Fuente: La Nación ~ Desde ciudades virtuales a construir las primeras colonias humanas en la superficie lunar, el danés Bjarke Ingels presentará algunos de sus proyectos en la Facultad de Arquitectura de Buenos Aires.
Bjarke Ingels pasó de ser el niño terrible de la arquitectura, diseñando proyectos de escala extravagante, a convertirse en un nombre reconocido en el mundo del diseño y la construcción. Tal es así que en 2017 la revista Times lo incluyó en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo.
“Nadie tiene más poder que los arquitectos para cambiar el mundo, porque a través de sus diseños son ellos quienes darán forma a las casas y ciudades del futuro”, afirma el arquitecto danés, de 47 años.
El danés que se encuentra entre las figuras más relevantes del panorama actual y que en poco más de una década revolucionó la arquitectura contemporánea con la creación de ciudades en el Metaverso desembarcó en Buenos Aires y este viernes 4 de marzo, a las 18:30, brindará una conferencia, “Hedonistic Sustainability”, en el Aula Magna de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en la que expondrá sobre el futuro de la arquitectura y su rol en el cambio climático.
Entre sus objetivos más vanguardistas, Ingels promueve un Masterplanet: un plan maestro enfocado a todo el planeta. “Quiero mostrar que, con la tecnología disponible, es posible una presencia humana sostenible en el planeta Tierra antes de un desastre total”, afirma.
También ha desarrollado el “Proyecto Marte 2117″, cuyo objetivo es construir, en un plazo de 99 años, el primer asentamiento humano en el planeta rojo. Como parte de este programa, creó Mars Science City, un campus de simulación espacial ubicado en el desierto de Dubai, que consiste en una serie de cúpulas interconectadas donde se recrean las condiciones de vida de Marte.
¿Qué hay de las ciudades virtuales en el Metaverso? El estudio BIG se asoció con UNStudio para desarrollar una plataforma de reunión virtual llamada SpaceForm, donde las personas pueden colaborar en tiempo real dentro de salas futuristas con mesas holográficas que muestran representaciones en 3D y visualizaciones de datos.
Por otro lado, junto con la startup Icon, desarrolla el “Proyecto Olympus”. ¿Su meta? Construir las primeras colonias humanas en la superficie lunar. Estas construcciones se realizarían mediante la impresión 3d, utilizando los materiales presentes en el suelo lunar. “Las respuestas a nuestros desafíos en la Tierra bien podrían encontrarse en la Luna”, dice Ingels.
Más sobre Bjarke Ingels
Nació en Copenhague en 1974. Estudió en la Real Academia de esa ciudad y en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. De 1998 a 2001 colaboró con Rem Koolhaas.
En 2006 fundó su estudio, Bjarke Ingels Group (BIG), un laboratorio de ideas con sede en Copenhague, Nueva York, Londres, Barcelona y Shenzhen para el que trabajan más de 60 arquitectos, paisajistas e interioristas de todo el mundo.
Con su manifiesto arquitectónico Yes is More (Taschen, 2009), Ingels ganó fama mundial y se convirtió en un personaje intensamente mediático con apariciones en TED Talks y un episodio de Netflix en la serie Abstract.
Desconfía tanto del secretismo de las vanguardias como del “pragmatismo fosilizado que diseña cajas aburridas”. Defiende su método de trabajo como “alquimia programática”, una arquitectura que combina elementos como la sostenibilidad, hedonismo, vivienda, ocio y trabajo.
En este sentido, CopenHill, en la zona industrial de Copenhague, es quizás su creación más famosa: una planta de reciclaje de residuos de diez pisos que coexiste con un centro de educación ambiental de 600 m2, que incluye una pista de esquí artificial de acceso público.
Entre sus trabajos más reconocidos, fue responsable del Pabellón Danés para la EXPO 2010 en Shanghái, el Hyperloop en Dubái, el Googleplex en Mountain View (California), el Museo New Tamayo en Ciudad de México, el master plan de zira Zero Island en Azerbaiyán, entre otros 240 proyectos en una escala global. A eso hay que sumarle sus recientes “ciudades del futuro”, tal como Toyota Woven City, a los pies del monte Fuji (Japón), una incubadora urbana alimentada por energía solar, energía geotérmica y robótica incorporada a los hogares para tareas cotidianas como la recogida de basura; y “Telosa”, una ciudad sostenible, ecológica y futurista que se construiría sobre el desierto en el oeste de los Estados Unidos para albergar a más de 5 millones de habitantes durante los próximos 40 años.