Fuente: La Nación ~ “La pandemia vino a confirmar un cambio grande a la hora de hacer urbanismo. Hoy las ciudades reclaman espacios públicos de calidad”. Así abrió su participación Álvaro García Resta, Secretario de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Buenos Aires, como integrante del panel “La nueva arquitectura y urbanismo, las ciudades que vienen”, del que también participó Martín Mom, CEO de Sudaméricana de Rehau, en el marco de la sexta edición del Summit de Real Estate organizado por lnpropiedades, la plataforma de información del mercado inmobiliario de La Nación.
Uno de los temas a los que hizo referencia García Resta fue el proyecto de IRSA que se llevará adelante en el predio de la ex Ciudad Deportiva de Boca. “Allí pretendemos crear ciudad donde no hay. El proyecto que se desarrollará sobre un predio de 70 hectáreas prevé que 50 de ellas pasen a ser de dominio público frente al río. Esto demuestra que la tierra pública es renovable, es decir, que se puede aumentar la tierra pública con creatividad y transparencia”, comentó el funcionario. Y agregó: “En la ciudad moderna no necesariamente más es mejor. Por ejemplo, en el caso de Costa Salguero, que se encuentra en una zona insularizada (por la Avenida Ilia, las vías del tren, etc) lo que necesita es una mixtura de usos. En ese caso estamos pensando hacer un parque de 14 hectáreas de las cuales cuatro proponemos que sean destinados a espacios gastronómicos o de servicios (el objetivo es que esos espacios le aporten actividades que alarguen las horas de vida del lugar)”. Otro de los casos donde estudian la mixturización es el Microcentro porteño. Allí se prevé la refuncionalización de los edificios de oficinas que están en desuso. ”La idea de este cambio está basada en el concepto de la ciudad a 15 minutos. En esto estamos aprovechando la oportunidad que dejó la pandemia para poder transformar un espacio aportándole gente que lo viva”, concluye García Resta.
A la hora de pensar en el cambio la arquitectura residencial, Martín Mom también aporta un grano de arena desde su industria. Su mirada está puesta en la sustentabilidad, en el mayor confort por parte de sus ocupantes y en el ahorro energético. “Hoy desde la construcción contamos con materiales y productos eficientes y amigables. Por ejemplo, las ventanas de PVC ofrecen no sólo una aislación térmica sino también acústica. Éstas permiten un ahorro energético tanto en invierno como en verano. A ellas se les puede sumar pisos radiantes con energías generadas por medio de geotermia o aerotermias. Todas son muy buenas opciones para quienes buscan cuidar la energía y gastar menos en servicios”, comenta Mom.
Este tipo de productos permiten ahorros significativos, por ejemplo, gracias al uso de la energía solar térmica -explica Mom- se puede generar una economicidad del agua sanitaria de hasta el 70%. “Por otro lado, este tipo de artículos nos permite ahorrar mucho dinero tanto en electricidad como en gas”, sostiene el arquitecto y CEO de Sudamericana Rehau. A la hora de imaginar las casas del futuro Mom dijo: “Voy más allá, y en el futuro me imagino casas pasivas. Es decir, construcciones que generan sus propias energías y que casi no tienen consumos energéticos”.
Lo nuevo en construcción
Un rato después fue el turno del panel “Innovar, a la hora de construir”, que estuvo integrado por Jorge Mandachain, Gerente de Desarrollos de IRSA, Dolores Otamendi, de Dado Estudio y Lucas Salvatore, director de las divisiones Idero y Real Steel del Grupo Salvatore.
En los últimos tiempos las construcciones con alma acero y de manera industrializada están ganando adeptos entre el público uno de los principales motivos: la certeza. “Se está observando un cambio de paradigma a la hora de construir y cada día tiene mayor aceptación este tipo de construcciones en la Argentina. Este método tiene varias ventajas, si se lo compara con el tradicional, como mayor velocidad de ejecución (tarda un 50% menos que una obra húmeda), mayor sustentabilidad (dado que el acero tiene menor huella de carbono que el hormigón), es 100% reciclable, ocasiona menor impacto en el terreno (por ser más liviano) y la mayor virtud que se valora hoy en día es la certeza (ya que ofrece costos y plazos que no se escapan de la previsión)”, comenta Salvatore.
Para Otamendi la innovación en la arquitectura comienza desde la herramienta que se elige para proyectar y continúa con la selección de los materiales que luego se van a utilizar. Desde la visión de IRSA esta búsqueda está basada en la incorporación de modificaciones a los elementos existentes o probar cosas totalmente novedosas. “Para nosotros la innovación forma parte de nuestro negocio. Es por eso que probamos desde sistemas de parking guiados hasta sistemas de domótica para hacer más eficientes los consumos de agua”, explica Mandachain.