Fuente: Cronista ~ La fabricante de una de cada dos bolsas de cemento que se venden en el país anunció que se quedó sin materia prima por una medida de fuerza de AOMA, el gremio de los mineros, a Minerar, su proveedora de piedra caliza. A la mañana, la Justicia desalojó un bloqueo del sindicato en la cementera.
Por un conflicto entre la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) y uno de sus proveedores, Loma Negra, la mayor cementera del país, apagará este sábado los hornos de su planta L’Amalí, de Olavarría, responsable del 70% de la producción de la compañía, que abastece una de cada dos bolsas de cemento que se venden en el mercado local.
Así lo confirmó la propia empresa, a través de un comunicado, en el que anunció que dejará de producir clinker, insumo crítico para la producción de cemento.
El conflicto es, en realidad, entre AOMA y Minerar, proveedora de Loma Negra de piedra caliza. En diciembre, AOMA había reclamado el encuadramiento de los trabajadores de Minerar dentro del convenio de cemento, y no bajo el de cal y piedra, como les correspondían. Tras días de tensión, que llevaron a Loma Negra a apagar sus hornos y estar cerca del límite de cortar sus ventas por falta de stock, hubo un acuerdo.PUBLICIDAD
Sin embargo, este miércoles, personas de la delegación Olavarría del sindicato irrumpieron en el complejo de la cementera con camionetas con el logo de AOMA y bloquearon las tolvas que llevan piedra a las máquinas trituradoras, por reclamos adicionales a los de hace 10 meses, pese a que el Ministerio de Trabajo de la Nación había dictado la conciliación obligatoria.
A través de un comunicado, la empresa advirtió que podía volver a tener que parar su producción, debido a un accionar que, según entiende la compañía, configuraban los delitos de «usurpación de propiedad privada» y «restricción de la libertad para trabajar».
En la mañana de este viernes, por orden judicial, se había desalojado el bloqueo. Pero, a última hora, la empresa anunció que el sábado apagará los hornos, debido a que se quedó sin stock de piedra caliza, materia prima clave de la que la provee Minerar.
«Aunque la Justicia desalojó esta mañana a los representantes sindicales que habían ingresado ilegalmente al predio de Loma Negra y bloqueaban la operación, los días de falta de suministro de materia prima obligan a interrumpir la producción, y la falta de acatamiento a la conciliación obligatoria dictada por Ministerio de Trabajo de la Nación por parte del sindicato genera incertidumbre respecto de la posibilidad real de que la producción pueda retomarse de forma normal en los próximos días», destacó la empresa.
«La medida complicará en lo inmediato el abastecimiento del mercado y, de no normalizarse la provisión de materia prima de Minerar a Loma Negra, en pocas semanas, dejará sin cemento al sector de la construcción, que ha mostrado una aceleración importante en esta etapa pospandemia», enfatizó.
La construcción es uno de los sectores que mejor transitaron lo que va de 2021. En agosto, su actividad creció 22,7% interanual, difundió hace dos semanas el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Con 345.000 personas, ya supera los niveles de empleo prepandemia, informó la Cámara Argentina d ela Construcción (Camarco).
Loma Negra entrega el 45% del cemento que se vende en el mercado local. En el primer semestre, sus entregas de ese insumo, productos para albañilería y cal crecieron 39,5%, a 1,4 millones de toneladas. Su facturación creció 46,6%, a $ 14.269 millones. Pero perdió $ 1265 millones, debido al impacto de la reforma del impuesto a las Ganancias de las empresas.
La situación podría agravarse. Fuentes de la compañía afirman que, para reencender los hornos -un proceso que, además, no es inmediato-, hace falta materia prima. Y, para eso, primero necesita recomponer cierto nivel de stock de piedra caliza, algo imposible de prolongarse el conflicto entre Minerar y AOMA.
Alfredo Fortabat fundó Loma Negra en 1926. Tras su fallecimiento, en los años ’70, su viuda, Amalia Lacroze, gestionó la empresa durante décadas. La devaluación de 2002 fue un golpe durísimo para la cementera, que estaba endeudada en más de u$s 400 millones para financiar la construcción de L’Amalí. Amalita volvió a concentrar entonces el manejo de la empresa, que había delegado parcialmente en su nieto, Alejandro Bengolea. Activó el proceso de venta, que se concretó en 2005.
Desde entonces, Loma Negra le pertenece al grupo brasileño Camargo Correa, que pagó más de u$s 1000 millones (deuda incluida). Por la crisis de los últimos años, el nuevo accionista, que abrió el capital de la compañía en Wall Street, concentró lo más que pudo su operación en Olavarría, lo que implicó el cierre de otras locaciones en el resto del país. Entre tanto, avanzó con la ampliación de L’Amalí, un proyecto de u$s 350 millones puesto en marcha en 2017 y que duplicó la capacidad de la fábrica. Esa ampliación se inauguró a mediados de este año.