Fuente: IProfesional – Las townhouses son una tipología muy requerida porque combinan diseño, funcionalidad y una muy buena relación entre su valor y la cantidad de m2. Detalles.
Las Townhouses o casas apareadas son una tipología muy requerida hoy en el mercado inmobiliario argentino porque combinan diseño moderno, funcionalidad y una muy buena relación entre su valor y la cantidad de metros.
Se trata de casas de 110 a 150 m2 construidos en dos plantas que, en la mayoría de los casos, cuentan con tres dormitorios, tienen jardín propio y cochera y se construyen generalmente en barrios cerrados que ofrecen seguridad y servicios comunes.
Este tipo de construcciones para sacar el máximo provecho de la tierra están adquiriendo particular relevancia en distintos barrios del corredor norte del AMBA y acorde al estilo de vida actual que busca conectar con la naturaleza y el bienestar, están pensadas para matrimonios, familias jóvenes o personas mayores.
Y entre las tantas unidades de negocios que se van configurando en torno al universo del Real Estate, aparece una nueva propuesta para invertir transformandose en socios y co desarrolladores de barrios de townhouses «con la premisa de poner ladrillos porque son y serán sinónimo de resguardo de valor para los argentinos en toda época de crisis», destacó Ana Callero, directora de Inversiones y Marketing de Caestta. La propuesta está orientada a que pequeños ahorristas puedan ser socios y co desarrolladores del boom inmobiliario de las townhouses pero no a través de invertir en una unidad o en metros de pozo «sino desde el momento mismo de la construcción y no sólo como consumidor final», agregó.
Casas apareadas: ¿cuál es la inversión mínima?
El proyecto en cuestión se va a desarrollar en el barrio cerrado Zug Central de la localidad de Pilar, compuesto de cuatro hectáreas y tendrá un monto total de inversión que «está calculado en u$s4.140.000», señala Callero. Quiénes decidan participar como inversores podrán hacerlo aportando para la construcción de 40 casas que componen la primera etapa de un proyecto de dimensiones mayores. Dado que la desarrolladora ya adquirió la tierra y cuenta con los permisos municipales, la estrategia de búsqueda de inversores se centra en la etapa de afrontar gastos de la construcción y de mano de obra.
Además, explican, «la comercialización de las unidades se hará durante la construcción -de pozo- y también después -como unidades terminadas a consumidores finales-; un punto adicional es que el valor de la tierra se ajusta en función al valor de venta de las unidades».
Las Townhouses son casas de110 a 150 m2 construidos en dos plantas que, en la mayoría de los casos, cuentan con tres dormitorios, tienen jardín propio y cochera
El costo estimado de venta de las casas rondará los u$s200.000, el ticket mínimo para ingresar es de u$s75.000 billete y el aporte se realiza mediante un esquema de 4 cuotas. Tomando como ejemplo un ticket de u$s75.000: un 40% en el mes 0 (Abr-24) u$s30.000; un 20% en el mes 3 (agosto 24) u$s15.000; un 20% en el mes 7 (noviembre 24) u$s15.000; un 20% en el mes 11 (marzo 25) 15.000 dólares.
Las ventajas de invertir en este tipo de construcciones
Las townhouses están de moda porque conjugan los beneficios de una casa y un departamento, porque funcionan como una especie de condominio y porque al estar adosadas a través de una pared que comparten permiten maximizar la utilización de la tierra. Por eso es que la promesa de recupero de capital mediante la inversión en esta tipología de vivienda está garantizado alrededor de una rentabilidad aproximada prevista a partir del 33% y hasta el 40% luego de la venta de las unidades. «Se estima que el plazo para el cobro será en dos años y medio o tres», señalan desde Caestta.
Luego de la pandemia, muchas personas tuvieron la sensación de que los departamentos eran asfixiantes, que les faltaba verde, espacio y que el home office requería de viviendas más grandes. «Sin embargo, muchas familias no llegan a contar con el dinero que se necesita para comprar una casa con esas comodidades en un terreno grande las cuáles en un barrio de zona norte como Tigre hoy están en un valor que ronda los u$s300.000», explica el martillero y corredor inmobiliario Federico Vinelli.
Las townhouses tienen un valor de mercado promedio de u$s200.000 por lo que desde hace unos meses, hay una demanda muy concentrada en este tipo de viviendas «sobretodo en conjuntos de entre 10 y 20 unidades, sin expensas, con tecnología para seguridad y accesos, un jardín propio de al menos 15 metros cuadrados y algun jardin en común, pileta o plaza, estacionamiento y cochera», comenta el broker. La franja socioeconómica a la que apunta este tipo de desarrollos es sin dudas, «aquél que con el mismo ahorro podría comprar una departamento grande pero que elige invertirlo en un espacio con verde y más abierto», concluye Vinelli.
Una de las ventajas de la propuesta es que se trata de una zona ya consolidada con otros proyectos construídos y habitados en complejos que combinan townhouses con departamentos, espacios comunes y amenities.
Circuito Caamaño, la nueva estrella de Pilar
Pilar es una zona ya desarrollada y consolidada con buen acceso, colegios, hospitales, gastronomía y disponibilidad de servicios. Fue una de las más elegidas durante y después de la pandemia para quienes buscaban salir de la ciudad e instalarse en espacios más grandes, con acceso a verde y otra calidad de vida. El circuito Caamaño, una de las zonas en las que más se promueve las construcciones de este tipo, está ubicado a 600 metros de Panamericana Ramal Pilar.
Las townhouses están de moda porqueconjugan los beneficios de una casa y un departamento
Uno de los aspectos más fuertes del punto geográfico es la accesibilidad que sumada a la amplia oferta de servicios de calidad lo convierten en la joya del corredor norte y como un núcleo residencial urbano de excelencia. El corredor -calle- Caamaño concentra el acceso a más de 14 barrios cerrados, complejos de usos múltiples y condominios. Además, posee colegios y tres centros comerciales.