Fuente: Ambito – La tendencia se ve más marcada a partir de julio. El sector de la construcción resiste y hay expectativa por el blanqueo de capitales
En el sector de la construcción hay preocupación por el impacto que tendrá en la obra pública el equilibrio de las cuentas que tiene que hacer Argentina para cumplir la meta con el FMI. Además, la aceleración de la inflación desde julio, tras los cambios en el Ministerio de Economía, implicaron una “ralentización” en las obras, según contó a este diario Gustavo Weiss, titular de la Cámara de la Construcción (CAC). Por el contrario, la construcción resiste, mantiene la actividad y el empleo, pese a una desaceleración de la actividad económica.
“La obra pública se está ralentizando y las primeras que paran siempre son las viales”, afirmó Weiss en diálogo con Ámbito. “Hacia adelante, vemos un panorama más complicado. Porque el ajuste hay que hacerlo, pero ahí estamos nosotros, porque al primero que se toca es a la obra pública”, detalló.
Los gastos de capital crecieron en el acumulado del año 54%, lo que implica una caída en términos reales del 4,9%, según el informe de ejecución presupuestaria de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC). Lo que más cae dentro de inversión real directa son las obras de vialidad (-29,3%), mientras que en transferencias de capital la mayor caída se da en las destinadas a provincias (-19,8), y las destinadas a empresas públicas (-22%).
Sin embargo, según el economista de Analytica, Claudio Caprarulo, lo interesante es observar la “tendencia muy marcada hacia la caída” a partir del mes de julio. El mismo informe de la OPC da cuenta que el gasto público en general venía creciendo en el primer semestre, y que tras la salida del ex ministro de Economía Martín Guzmán, y las observaciones que hizo el FMI sobre la primera mitad de año, se produjeron reducciones significativas del gasto en el último bimestre julio-agosto: -31% en inversión real directa y -17,6% en transferencias de capital.
De hecho, en el informe de la consultora Analytica, que tiene un monitor de gasto semanal, se observa que el gasto primario en obra pública cayó 35,2% interanual durante la tercera semana de septiembre, y bajó 16,9% si se lo compara contra la tercera semana de agosto de este año. La preocupación recae en la mayor infraestructura que necesita el país para que crezca la economía en el mediano plazo.
“Siempre que hay recortes se observa en la obra pública”, aseguró Caprarulo. Y puso como ejemplo lo destinado desde la llegada del FMI al país, en 2018. Hasta el 2015, los gastos de capital del sector público eran del 2,7% del PBI. Para las siguientes elecciones, en 2019, ya con el acuerdo con el FMI vigente, habían caído a 1,1% del PBI. Para el 2023, año electoral, el Gobierno espera destinar 1,6% del PBI, según consta en el proyecto de ley de presupuesto.
Además de la búsqueda del equilibrio de las cuentas públicas, desde el sector observan como otro inconveniente la inflación, que a partir de julio subió un escalón y no baja del 7%. Según Weiss, a partir de abril comenzaron a retrasarse los pagos. Y el sistema de redeterminación de precios, en obras que se cotizan hoy pero que llevan años, estuvo en discusión para cambiarse junto al Gobierno, pero finalmente no se modificará. “La fórmula con esta inflación no funciona”, afirmó Weiss. Las redeterminaciones de precios no son automáticas y requieren de certificados de adecuación que también afectan en la ralentización de las obras.
En lo que va del año (enero-agosto), el Gobierno gastó $701 mil millones en gastos de capital, un nivel de ejecución del 49,7% y le queda un crédito vigente de $1,4 billones para gastar en 4 meses, según la OPC.
Construcción resiste
Pese a que la actividad comenzó a resentirse a partir de julio, con la crisis financiera, el salto de la brecha y la aceleración de la inflación, el sector de la construcción resiste. De hecho, en julio registró el segundo mayor nivel que hay para ese mes, con un crecimiento del 5,2% interanual y 2,2% mensual. Para agosto, el consumo de cemento se incrementó 13,2% interanual, según la AFCP, y el índice construya creció 12,1% interanual, el máximo nivel para agosto desde que hay registro, según datos que recopila el CEP XXI.
Hacia adelante, Weiss aseguró que hay expectativa por el blanqueo de la construcción, dado que hay más tiempo que en 2021. El año pasado fueron tan solo u$s 200 millones, y aunque prefiere no dar una proyección, estima que será mayor este año.