Fuente: Perfil – El empresario desarrollista, CEO de Grupo Proaco, celebró el regreso de los créditos hipotecarios. Asegura que se viene un gran cambio en el mercado inmobiliario, generación de empleo en el sector y más oferta de inmuebles para alquilar.
Comienzan a vislumbrarse cambios en el sector inmobiliario. Un reclamo antiguo, como es el de los créditos hipotecarios, parece una realidad no muy lejana.
Nueve bancos (Hipotecario, Ciudad, Superville, ICBC, Bancor, Nación, Santander, Banco de Corrientes) ya comenzaron a ofrecer créditos hipotecarios ajustados por inflación. El último que se sumó fue el Macro y en los próximos días, el Galicia será el décimo en dar el mismo paso. Las propuestas de las entidades estarán destinadas a la compra, cambio, construcción, refacción y ampliación de viviendas en todo el país, como así también para la adquisición de una segunda casa.
«Es la noticia del año sin lugar a dudas. Hablar de créditos hipotecarios es hablar de aire fresco para el sector de la construcción. Si logramos movilizar la construcción, el resto de las actividades comienzan a moverse», dijo Lucas Salim, CEO de Grupo Proaco.
Sobre la financiación del 100% que ofrece Bancor para la construcción, compra o remodelación de inmuebles, Salim planteó que se genera un «doble efecto» dentro del sector, ya que genera más oferta de inmuebles para alquilar y «descomprime la renegociación de contratos». Al existir la posibilidad de comprar, obliga a los propietarios a ofrecer precios competitivos si es que desean tener los inmuebles ocupados.
Las empresas desarrollistas que tienen convenio con Bancor están incluidas en la línea hipotecaria. Su oferta de viviendas (casas o departamentos) o construcción en lotes que aún no cuentan con escritura está también disponible y apta para ser financiada con estos créditos y se aplican las mismas condiciones que el resto, siendo el desarrollista quien garantiza cada operación hasta el momento de la escrituración.
Sobre este punto, el director de Proaco adelantó que por el momento solo tienen habilitadas las primeras etapas de Docta, pero ya están en proceso de sumar nuevas etapas para que más gente pueda empezar a construir su casa: «tenemos que armar productos pensados para la clase media, todos los jugadores vamos a tener que virar a nuevos formatos. Estábamos trabajando para un segmento muy chiquito que era el único que podía acceder a un inmueble, el ABC1, y hoy se abre un mercado más grande. Cambian los productos y cambia abruptamente el mercado inmobiliario».
Además de la posibilidad de acercar a las familias al sueño de la casa propia, Salim afirma que el regreso del crédito hipotecario «genera un efecto multiplicador» porque comienza a movilizar el empleo en la construcción. De acuerdo con la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) desde el 31 de diciembre de 2023 se perdieron en el sector más de 80.000 puestos de trabajo por el freno a la obra pública.
Más financiación a privados, menos al Estado
Consultado sobre el momento en el que resurgen los créditos, Salim explicó: «el gobierno nacional hizo un planteo de lo que iba a hacer y sabemos que la economía se mueve por expectativas, si la expectativa es que el mercado entienda que esto va a funcionar, la economía empieza a acompañar».
Y siguió: «el gobierno, al ir al déficit cero, deja de absorber plata del sector privado. Lo que va a comenzar a pasar es que cómo el Estado se está retirando y se está financiando menos con los bancos, estos van a tener que retornar a su actividad histórica, que es prestarle dinero a la gente, es decir, van a estar obligados a volcarse a privados. Estamos viendo una transferencia de recursos que antes iban al Estado yendo a la actividad privada y empezando a potenciar la producción y el crecimiento económico«.
De esta manera, con este lento regreso, se dejaría atrás una época de sequía de créditos que hace ya cinco años es casi nula. Cabe recordar que en 2016 se creó el crédito UVA, que si bien fue un disparador importante para que muchos puedan adquirir su vivienda propia, al ajustarse por inflación, se generaron cuotas muy altas, incluso por arriba de los salarios.
«La actualización UVA no es mala, está bien pensada, se la veía con malos ojos, pero lo malo era la inflación. Si el gobierno logra bajar más la inflación, no hay nada que temerle al UVA«, dijo el empresario.