sea la primera de una serie de reuniones periódicas del ministerio con el CPI en las que se buscará que todas las obras que despierten el interés de las empresas sean afrontadas por el sector privado.
«Existen grandes posibilidades para actualizar la infraestructura existente en concesiones caídas con tenencias precarias que han provocado un severo proceso de desinversión. A esas oportunidades, se sumarán llamados para la presentación de nuevos proyectos de iniciativa privada», indicó el ministro. Según plantean desde Infraestructura, se plantea que el Estado tenga un rol de promotor y facilitador de grandes obras. Algo así como un articulador con el sector privado.
Cómo podría ser el nuevo esquema de obra
Se trata de uno de los temas centrales de cara a esta gestión que asumió días atrás. El entonces candidato presidencial Javier Milei había propuesto la eliminación de la obra pública y la conversión a un sistema de iniciativa privada, sin «la intromisión del Estado, que lo único que hace es robar con la obra pública».
En el documento titulado Plan de Gobierno, el cual fue presentado por La Libertad Avanza durante el desarrollo de la campaña electoral, incluyeron dentro de sus reformas «la eliminación total de la obra pública estatal reemplazándola por un esquema de iniciativa privada a la chilena, con waivers a la peruana y esquema de incentivos a la suiza».
«No es un modelo a la chilena, peruana o suiza… este esquema va a ser un modelo a la argentina«, dijo a este medio recientemente una fuente de alto rango.
Según indicó este dirigente, se tratará de un modelo «100% privado». «¿Por qué el Estado tiene que financiar obras de las que se verá beneficiado el privado?, nosotros decimos ‘que las financien ellos‘», dijo, al ser preguntado por el caso del segundo tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK).
Esto se produce a raíz de los anuncios del ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, quien confirmó en la batería de anuncios realizados el pasado martes que «no va a licitar más obra pública nueva y va a cancelar las licitaciones aprobadas cuyo desarrollo aún no haya comenzado»; caso que comprende a esa segunda ronda del GPNK.
¿Están esas inversiones? Hoy el ministro del Interior, Guillermo Francos, se mostró públicamente con el CEO del Grupo Techint, Paolo Rocca, quien apoyó a la nueva gestión y dijo que está de acuerdo con este nuevo «reseteo» de la Argentina.
Qué dijeron los empresarios
El comunicado del Ministerio de Infraestructura reconstruye las siguientes textuales.
Gustavo Weiss, presidente de Camarco, celebró la convocatoria y aseguró: «Valoramos infinitamente esta convocatoria porque el objetivo del CPI es trabajar en conjunto con las autoridades de turno y que a tres días de haber asumido nos convoquen a esta reunión, es música para los oídos. Desde ya estamos 100% de acuerdo en trabajar en conjunto a partir de mañana«.
En representación de los trabajadores de la construcción, Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA, valoró la reunión entre los funcionarios de Infraestructura y el CPI y aseguró: «tenemos una propuesta en consonancia con los intereses de la Nación, que en forma conjunta con esta gran alianza estratégica que tenemos con la Cámara de Construcción y los integrantes del G6«.
Daniel Funes de Rioja, presidente de la UIA, también rescató la iniciativa y aseguró que: «Mirar el país federalmente es algo que nosotros consideramos imprescindible, por el deterioro del entramado. Además, el rol y la participación del sector privado, que desde ya agradezco, es algo que nosotros veníamos reclamando. Esta es una oportunidad para cumplirlo y, la verdad, tenemos que hacerlo».
En la reunión, de la que también participaron Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa de Comercio, Javier Bolzico, presidente de ADEBA, Marco Pereda, Vicepresidente de la Sociedad Rural y Rodrigo Pérez Graziano, secretario de la CAC; el ministro Ferraro presentó a quienes serán sus secretarios de Transporte, Franco Mogetta, de Obras Públicas, Luis Giovine, de Vivienda y Hábitat, Héctor Lostri y de Comunicaciones y Conectividad, Ignacio Cingolani; quienes participarán de las futuras mesas técnicas del CPI en sus respectivas áreas.
Fuente: TN – El ministro se reunió hoy con las autoridades de la UOCRA, UIA, ADEBA, SRA, CAMARCO, CAC y la Bolsa de Comercio. “Lo que estamos planteando es un cambio en el rol del Estado”, dijo.
Con el objetivo dereemplazar el esquema de obra públicavigente, el ministro de Infraestructura de Javier Milei,Guillermo Ferraro, convocó este jueves a las autoridades de diferentes cámaras empresariales y planteó que “se buscará que todas las obras que despierten el interés de las empresas sean afrontadas por el sector privado”.
Ferraro se reunió hoy con las autoridades de la UOCRA, UIA, ADEBA, SRA, CAMARCO, CAC y la Bolsa de Comercio; miembros del Consejo de Políticas de Infraestructura, “a fin de articular el sector público con el privado y lograr la participación de las empresas en la ejecución y financiamiento de grandes obras y proyectos”, indico el Ministerio de Infraestructura en un comunicado difundido a la prensa.
“Existen grandes posibilidades para actualizar la infraestructura existente en concesiones caídas con tenencias precarias que han provocado un severo proceso de desinversión. A esas oportunidades, se sumarán llamados para la presentación de nuevos proyectos de iniciativa privada. Lo que estamos planteando es un cambio en el rol del Estado para que actúe como un promotor y facilitador de grandes obras de infraestructura en todo el país”, señaló Ferraro.
