Fuente: Ámbito ~ En diálogo con Ámbito, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción analizó el escenario actual del sector. La construcción será el segundo rubro con mayor expectativa de empleo y crecimiento para 2022.
La actividad de la construcción registró una suba en febrero de 6,3% interanual según el Indec. Para el titular de la Cámara de la Construcción, Gustavo Weiss, las perspectivas para el sector continuarán en esta senda positiva. La construcción será el segundo rubro con mayor expectativa de empleo (sólo por detrás de Finanzas), con un 20%, lo que muestra un crecimiento de 12 puntos respecto a la última edición de hace 6 meses, según la Encuesta de Expectativas de Empleo que realiza ManpowerGroup correspondiente 2° trimestre de 2022. Sin embargo, los empresarios del sector no logran conseguir personal, tanto en áreas especializadas como personal menos calificado. A pesar de suscribir el Plan Empalme para incentivar el empleo formal, la dificultad es que “la gente no quiere dejar los planes”. A continuación, los temas más salientes conversados con Ámbito.
P.: Tras el fuerte retroceso que sufrió el sector durante la pandemia, ¿en qué situación se encuentra ahora la industria de la construcción?
Gustavo Weiss: Desde mediados de 2020, a los pocos meses de la pos pandemia, la industria comenzó a traccionar muy fuertemente por dos motivos. Primero porque la obra pública nunca se paró, estuvo exceptuada del decreto de confinamiento desde el primer momento. Y simultáneamente la obra privada chica – que genera mucha actividad, que es construcción y refacción de viviendas unifamiliares – empezó a traccionar mucho porque la gente comenzó a construir su casa en algún barrio cerrado o en algún barrio más humilde, o refaccionó su casa al amparo del confinamiento por un lado, porque no sabían qué hacer y, por otro aprovechando la brecha con el dólar.
Desde ese momento comenzamos a crecer ininterrumpidamente, fue muy violento el primer año, pero seguimos creciendo a pesar de todo. La industria sigue creciendo, está un poco más tranquila la industria privada grande, la que construye grandes edificios, grandes inversiones en fábricas, pero el resto sigue estando muy bien.
P.: ¿Se mantendrá la tendencia positiva para lo que resta del año, tanto en lo referido a la obra privada como a la pública?
G.W.: Soy optimista que durante este año se va a mantener la actividad en la obra pública y en la privada de menor envergadura, no tanto en la obra privada grande. Pero estos factores traccionan bastante al sector. Así que este año, si no se produce ningún cataclismo económico, creo que la actividad va a seguir creciendo y por suerte incrementando la demanda de empleo que es directamente proporcional al crecimiento de la actividad.
P.: ¿Están afectando a la actividad de la construcción las restricciones a las importaciones?
G.W.: Las restricciones afectan aquellas obras que tienen productos importados; no son las obras civiles comunes, pero sí son las obras industriales, las obras de energía eléctrica, de gas o de plantas de tratamientos de aguas, depuradores cloacales. Ahí está afectando porque tenemos problemas de importaciones de productos de la misma manera que tenemos dificultades para compra de equipos viales, entre otros.
P.: Pese a esta suba de los costos, ¿sigue siendo relativamente barata la construcción en dólares?
G.W.: Si bien la brecha con el dólar disminuyó y simultáneamente la inflación hizo que aumentaran mucho los costos de los materiales, sigue siendo negocio, aunque en menor proporción, construir para aquel que tiene dólares.
Empleo
P.: ¿Cuantos puestos de trabajo recuperó el sector después de la pandemia y, considera que seguirá creciendo la demanda de empleo en el sector?
G.W.: El sector tiene casi 450 mil personas empleadas entre UOCRA y personal mensualizado, hemos recuperado aproximadamente 100.000 puestos de trabajo desde la post pandemia.
P.: ¿Tienen dificultades para conseguir personal?
G.W.: Tenemos dificultad para conseguir personal en áreas más especializadas como jefes de obras, capataces, personas que manejen máquinas. Pero también nos cuesta encontrar personal menos especializado incluso en el interior país. Sí, hay faltante de mano de obra.
