Fuente: BAE ~ Lo aseguraron las autoridades de la Cámara de la Construcción a partir de reuniones que mantuvieron con el Gobierno, aunque expertos creen que el presupuesto total previsto por el Ministerio de Obras Públicas para el próximo año, por 600.000 millones de pesos, es de difícil ejecución sin una nueva ley de leyes.
Aunque la caída del nuevo Presupuesto la semana pasada complicó el panorama para la industria de la construcción, el sector es optimista en que durante el año próximo la obra pública pueda sostenerse, con la clave puesta en la reasignación de partidas.
El Ministerio de Obras Públicas preveía ejecutar en 2022 un ambicioso monto de más de 600.000 millones de pesos, casi un 80% más que en 2021, aunque expertos ven difícil que toda esa suma se ejecute igualmente a través de lo que resuelva ad hoc la Jefatura de Gabinete.
La construcción apuesta a mantener la obra pública en 2022
El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss, se mostró confiado en que el Gobierno «va a tener la posibilidad de mantener el mismo nivel de obra pública que tiene este año y cumplir con las futuras licitaciones que planeaba para el año que viene».
«Hemos tenido algunas reuniones con ministros y confían en que la obra pública podrá mantenerse vía readecuación presupuestaria» a través de la reasignación de partidas de la Jefatura de Gabinete, precisó Weiss en diálogo con BAE Negocios, algo que el propio Alberto Fernández aseguró este martes en una reunión que mantuvo con los gobernadores.
El titular de Camarco afirmó que «siempre es mejor tener Presupuesto porque da más certezas de que todo sea más automático». «Si el Gobierno y la oposición se pusieran de acuerdo es mejor para todos», sostuvo.
Sin embargo, Weiss afirmó que «todavía no está claro» que sea posible elaborar una nueva ley de leyes. Por ahora, el ministro de Economía, Martín Guzmán, desechó esa posibilidad al aseverar que no hay tiempo de reelaborarlo antes de marzo.
Un relevamiento hecho previo al fracaso del Presupuesto por Grupo Construya reveló que el 68% del rubro cree que las obras privadas son las que motorizan la actividad. Además, el 70% de los encuestados se mostró «optimista con respecto al 2022» al considerar que «el próximo año el nivel de actividad en el sector inmobiliario y de la construcción aumentará o en el peor de los casos se mantendrá igual».
Sin embargo, a contramano de la encuesta, Weiss aseguró que el sector «depende en gran medida de la obra pública», ya que «hasta tanto no mejore la macroeconomía a la obra privada no se la ve con un gran dinamismo«.
La reasignación de partidas, una cuestión complicada
A pesar de las expectativas del Gobierno y de los deseos de Camarco, reasignar sin más lo previsto en el Presupuesto 2022 no es una tarea sencilla. «600.000 millones de pesos es un monto particularmente alto para las reasignaciones de partidas», afirmó Isidro Guardarucci, economista de FIEL especialista en presupuesto.
Guardarucci explicó además la dificultad extra que presenta gestionar la obra pública sin un presupuesto: «Cuando prorrogás un Presupuesto (como hizo el Gobierno con el Presupuesto 2021), los gastos corrientes como la plata para limpiar ministerios o la AUH se pueden renovar sin mayores dificultades, pero con las obras públicas no podés decir ‘vuelvo a hacer el mismo puente’. No se pueden renovar obras que hiciste con nombre y apellido».
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De todos modos, el economista consideró que la salida está en que el Gobierno logre aprobar en el Congreso un nuevo Presupuesto durante el correr de 2022 (algo que ya sucedió en el particular contexto del año 2002). En ese caso, le sería más fácil reasignar partidas por un monto menor solo durante los primeros meses del año, sostuvo.
Ese escenario será más probable a partir de marzo: es recién entonces cuando podría volver a presentarse con algunos cambios el mismo Presupuesto que fracasó el viernes pasado, ya que el texto elaborado en septiembre por Guzmán perdió estado parlamentario durante todo el período de sesiones extraordinarias, explicó Guardarucci.
Este diario intentó comunicarse con fuentes oficiales para conocer su perspectiva sobre la reasignación de partidas de la obra pública, pero no obtuvo respuesta.
Qué decía el Presupuesto 2022 para la obra pública
El Ministerio de Obras Públicas preveía un ambicioso plan de ejecución para el Presupuesto 2022, que implicaba un importante aumento del gasto respecto al de este año.
“La inversión federal en obra pública pasará del 1,1% del PBI en 2019 al 2,4% en 2022. Nos permitirá financiar las 3.086 obras y 1.399 proyectos aprobados para seguir creando trabajo e ir achicando brechas”, expuso el ministro Gabriel Katopodis ante la Comisión de Presupuesto, algunos días antes del fracaso del proyecto.
En total, las partidas previstas por el ministerio sumaban exactamente $603.790 millones, un 78% más que el presupuesto 2021 (cerca de 25 puntos porcentuales por sobre la inflación estimada) y un 353% más que el de 2019.
Más allá de la provincia de Buenos Aires, para la cual se preveía ejecutar un presupuesto en obra pública nacional de unos $24.000 millones, las jurisdicciones más beneficiadas en proporción a su economía, y que ahora corren riesgo de ser las más perjudicadas, son Formosa y Misiones, con partidas totales previstas por $38.000 millones y $21.000 millones respectivamente.