Asimismo, el ministro adelantó que para ello serán necesarios cambios en la legislación vigente que incluyan programas de incentivos para proyectos de inversión en infraestructura a partir de un nuevo esquema de iniciativa privada.
Gustavo Weiss, presidente de Camarco, celebró la convocatoria y aseguró: “Valoramos infinitamente esta convocatoria porque el objetivo es trabajar en conjunto con las autoridades de turno y que a tres días de haber asumido nos convoquen a esta reunión, es música para los oídos. Desde ya estamos cien por ciento de acuerdo en trabajar en conjunto a partir de mañana”.
En representación de los trabajadores de la construcción, Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA, valoró la reunión entre los funcionarios de Infraestructura y el Consejo de Políticas de Infraestructura y aseguró: “Tenemos una propuesta en consonancia con los intereses de la Nación, que en forma conjunta con esta gran alianza estratégica que tenemos con la Cámara de Construcción y los integrantes del G6, nos da la oportunidad de estar sentados en esta mesa, teniendo la oportunidad no solamente de estar, sino también de opinar y proponer”.
Daniel Funes de Rioja, presidente de la Unión Industrial Argentina, también rescató la iniciativa y enfatizó que “mirar el país federalmente es algo que nosotros consideramos imprescindible, por el deterioro del entramado. Además, el rol y la participación del sector privado, que desde ya agradezco, es algo que nosotros veníamos reclamando. Esta es una oportunidad para cumplirlo y, la verdad, tenemos que hacerlo”.
Fuente: IProfesional – El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción advirtió por el nivel de litigiosidad que puede ocasionar la medida de suspensión de obra pública.
Tras el anuncio del Gobierno de suspensión de la obra pública, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, advirtió que el incumplimiento de los contratos «se puede llevar a la Justicia«.
Así, adelantó por un escenario difícil para el sector, por el nivel de litigiosidad que puede ocasionar mayor cantidad de demandas judiciales.
«En materia de Obra Pública, todavía no dijeron de qué forma van a continuar las obras que están en curso y que vienen en una situación muy complicada por la inflación», señaló Weiss este miércoles en declaraciones radiales, en las que señaló además que «tenemos que ver cómo se van a traducir las medidas en la práctica, esperamos reunirnos con el Ministro de Infraestructura».
Desde Camarco temen que la suspensión de la obra pública, genera un escenario de mayor conflictividad, que se traducirá en demanda y juicios por no cumplir con los contratos pautados con anterioridad.
Suspensión de la obra pública: Camarco advirtió por conflicto legal por contratos
«Nosotros tenemos 3 mil obras que estarían en ejecución en este momento», expresó Weiss, y alertó: «Si hay un contrato firmado y una de las partes no lo cumple, se puede llevar a la Justicia«.
Em declaraciones a C5N, manifestó el titular de Camarco, «en países centrales como Inglaterra la inversión privada en la obra del país no excede el 7%, el resto es inversión pública. La inversión en infraestructura no tiene interés para el sector privado, es un fenómeno mundial», explicó.
Weiss: «Las obras en curso vienen en un proceso muy complicado durante todo el año por la alta inflación»
El ministro de Economía, Luis Caputo, informó este martes que «el Estado nacional no va a licitar más obra pública nueva y va a cancelar las licitaciones aprobadas cuyo desarrollo aún no haya comenzado». Añadió que su realización quedará a cargo del sector privado porque «el Estado no tiene plata ni financiamiento para llevarlas a cabo».
«Suponíamos que iba a haber un ajuste. Continuarían las obras que están en curso, pero no dijeron de qué forma. Tenemos que ver cómo se traduce esto en la práctica en los próximos meses. Estamos esperando tener reuniones con el ministro de Infraestructura y el secretario de Obras Públicas», expresó Weiss a C5N.
También señaló que «las obras en curso vienen en un proceso muy complicado durante todo el año por la alta inflación y por atrasos en los pagos, en algunos casos muy importantes. Hoy en gran medida están paradas o con un muy bajo nivel de ejecución», aseguró.
Cuántas obras públicas hay en ejecución y cuántos empleos generan
Weiss destacó que, según datos de Camarco, «3.000 es el número de la obra pública que estaría en este momento en ejecución, tanto obras directas como por convenio». Agregó que «si hay un contrato firmado y el Gobierno lo incumple, potencialmente uno puede entablar una demanda en la Justicia. Veremos caso por caso».
En cuanto a los puestos de trabajo que se verían afectados por las medidas, detalló que «el empleo total de la construcción formal es del orden de 550.000 personas directas, esto es jornalizados y mensualizados. Aproximadamente la mitad trabajan en obra pública; la otra mitad trabajan en obra privada», explicó.
«Por lo tanto, el universo de empleo directo que estaría afectado por esta situación son más o menos 270.000 personas. A eso hay que agregarle aproximadamente un empleo indirecto por cada empleo directo, con lo cual 270.000 trabajan en obra pública directa y otro tanto en forma indirecta», sostuvo.
El titular de Camarco desestimó la posibilidad de que estas 3.000 obras públicas sean retomadas por el sector privado. «La experiencia mundial en los países como Inglaterra, que fue el inventor de este sistema, es que la inversión privada en el total de la infraestructura de un país no excede el orden del 7%», aseguró.
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