P.: ¿Cuál es la causa?
G.W.: Por dos motivos fundamentales. Primero porque en este momento, en el área obras públicas, se llevan a cabo bastantes obras en todos lados. Además de esta causa, hace muchos años que mucho personal del sector pasó a cobrar los planes y los complementa con changas, con esto logran estabilidad ya que el plan no lo pierden. A esto se suma que, en muchos casos, con el plan y haciendo changas junta más plata que trabajando en una empresa constructora. Entonces, nos cuesta mucho trabajo contratar gente que hoy tiene un subsidio y quiere trabajar en negro, algo que las empresas no podemos hacer.
P.: ¿Conversaron esta situación con el gobierno?
G.W.: Si, hemos sido los primeros en firmar el Plan Empalme que apunta a capacitar a la gente para que dejen los planes y pasen a tener un trabajo formal. La verdad que hemos capacitado muy poca gente porque no se inscriben. Sobre un universo de 1.400.000 personas que reciben planes capacitamos solo 180 y no sabemos cuántas personas realmente quedaron trabajando.
Todos los tenemos claro que esta situación continuará hasta tanto no se comience a cortar los planes, la realidad es que la gente no quiere dejar los planes. El gobierno lo tiene claro y nosotros también.
Alquileres
P.: La falta de crédito es un problema histórico del sector. ¿Cómo es la situación actual y qué se podría hacer para ampliar el financiamiento de la vivienda?
G.W.: Hay un proyecto de ley para sacar créditos hipotecarios a largo plazo con coeficiente de variación salarial, no con UVAs (Unidad de Valor Adquisitivo, basado en el índice de precios al consumidor) de forma tal que la gente pueda ver que su cuota no va a aumentar más que lo que aumenta su salario. Esto debería hacer que más gente tome estos créditos hipotecarios, no obstante lo cual nosotros pensamos que hasta tanto la inflación no disminuya sostenidamente, nunca va a ser masivo. Pero, por supuesto, si los créditos hipotecarios se ajustan por coeficiente de variación salarial, podría ayudar a los asalariados formales.
También importa la carga fiscal. Si se pudieran hacer diferimientos fiscales, también ayudaría a que se construya más. En ese sentido, se sancionó una ley de blanqueo para edificios en construcción que contenía beneficios fiscales, pero duró muy poco tiempo. Estamos viendo de ampliarla, por ahora tuvo muy poca adhesión.
P.: Frente al problema de la falta de viviendas para alquiler, ¿qué respuesta debería dar el Estado para fomentar esta oferta?
G.W.: Se deberían dar incentivos fiscales y fomentos especiales para que la gente construya viviendas para alquiler. Porque desde hace bastante tiempo, el alquiler no es un negocio y cada vez menos. Por lo tanto, los inversores se han retirado de ese segmento y para que haya más viviendas en alquiler debería haber incentivos fiscales para los inversores cosa que hoy, que sepa, nadie está pensando.
Impuestos
P.: El ministro de Economía anticipo que elevará un proyecto de ley para gravar la ganancia inesperada. ¿La carga impositiva en su sector es importante a punto de frenar inversiones?
G.W.: Respecto al tema impositivo a nosotros nos afectan las generales de la ley porque más allá de los impuestos directos que tenga nuestra actividad, sufrimos los impuestos que tienen en toda la cadena de los insumos de las obras.
P.: ¿Que temas le preocupan de la Argentina?
G.W.: Hay pensar en el desarrollo de infraestructura tanto económica como social, pensarlo como política de mediano plazo. En este sentido, hemos creado recientemente el Consejo de Políticas de Infraestructura que aglutina al Grupo de los 6 más la CGT y la UOCRA y dentro de ese Consejo estamos pensando en cuáles es, del lado empresario, la infraestructura que el país necesita para proponerla a los distintos gobiernos y sea tomada como política de Estado. Porque más allá de la coyuntura, el país debe pensar políticas de mediano y largo plazo, cuáles son las obras de centrales que el país necesita.